Fuente: EUCOCO – Madrid, 13 de noviembre de
2015
Su Excelencia el Presidente de la República
Árabe Saharaui Democrática, Señor Don
Mohamed Abdel-Aziz;Presidente de la Coordinadora Europea de Solidaridad con el
pueblo saharaui, Señor Don Pierre Galand;Presidente de FEDISAH, Señor Don
Carmelo Ramírez Presidente de de CEAS, Señor Don José Taboada,Miembros de la
Secretaría Nacional y Ministros del
Gobierno Saharaui;Representes de la Delegación Argelina, y de todas las
delegaciones internacionales presentes;Representantes de partidos políticos,
sindicatos y asociaciones;Miembros de las Coordinadoras Europeas de Solidaridad
con el Pueblo Saharaui;Abogados y Defensores de los Derechos Humanos;Honorables
Asistentes:
Es un
gran honor para mí estar presente en las actividades de esta cuadragésima
edición de la Conferencia Internacional organizada por las Coordinadoras
Europeas de Solidaridad con el pueblo saharaui. Este año ha sido organizada en
Madrid, coincidiendo con el cumplimiento de 40 años de invasión y ocupación
marroquí a mi patria, el Sáhara Occidental; una invasión llevada a cabo con el
visto bueno del Gobierno español mediante los nefastos Acuerdos de Madrid,
acuerdos contrarios a la legalidad internacional, al Dictamen del Tribunal
Internacional de Justicia, y a la resolución de la Asamblea General de Naciones
Unidas que dictamina el respeto del derecho a la autodeterminación del pueblo
saharaui.
El Estado marroquí invadió el Sáhara
Occidental mediante una Marcha Negra precedida de una invasión militar que tuvo
lugar el 31 de octubre de 1975, y que acabó siendo el comienzo de graves
violaciones de los derechos humanos de civiles saharauis desamparados,
violaciones catalogadas por el Derecho Internacional Humanitario como crímenes
de guerra, que fueron cometidas al amparo de un silencio internacional y que
Marruecos, mediante su denominada Instancia de la Equidad y
Reconciliación, ha intentado convertir
en violaciones normales y corrientes, y en crímenes cometidos por error que no
se diferenciaban de aquellos cometidos en ciudades y pueblos marroquíes.
En verdad, estos crímenes de lesa humanidad
se llevaron a cabo de una forma sistemática, y en un contexto vinculado clara y
directamente con el conflicto político y militar por el Sáhara Occidental, y
cuya finalidad era la aniquilación del pueblo saharaui, dispersarlo y
quebrantarlo, agravar su sufrimiento, empujarlo a una huída colectiva de su
madre patria por miedo a la opresión política y en busca de seguridad y
sosiego.
A pesar de los informes y las recomendaciones
de organizaciones internacionales de derechos humanos, el Estado marroquí sigue
sin desvelar la verdad de las graves violaciones de los derechos humanos que ha
cometido, mientras continúa vendiendo al mundo exterior la experiencia de la
Instancia de la Equidad y Reconciliación con el propósito de engañar a la
opinión pública internacional. Especialmente, en relación a los crímenes de
lesa humanidad cometidos contra civiles saharauis, pues no ha dado a conocer
las circunstancias generales en las que se han cometido dichas violaciones, ni
el paradero de cientos de saharauis secuestrados, ni la ubicación de las fosas
comunes; tampoco se han entregado los restos mortales de los fallecidos en los
centros secretos de detención marroquíes, ni se han mencionado ni se ha hecho
alusión a los responsables de asesinar, torturar, violar, secuestrar y encerrar
a miles de civiles saharauis; ni ha hablado de los centros secretos de
detención ubicados en las ciudades saharauis, pues le bastó con presentar
historias falseadas que reflejaban la postura oficial del régimen marroquí.
Queridos amigos y amigas:
El Estado marroquí, de manera clara y
sistemática continúa violando los derechos humanos en los Territorios Ocupados
del Sáhara Occidental. Continúa vulnerando el derecho a la vida, a la
integridad física; negando el derecho a la libertad de expresión y a la
manifestación pacífica; negando el derecho de reunión y libre asociación.
