SPS 12/12/2016 – Fuente: Espía Digital, por Alfonso Lafarga
El presidente Rajoy se comprometió a
defender los Derechos Humanos desde el Consejo de Seguridad, pero en el Sáhara
Occidental ocupado por Marruecos este deber ha brillado por su ausencia.
“La defensa y promoción de los Derechos
Humanos es uno de los grandes pilares de la acción de España en Naciones
Unidas”.
Así aparece publicado en la página web del
Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación con motivo de la pertenencia
de España, como miembro no permanente, al Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas en el bienio 2015-2016.
El 26 de diciembre de 2014, pocos días
antes de formar parte por dos años del Consejo de Seguridad, el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, dijo desde el Palacio de la Moncloa que España
“seguirá defendiendo los principios en los que se asienta nuestra convivencia:
la libertad, el respeto a los derechos humanos, la democracia y la cooperación
entre las naciones”.
Estas palabras de compromiso del presidente
Rajoy han sido recordadas en El Espía Digital en alguno de los informes que
cada mes resumen las violaciones de los Derechos Humanos que a diario se
comenten en los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos.
España vuelve a tomar protagonismo al
presidir desde el 1 de diciembre de 2016, por segunda vez -la anterior fue en
octubre de 2016- el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Ese mismo día,
desde la presidencia del Gobierno se especificaba que “España seguirá buscando
una solución al conflicto en Siria y mejorar la asistencia a la población, en
nuestro papel de co-relatores del expediente humanitario en este país” y que
“España ejercerá su presidencia de la manera más transparente posible y con un
espíritu constructivo en favor de la paz y seguridad internacionales”.
En total 419 palabras de declaración de
principios, pero ni una sobre el Sáhara Occidental, el territorio que España,
en lugar de descolonizar, entregó a Marruecos, originándose un conflicto que
dura ya más de 40 años y que tiene a la población saharaui separada por un muro
de 2700 kilómetros sembrado de millones de minas.
La explicación de la presidencia de España
recuerda la que el gobierno de Rajoy dio en abril de 2015 cuando el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas renovó el mandato de la MINURSO -Misión de
Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental- para explicar su
voto a favor de la resolución. En aquella ocasión el gobierno no cito ni una
vez los Derechos Humanos, cuya vigilancia, una vez más, fue excluida del
cometido de la misión de las NNUU.
El presidente del Gobierno de España se
comprometió al acceder al Consejo de Seguridad a defender los Derechos Humanos,
que en los territorios del Sáhara Occidental bajo control marroquí son violados
permanentemente: se encarcela y tortura a los saharauis, incluso menores de
edad, por pedir el derecho a decidir libremente su futuro, reclamar un puesto
de trabajo o que no sean explotados sus recursos naturales.
Pero España, país responsable del origen de
este conflicto, no dice nada y calla, aunque se trate de abusos cometidos
contra nacionales suyos, como cuando son expulsados de la que fue su colonia.
Lo dijo Francisco de Quevedo y Villegas,
crítico de políticos: “Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”.
La que sigue es una relación aproximada de
hechos ocurridos en noviembre de 2016 en el Sáhara Occidental bajo ocupación
marroquí y ciudades del sur de Marruecos con población saharaui, según datos de
organizaciones de Derechos Humanos y medios de información saharauis, tanto
oficiales como independientes.
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