Embajada de la República Saharaui en Argel, donde el Ministro de Exteriores Saharaui hizo una rueda de prensa y transmitió el comunicado |
Con motivo del trascurso de 39 años del inicio de la invasión militar marroquí a los territorios del Sahara Occidental, el 6 de noviembre, y ante el nerviosismo, intransigencia y amenazas, y acusaciones en todas las direcciones, el rey de Marruecos dio lectura a un discurso nuevo en el que reniega de los compromisos solemnemente concertados con la comunidad internacional.
La alocución del rey es portadora de tomas de posiciones de una claridad palmaria y que denotan no solo un claro rechazo de las decisiones de las Naciones unidas y de sus resoluciones que determinan la naturaleza del conflicto saharaui y el marco para la solución de dicho conflicto, sino que reniega de las bases mismas de las negociaciones.
Como hizo en su discurso de 2009, el rey ha vuelto recurrir a las amenazas a todos los saharauis que muestren el mínimo recelo por manifestar su legítimo derecho a la libertad de expresar su posición respecto al conflicto y su rechazo a la ocupación, derecho reconocido y protegido por la normatividad internacional.
Lamentablemente, el rey de Marruecos pretende imponer a las Naciones Unidas, a sus funcionarios y a las potencias internacionales; a los organismos de derechos humanos, la lógica de la ocupación en lugar de lo que establece el derecho y la legalidad.
El Gobierno Saharaui expresa por ello su enérgica condena y repulsa a esta actitud de clar rechazo a la legalidad internacional, a la vez que recuerda que la Carta y las resoluciones de las Naciones Unidas establecen de manera clara que el problema del Sahara Occidental es un problema de descolonización claramente tipificado; que las partes en conflicto son el reino de Marruecos y el Frente POLISARIO, y que la solución del mismo se encuentra en permitir al Pueblo Saharaui ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación y a la independencia, al igual que el resto de los países sometidos a la dominación colonial.
La presencia de Marruecos en el Sahara Occidental es una presencia de ocupación militar en violación del derecho internacional. Marruecos no tiene el titulo ni de soberanía ni de administración sobre los territorios saharauis. Por ello el gobierno saharaui condena la reiteración del rey de Marruecos, en 2014, de las mismas amenazas proferidas en el 2009, y advierte que estas amenazas derivaran en violaciones de los derechos humanos de la población saharaui en los territorios ocupados, violaciones similares a uno de los mayores crímenes perpetrados por Marruecos, tras el pérfido, brutal y violento ataque cometido por el ejército marroquí contra las poblaciones civiles del campamento de Gdeim Izik, en el 2010.
Asimismo, el Gobierno Saharaui condena el menosprecio y la altanería con que el rey de Marruecos
trata a los esfuerzos de la comunidad internacional en el ámbito político y en dominio de los derechos humanos, así como sus acusaciones claras una y otras subrepticias e insinuaciones, a funcionarios internacionales y la puesta en entredicho de la integridad y en la profesionalidad de estos funcionarios. Son igualmente condenables sus insinuaciones y chantajes. Por ello el Gobierno Saharaui pide a la comunidad internacional la pronta toma de posición y las decisiones que se imponen para hacer frente a esta nueva escalada en la intransigencia, e imponer a Marruecos el respeto riguroso de la legalidad internacional.
El Gobierno Saharaui reitera que el Pueblo Saharaui, bajo la dirección de su representante legítimo y único, Frente POLISARIO, rechaza de manera contundente las pseudosoluciones coloniales, y que continuara su combate justo por recobrar su libertad e independencia por todos los medios legales, y solicita de las Naciones unidas que acelere el proceso de descolonización del último reducto colonial en el continente africano, y la aplicación del plan de paz suscrito por las dos partes en conflicto, y aprobado por el consejo de seguridad, y que prevé la celebración de un referéndum de autodeterminación.
A la luz del amenazante lenguaje que rezuma del discurso del rey, y de la represión sistemática que se abate sobre las poblaciones saharauis en las zonas ocupadas, del bloqueo impuesto al territorio, la prohibición de visitas a los observadores internacionales a las zonas ocupadas, hechos todos corroborados por múltiples informes de organizaciones internacionales, El Gobierno Saharaui pide a las Naciones Unidas que asuma su responsabilidad de proteger a las poblaciones de un territorio que aún no ha culminado su descolonización, reactivando sus recomendaciones de crear un organismo internacional para proteger los derechos humanos en el Sahara Occidental, y para poner término al desenfrenado saqueo de los recursos naturales del territorio.
El Gobierno Saharaui solicita igualmente que se levante el bloqueo impuesto a los territorios ocupados, que se desmantele el muro erigido por Marruecos que constituye un crimen contra la humanidad; la rápida liberación de todos los prisioneros políticos saharauis, entre los cuales están los presos de Gdeim Izik, condenados injustamente por un tribunal militar a larga penas de cárcel, algunos de ellos a cadena perpetua; y, que se arroje luz sobre el paradero de todos los desaparecidos saharauis desde la invasión marroquí a finales de 1975.
El Gobierno Saharaui solicita igualmente que se levante el bloqueo impuesto a los territorios ocupados, que se desmantele el muro erigido por Marruecos que constituye un crimen contra la humanidad; la rápida liberación de todos los prisioneros políticos saharauis, entre los cuales están los presos de Gdeim Izik, condenados injustamente por un tribunal militar a larga penas de cárcel, algunos de ellos a cadena perpetua; y, que se arroje luz sobre el paradero de todos los desaparecidos saharauis desde la invasión marroquí a finales de 1975.
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