Brahim Dahane (El Aaiún, 1965) es el presidente de la Asociación Saharaui de Víctimas de Graves Violaciones de Derechos Humanos cometidos por el estado marroquí. Tras sufrir varios años «desaparición forzada» en las cárceles secretas de Marruecos por su defensa de los derechos humanos, estuvo encarcelado hasta el pasado mes de abril después de una visita a los campamentos de refugiados de Tindouf. La semana pasada estuvo en Gijón para hablar a los simpatizantes con la causa saharaui acerca de la situación en la que viven los ciudadanos saharauis en el Sahara occidental.
-Asturias siempre les ha apoyado...
-Así es, y quiero expresar mi agradecimiento a la población asturiana, y en especial a los solidarios con la cuestión del Sahara occidental. Voy a encontrarme con políticos y con miembros de la sociedad civil para ver si podemos unir un poco los esfuerzos de los solidarios en España y de los saharauis mismos. Creo que es importantísimo que enfoquemos nuestros esfuerzos hacia tres puntos básicos.
-¿Cuáles son?
-En primer lugar, que los políticos en España tomen este asunto de una manera más sincera y más fuerte. En segundo lugar, reclamamos que unan sus esfuerzos unos con los otros, para tratar nuestra causa como una unidad sin que interfieran las líneas políticas e ideológicas. Que todos simpaticen y apoyen una solución justa que desgraciadamente no ha llegado todavía. Vengo de Suecia y de Italia, donde no tenemos la misma masa de solidarios, pero lo cierto es que son más eficaces. En Italia han aprobado en la primera Cámara un voto que obliga al Gobierno a reconocer la representación del Frente Polisario en Italia como una representación diplomática. También en Suecia hace poco que han aprobado un voto en el Parlamento para que el Gobierno sueco reconozca la República del Sahara Democrática. El tercer punto sobre el que insistimos es que estamos ante un cambio para mí importantísimo, y que tenemos que tomarlo todos en cuenta. En el programa electoral del PP se dice que, en cuanto a la cuestión del Sahara, trabajarán para solucionar el conflicto según la legalidad internacional y a partir de la responsabilidad histórica del Estado español. Eso es fundamental. Todos los simpatizantes tenemos que apoyar al PP en este sentido, y pedirle también que cumpla sus promesas.
-¿Confían en que la solución esté cerca?
-Espero que el PP haga lo que promete, es muy necesario y es la primera vez que hemos escuchado algo que nos llama la atención bastante, una forma de hablar y llamar a las cosas como se deben llamar. Todo el mundo ha hablado de la legalidad internacional; hemos tenido promesas de Franco, del Rey Juan Carlos, de Felipe González... de todo el mundo, pero siempre hemos sido traicionados, abandonados. No quiero echar la culpa a nadie, ni abrir las heridas, pero decir que España tomará su responsabilidad histórica es algo ideal, y espero que todo el mundo apoye esto.
-¿Creen que tendrán el apoyo del resto de grupos políticos?
-Si todo el mundo se une, se puede hacer mucho. Yo sé que existen las líneas ideológicas, la gente tiene visiones diferentes, pero, por favor, es una cuestión de un pueblo que ha sufrido bastante. Si podemos unir los esfuerzos por ellos será más eficaz que si se actúa de manera individual.
-Piden entonces unanimidad...
-Cuando Portugal ha apoyado a Timor Este, ha salido todo el país. Necesitamos que España nos dedique este tiempo, no pedimos mucho. Es necesario tomar la responsabilidad histórica, vamos todos a apoyar eso, no es sólo una cuestión del PP, sino de todo el Estado.
-¿Cómo se vive bajo la ocupación?
-En la cuidad del Aaiún, donde yo vivo, lo llevamos muy mal. Es un tipo de esclavitud, no puedes tomar ninguna iniciativa. Estamos en una ciudad cerrada, donde los marroquíes hacen lo que quieren. Hay centenares de desaparecidos que siguen siendo desparecidos, decenas de presos políticos, de los que un 23 por ciento lleva más de un año ante un tribunal militar, y están en huelga de hambre desde el 31 de octubre. Yo mismo viví varias etapas de humillación, de opresión. Desde el 87 hasta el 91 estuve en situación de desaparición forzada, todo el tiempo con los ojos vendados, las manos atadas. También viví la tortura, enfermedades, hambre, frío.
-De hecho, tiene un juicio pendiente.
-Así es. Los observadores han sido testigos de que hemos sufrido violencia en la sala del tribunal donde debería tener lugar el juicio, junto a otros periodistas españoles y saharauis, y a nuestros propios familiares. Otros ciudadanos están en los campamentos pendientes de la ayuda que les envíen de fuera. No sé si la gente aquí se ha parado a pensar en lo que sienten los padres que se ven obligados a enviar a sus hijos a otros países para que les den alimento o los lleven al hospital.
-¿Todavía hay lugar para la esperanza?
-La gente se siente muy frustrada. Ni siquiera las Naciones Unidas pueden crear un mecanismo para la vigilancia de la zona. La misión de la UE para celebrar un referéndum en el Sahara está ahí desde el 91 y no han hecho nada. La gente, especialmente los jóvenes, están haciendo una presión fuerte hacia la cúpula del Frente Polisario para retomar las armas, algo que espero que no suceda, pero la situación es así. Espero que reaccionemos de una forma más fuerte y eficaz con la unión de esfuerzos. Si el Gobierno español asume su responsabilidad, la solución creemos que llegará pronto.
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