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Entrevistamos a un personaje que ha viajado
nueve mil kilómetros para llegar al Perú. Es Hach Ahmed, ministro para América
de la República Árabe Saharaui Democrática, un país que se encuentra en el
norte de África y que gran parte de su territorio ha sido invadido por
Marruecos, motivando que cerca de 200 mil de sus pobladores, los saharauis,
huyan hacia Argelia y vivan en campos de refugiados en la localidad de Tinduf
con la asistencia humanitaria internacional; mientras que más de 500 mil viven
en los territorios ocupados.
- ¿A qué se debe su presencia en el
Perú?
Nuestra presencia aquí se debe al interés
de nuestra parte de restablecer las relaciones diplomáticas entre nuestro país
y el Perú, que como se recuerdan fue suspendida en 1996 por el ministro Tudela.
Tuve la oportunidad de entrevistarme con el vicecanciller Fernando Rojas a
quien le entregué un mensaje dirigido al presidente Ollanta Humala y mis
conversaciones con él versaron sobre un paso deseado para concretar ya la
normalización de las relaciones porque no vemos ninguna dificultad objetiva que
retarde más esa decisión, máxime cuando esta cuestión se ha tratado en diversas
conversación con las máximas autoridades peruanas como el presidente Humala y
el anterior canciller. A raíz de ello se envió una misión gubernamental por
parte de Perú para normalizar esta situación y creemos que ya ha pasado
suficiente tiempo para el estudio de ello. Particularmente soy optimista porque
el compromiso del presidente Humala sigue en pie y evidentemente es una
decisión política que la debe tomar él.
- ¿Qué mensaje le daría al presidente
Humala?
Simplemente que cumpla lo prometido y creo
en la firmeza del compromiso del presidente Humala.
-¿Qué argumentos jurídicos defienden al
pueblo saharaui?
Los argumentos que respaldan la posición de
la parte saharaui son infinitos. Hay innumerables resoluciones de la Asamblea
General de la ONU, del Comité de Descolonización que se han aprobado desde la
mitad de la década de los ´60 hasta el día de hoy, apoyando el derecho del
pueblo saharaui a la autodeterminación y recordando que es un problema
colonial, que sigue pendiente de conclusión y que mientras no se celebre un
referendo de autodeterminación que le permita al pueblo saharaui expresar
libremente su opinión, no se va a cerrar este conflicto. Por tanto, mientras
esto no suceda la condición de Marruecos en el Sáhara Occidental (SO) seguirá
siendo el de una potencia ocupante, invasora. Junto al arsenal de estas
resoluciones, existen otras como organismos como la Unión Africana, No
Alineados, parlamentos regionales como el europeo. Me gustaría hacer énfasis en
una resolución con una carga jurídica descomunal, como el dictamen del Tribunal
Internacional de Justicia de La Haya, que a petición de Marruecos, había
examinado las supuestas reivindicaciones territoriales de Marruecos sobre el SO
y en un dictamen emitido el 16 de octubre de 1975, dijo categóricamente que
Marruecos no tenía ninguna base para reivindicar el territorio del SO y que lo
que debe hacer Naciones Unidas es cumplir con su obligación de organizar un
referendo de autodeterminación. Con todo este arsenal de resoluciones de
decisiones, de dictámenes, el pueblo saharaui junto a los enormes sacrificios
que ha consentido a lo largo de 40 años para defender su derecho a la libertad
y autodeterminación que otra prueba con mayor carga se podría reclamar del
pueblo saharaui para probar que el territorio es suyo y que Marruecos es
simplemente un país agresor que no le asiste más argumentos que la fuerza
bruta. Con todo el dinero e influencia propagandística Marruecos no ha logrado
que ningún país del mundo, incluyendo sus más próximos aliados, le reconozca la
autoridad sobre el SO. Tiene 170 mil hombres armados en el SO y un muro militar
de 2720 kilómetros
y yo me pregunto ¿si el territorio es suyo por qué construye murallas? Y otra
pregunta que desarma los argumentos marroquíes ¿si el territorio saharaui es
marroquí por qué aceptó su reparto con Mauritania en 1975? O hay ningún país
del mundo que regale territorio a un país vecino. Marruecos nos ha robado el
país. Tenemos toda la fuerza de la razón, pero no tenemos quizás la fuerza
necesaria para y hemos hecho una gran apuesta en las NNUU y en la comunidad
internacional cuando se presentó la posibilidad de resolver pacíficamente el
conflicto, pensando que era una apuesta seria en el sentido que el sistema
internacional era confiable cuando se nos formuló la idea de resolver
pacíficamente el conflicto, hemos silenciado las armas y aceptado la
intervención de la NNUU y no hemos escatimado esfuerzo alguno para colaborar
con la ONU para que arregle pacíficamente el problema. Haciendo una
retrospectiva nos dimos cuenta que fuimos excesivamente ingenuos al confiar en
un sistema que es impotente al menos frente a una situación en que Marruecos
claramente está al margen de la legalidad internacional.