Situación que se ha agravado con ocasión
de la última visita provocadora del rey de Marruecos, visita que viene a
afianzar una vez más el estatus quo de la ocupación, e incitar a centenares de
colonos marroquíes contra los saharauis;
a amenazar a los ciudadanos saharauis que reivindican su derecho a la
autodeterminación e independencia; a legalizar la explotación de los recursos
del territorio por parte del Estado marroquí, justificando así su robo y
expoliación; todo ello, en un evidente desafío a las resoluciones del Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas, del Parlamento Europeo, de la Unión Africana y
de las diferentes organizaciones internacionales que trabajan en el ámbito de
los derechos humanos.
Honorable audiencia
La visita del rey de Marruecos al Sáhara
Occidental ha tenido lugar en un momento en el que el Secretario General de
Naciones Unidas ha solicitado la vuelta inmediata a las negociaciones directas
entre el representante legítimo del pueblo saharaui, el Frente Polisario, y el
Reino de Marruecos en calidad de país ocupante, para alcanzar una solución que
garantice el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. También, la
visita ha tenido lugar después de que la Unión Africana moviera ficha y
exigiera al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas concretar una fecha para la
celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental.
Igualmente, esta visita se produjo una vez que varios países amenazaran con
practicar un boicot económico a Marruecos.
Con esta visita del rey de Marruecos a las
ciudades ocupadas, los ciudadanos saharauis desprovistos de su derecho a la
libre expresión y a la manifestación pacífica, seguirán con miedo y temiendo no
sólo la continua represión y las barbaridades de las autoridades marroquíes,
sino al reclutamiento por parte del Estado marroquí de milicias armadas
formadas por colonos marroquíes, cuyo objetivo es dañarles y sabotear sus
propiedades como lo hicieron anteriormente, sobre todo después del ataque
militar realizado sobre el campamento de Gdéim Izik el día 8 de noviembre de
2010, en el Aaiún ocupado, y en septiembre de 2011 en la ciudad ocupada de
Dajla.
Respetables Señoras y Señores:
La situación de los derechos humanos en el
Sáhara Occidental sigue empeorando día tras día, lo cual es un imperativo que
le exige a la Comunidad Internacional actuar para proteger a los civiles
saharauis y ofrecer un mecanismo, de las Naciones Unidas, para vigilar y
monitorizar los derechos humanos como así lo están pidiendo numerosas entidades
internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, para que los ciudadanos
saharauis puedan ejercer la totalidad de sus derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales; derechos que el Estado marroquí está
intentando confiscar mediante una política de escalada programada de la que no
se libran ni periodistas ni observadores extranjeros, como son los parlamentarios
o pertenecientes a entidades de la sociedad civil internacional, a los que se
expulsa y se les prohíbe la entrada a las ciudades ocupadas.
De la misma manera, la situación de los
presos políticos saharauis en las diferentes cárceles marroquíes sigue siendo
deplorable y preocupante, debido al maltrato y a las duras condenas que están
padeciendo; debido a su marginación y exclusión, que se manifestó claramente al
ser excluidos de la amnistía declarada el 5 de noviembre de 2015 por el
Ministerio de Justicia y Libertades marroquí, amnistía que supuso la liberación
de 3539 presos comunes entres los que se encontraban 26 presos comunes
saharauis, lo que supone menos del 4%
del total. Sin embargo, se mantuvieron las penas de más de 50 presos políticos
saharauis que están cumpliendo condenas durísimas e injustas que van desde los
3 años a cadena perpetua, además de que en su mayoría se encuentran en cárceles
marroquíes a cientos de kilómetros del Sáhara Occidental, lo que agrava el
sufrimiento de sus familias, que se ven obligadas a recorrer grandes distancias
para visitar a sus hijos, sin contar el maltrato que les tienen reservado las
administraciones carcelarias y sus funcionarios.
Señoras y Señores:
El Estado marroquí continúa siendo el
responsable de la huída del pueblo saharaui, y del intento de su genocidio, por
medio de la implantación de políticas de represión y reasentamiento cuyo
objetivo es la desaparición de la identidad saharaui, el aniquilamiento del
elemento saharaui en el contexto del bloqueo múltiple que están padeciendo las
ciudades del Sáhara Occidental, además de la intransigencia y el engaño a la
opinión pública internacional con la intención de confrontarla con el hecho
consumado. Todo esto se puso de manifiesto en el último discurso del rey de
Marrueco, y en las protestas llevadas a cabo por colonos marroquíes ante las
sedes de la MINURSO en las ciudades ocupadas de Aaiún y Esmara, con el
beneplácito y la protección de las autoridades marroquíes y del propio rey,
quien llegó a detener el coche en el que desfilaba frente a la sede la MINURSO
de la ciudad ocupada de Aaiún. Todo esto ocurrió mientras que a los saharauis
se les prohibía manifestarse pacíficamente para reivindicar sus derechos más
básicos.
