*Fuente: Porunsaharalibre, 09 de julio de
2018
PUSL.- El preso saharaui de 28 años de
edad, el Sr. OUAKARI ELOIFI (también pronunciado El Wafi Wakari), que fue
trasladado el 4 de julio a la cárcel de Ait Melloul, necesita atención médica urgente
y protección de su vida.
Después de su traslado, el Sr. Eloifi fue
puesto en una celda con presos marroquíes de delito común violentos, lo que
plantea serias preocupaciones para su integridad física, ya que es
absolutamente incapaz de defenderse debido a su condición de salud.
En la misma prisión están otros tres
estudiantes saharauis: Ali Shargui, Hamza Rami y Ahmed Abba Ali del mismo
grupo, conocido por Grupo Compañeros de El Uali, que fueron transferidos el
mismo día, pero están en bloques de celdas diferentes y sobre los cuales no
existen informaciones actuales.
Las familias piden a la ONU y a la UE que
se dirijan a las autoridades marroquíes la petición de unir a todos los presos
políticos sahararauis actualmente detenidos en Ait Melloul.
El Sr. Eloifi fue detenido en enero de 2016
y, desde su arresto, fue sometido a maltrato grave, palizas, ingestión
insuficiente de alimentos, sufrimiento psicológico y físico.
De 29 de marzo a 29 de abril de 2016, hizo
una huelga de hambre, durante la cual su salud empeoró rápidamente. Aunque se
afirme en la Ley Penitenciaria Marroquí que los huelguistas de hambre deberían
tener seguimiento médico, no fue así.
Cuando terminó la huelga de hambre, Eloifi
comenzó a tener problemas digestivos y el médico de la prisión de Oudaya,
Marrakesh, prescribió SULFAPRIM FORT. Su salud no mejoró con esta medicación,
al contrario, empeoró significativamente, pero no fue enviado a un
especialista.
Después de varias quejas presentadas por el
Sr. Eloifi, el Director Regional de Prisiones ordenó su traslado al hospital,
donde realizó exámenes de sangre y rayos x y después de los resultados los
médicos prescribieron a LIXIFOR (un suplemento alimenticio para combatir
problemas digestivos y sensaciones de hinchazón: compuesto por: Senna, Black
Radish, Anise, Cascara.
Con esta nueva medicación, empeoró aún más.
Después de un año y medio de sufrimiento y muchas quejas, fue nuevamente
enviado al hospital y los médicos dijeron que sufría de envenenamiento, pero
una vez más no fue tratado.
Además de los problemas digestivos, fue
diagnosticado con un problema en un testículo y fue informado de que necesitaba
una cirugía urgente, pero la cirugía no ocurrió y no tuvo seguimiento médico.
En la actualidad, sufre de:
Problemas digestivos
Vómitos continuos
Fiebre Cronica
El director de la prisión de Oudaya, el Sr.
Abdul Rahim Karari, rechazó cambiar la dieta del Sr. Wakari sugerida por el
médico. En Ait Melloul, la comida es aún peor para su salud.
También tiene deficiencia auditiva grave y
dolor desde las palizas a que fue sometido después de su detención. Según su
testimonio, es casi sordo del oído izquierdo.
También se queja de dolor severo en un
testículo (que de acuerdo con los síntomas puede ser una torsión testicular),
pero tiene que ser resuelta mediante cirugía urgente, como se le explicó en el
hospital.
Debido a todos estos problemas de salud,
redujo el consumo de alimentos a un mínimo en Oudaya, comiendo sólo pan seco
por la mañana y arroz con zanahoria al almuerzo, el Sr. Eloifi dice que sufre
un constante e insorpotable dolor, pero en Ait Melloul a la comida que recibe
es aún menos apropiada.
Él pesa ahora alrededor de 45 kg, pero
sigue perdiendo peso.
En el tribunal de apelación de Marrakesh
este año Eloifi denunció a los jueces y al procurador general en presencia de
los Observadores Internacionales que necesita atención médica urgente, pero
ninguna mejora de su situación puede ser observada, ya que sigue siendo víctima
de negligencia médica.
Desgraciadamente, la negligencia médica de
los prisioneros políticos saharauis es sistemática y todas las quejas y
recursos presentados a las autoridades marroquíes no tienen efecto ni
respuesta. Desde el año pasado, el CNDH (Counseil National droit d’homme de
Maroc) es el canal “oficial” para el “acompañamiento” de la tortura y de los
malos tratos, pero el CNDH no responde a ninguna queja de los presos políticos
saharauis, ni da seguimiento a los casos, las únicas circunstancias en que
aparecen en las cárceles son cuando son enviados como “mensajeros” del gobierno
pidiendo a los prisioneros parar las huelgas de hambre.
Eloifi, como todos los presos políticos
saharauis, no recibe copias de los extractos de sus exámenes médicos,
resultados de rayos x u otra información por escrito del equipo médico del
hospital y de la prisión o del director de la prisión.
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