- Van 38 años de la invasión marroquí al
Sáhara Occidental y la ONU no avanza por la indiferencia de los países. ¿Qué
les queda?
Nos queda continuar nuestra lucha… No
queremos precipitarnos, hemos hecho una gran apuesta por Naciones Unidas,
seguimos confiando en ella. No hay arrepentimiento de nuestra parte que hubo
tiempo perdido. Hemos demostrado que tenemos la razón, que quién se niega a ir
a una consulta democrática es que tiene miedo de algo. También lo que está a
prueba es la propia credibilidad de Naciones Unidas. A nosotros nos gustaría
que llegue el día que Naciones Unidas tire la toalla y diga “no podemos con
Marruecos”. En ese momento estaremos mejor situados para saber la decisión que
vamos a tomar, hoy estamos muy lejos de la capitulación…
- Hay saharauis, los jóvenes por
ejemplo, que quieren ir a la guerra porque han perdido la esperanza en la ONU…
Eso es harina de otro costal. Nosotros
tenemos un debate interno muy intenso que sustancialmente gira en torno al
manejo de este proceso de paz de parte del gobierno saharaui y hasta este
momento se ha salvado de la presión refugiándose en iniciativas para dar la
apariencia que esto camina, pero el tiempo se está agotando y las voces de
protesta y de desacuerdo con el manejo y la confianza en las NNUU está llegando
a un punto que difícilmente el liderazgo saharaui lo pueda maniobrar con la
comodidad con la que lo está manejando hasta ahora. La tiene muy difícil si de
aquí al próximo congreso del Frente Polisario, el liderazgo saharaui no ofrece
algo como resultado de esta gestión con NNUU que pueda calmar la frustración y
desilusión justificada de una población que ha confiado en NNUU y que
prácticamente no ha hecho nada, ni siquiera es capaz de proteger los derechos
humanos.
De la misma manera que no podemos
reescribir la historia, la geografía es una sola, no podemos cambiarla.
Saharauis y marroquíes somos vecinos
inevitables. Hemos de cerrar el largo y
trágico episodio de guerra y
confrontaciones para centrarnos en el
futuro. Marruecos del siglo XXI no puede vivir en un estado de emergencia
permanente creando tensiones y divergencias con todos sus
vecinos. No puede seguir despilfarrando recursos ingentes
que pueden ser destinados al desarrollo de nuestros pueblos y de nuestra
región. Es uno de los estados poderosos del norte de África y tiene la obligación
y la responsabilidad de velar por la estabilidad de la región y convivir en paz con todos sus vecinos, sean
pequeños o grandes. Ya no es la época de los muros y las
fronteras minadas. Con los saharauis
ganarán mucho más pactando una solución justa y pacífica basada en el
respeto mutuo. Los saharauis están
ansiosos por abrir una página nueva con
el Reino de Marruecos. Debemos aprovechar en serio y con honestidad la intervención
de la ONU para hallar la salida justa y
honorable que nuestros pueblos merecen y esperan.
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“Confío en la buena fe del Papa Francisco”
- ¿Cómo evalúa la relación de Estados
Unidos con el pueblo saharaui?
Incipiente, pero de gran valor para
nosotros. Nuestra confianza en el nuevo Secretario de Estado John Kerry es
alta.
- ¿Qué le pediría a Francia?
Ser benigna con el pueblo saharaui
- ¿Y a España?
Tener gallardía. Que lea otra vez a
Cervantes
- ¿Cuál es su opinión sobre el Papa
Francisco?
Muy positiva por nuestra pertenencia al
mundo latino y nuestra condición de ex colonia española. Pido que desde su
altura incluso física y desde la altura de El Vaticano incluya en su espacio de
visión al pueblo saharaui por muy pequeño que fuera. Confío en la buena fe del
Papa Francisco y cuando conozca muy bien la naturaleza de este problema va a
ser un activista de la causa saharaui.
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