Este acto es una amenaza para las aspiraciones
de Naciones Unidas a encontrar una solución a la cuestión del Sáhara
Occidental, y es un aliciente para los colonos marroquíes que les anima a
practicar más actos de índole racista y criminal contra los civiles saharauis,
especialmente contra los defensores de los derechos humanos y todo aquel que
defienda el derecho saharaui a la autodeterminación y la independencia.
En este sentido, quiero llamar la atención
del Consejo de Seguridad y de las Naciones Unidas para que actúen rápidamente y
presionen al Estado marroquí para que respete sus compromisos internacionales,
siendo el primero de ellos el respeto de la legalidad internacional y de la
misión primera por la que la ONU acudió al territorio, que es fundamentalmente
la organización del referéndum en el Sáhara Occidental. Y hago hincapié en que
si la Comunidad Internacional no hace nada, las cosas van a empeorar mucho más,
dado que el Estado marroquí está atacando a Naciones Unidas y al Señor
Embajador Christopher Ross, el enviado personal del Secretario General para el
Sáhara Occidental, debido a que Naciones Unidas han descartado la opción del
denominado Plan de Autonomía e invitan explícitamente a la búsqueda de una
solución que conlleve el respeto al Derecho de Autodeterminación del Pueblo Saharaui.
Señoras y Señores:
Encontrándome aquí entre vosotros en la
capital de España, Madrid, aprovecho la ocasión para condenar los funestos
Acuerdos de Madrid, y señalar al Estado español como responsable de los
sufrimientos que padece el pueblo saharaui en los Campamentos de Refugiados,
debido a las difíciles y duras circunstancias; y también de nuestros
sufrimientos, nosotros que nos hallamos bajo ocupación marroquí, bajo una
represión constante.
También, quiero apelar a todos los actores
políticos, sindicales, activistas de los derechos humanos, entidades de la
sociedad civil y a todos los solidarizados con el pueblo saharaui, para que
presionen al Gobierno español y le hagan asumir su responsabilidad en finalizar
este conflicto, de manera que preserve la dignidad del pueblo saharaui y
garantice su derecho a la autodeterminación.
Igualmente, aprovecho la ocasión para
expresar mi solidaridad con mis compatriotas saharauis de los Campamentos de
Refugiados de Tinduf, en el suroeste de Argelia, que recientemente han sufrido
una catástrofe humanitaria causada por las inundaciones que afectaron a todas
las wilayas y dairas. También, expreso mi agradecimiento al Estado argelino, a
su Gobierno así como a su pueblo, por su solidaridad y por la ayuda humanitaria
que prestaron a los refugiados saharauis, refugiados acogidos por tierra
argelina, la tierra del millón y medio de mártires. ¡Mis saludos a este país
genuino que acogió al pueblo saharaui y defendió su causa!
No quisiera terminar sin expresar mi
agradecimiento a todos los países y a todas las organizaciones humanitarias y
entidades de la sociedad civil en el mundo entero, por su solidaridad con los
Campamentos de Refugiados Saharauis y por toda la ayuda humanitaria prestada
con el fin de aminorar las insufribles penalidades; penalidades que, no lo
olvidemos, no debieron padecer en tierras del exilio si no hubiese sido por la
invasión marroquí; invasión que les echó de su tierra y les obligó a luchar por
su libertad y su dignidad.
También, quiero expresar con todo orgullo, mi
agradecimiento a las Coordinadoras Europeas de Solidaridad con el Pueblo
Saharaui por su inmensurable esfuerzo, gracias al cual participaron en la
difusión de la causa del Sáhara Occidental y en la obtención de más apoyos para
el pueblo saharaui y su legítima y justa causa. A todas ellas, así como al
pueblo saharaui, les doy la enhorabuena por la exitosa organización de tan
notable y noble evento.
Muchas gracias.
Aminatou Haidar, Presidente de CODESA
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