Fuente: Contramutis / 3 de abril de 2018. Fotos:
Contramutis y Fernando Iñíguez
Saharauis y miembros del movimiento
solidario con el Sáhara Occidental clamaron en la tarde del 3 de abril frente a
la embajada de Marruecos, en Madrid, por la libertad de los presos políticos
saharauis.
La manifestación coincidió con los 25 días
de huelga de hambre de varios presos del grupo de Gdeim Izik -que cumplen
condenas de veinte años de cárcel a cadena perpetua- cuyo estado de salud es crítico, cuatro de
ellos en peligro de muerte, según el manifiesto
leído al final de la concentración por una joven saharaui.
Sobre la situación de estos presos en
huelga de hambre se asegura que no
reciben asistencia médica y no se les permite echar azúcar en el agua para
evitar la deshidratación y “están en unas reducidas celdas, conocidas como “el
ataúd”, plagadas de insectos y gusanos, sin la adecuada ventilación ni las
mínimas condiciones higiénicas, tratándose de celdas muy frías y húmedas”.
Según testimonios de las familias que han
visitado a los reclusos “se encuentran en un alarmante estado de salud, están
incapacitados para moverse, tienen dolores por todo el cuerpo, dificultad para
ver, náuseas frecuentes y a pesar de sus problemas médicos no reciben ningún
tipo de atención médica”.
En el manifiesto, que está siendo firmado
por políticos, sindicalistas, actores y solidarios con la causa saharaui en la
página de CEAS-Sáhara, se hace un
llamamiento a la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara
Occidental y al representante especial del Secretario General de las Naciones
Unidas, Horst Köhler, para que “de una vez por todas se interesen por esta
crítica situación y velen por el estricto cumplimiento de la legalidad
internacional en relación al tratamiento de las personas presas y el
cumplimiento del Derecho Humanitario Internacional”.
Se pide al Gobierno de España, potencia
administradora del territorio y responsable del proceso de descolonización
inconcluso en el Sáhara Occidental, como reconocen tanto la ONU como la
Audiencia Nacional, “que no haga dejación de sus funciones y exija al Gobierno
de Marruecos el cumplimento de la legalidad internacional”.
Señalan que, como miembro del Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, España debe demostrar que es un país
profundamente comprometido con los derechos humanos y llevar a cabo las acciones pertinentes con respecto
a los presos políticos saharauis y la población saharaui del Territorio No
Autónomo del Sáhara Occidental para que se vea que la protección y promoción de
los Derechos Humanos es un eje prioritario de la política exterior española
como dice el Ejecutivo.
Durante una hora, saharauis residentes en
Madrid dirigieron sus voces hacia la sede de la
legación diplomática marroquí, en el número 179 de la calle de Serrano y
gritaron, especialmente los jóvenes, “si esto no se arregla, guerra, guerra”,
“esta embajada esta ensangrentada”, “fuera Marruecos de nuestra tierra”,
“Sáhara libertad, Polisario vencerá” y “Marruecos culpable, España
responsable”.
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