*Fuente: El Diario Vasco (edición en papel). Por : IRAITZ
VÁZQUEZ. 26 de julio de 2018
El profesor de la UPV y asesor del Frente,
Juan Soroeta, habla del acuerdo de Pesca entre Marruecos y la Unión Europea
SAN SEBASTIÁN. «Por primera vez en cuarenta
años la situación del Sáhara Occidental comienza a moverse. Se ve con algo más
de luz». Quien así se pronuncia es el donostiarra Juan Soroeta, profesor de
Derecho Internacional de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y asesor del
Frente Polisario, que lleva más de veinte años luchando a favor de la causa
saharaui. Aunque sea poco a poco, desde hace un par de años se vislumbra un
nuevo panorama para este territorio. El Tratado del Libre Comercio y el acuerdo
de pesca están haciendo tambalear el ‘status quo’. El pasado enero, el abogado
general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) señaló que el
acuerdo de pesca de 2013 entre la Unión Europea y Marruecos no era válido, ya
que se aplica al Sáhara Occidental y a las aguas adyacentes. Después de que el
TJUE dejara claro en 2016 que el territorio y las aguas jurisdiccionales del
Sáhara Occidental «no están bajo soberanía marroquí».
Aún así, en febrero el TJUE dictaminó que
el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos es «válido» porque no es aplicable
al Sáhara Occidental ni a las aguas adyacentes a este territorio, algo que
sería contrario al principio de libre determinación recogido en el Derecho
Internacional, según se señaló en la sentencia. Soroeta se siente indignado con
el fallo del TJUE, ya que «decidió ignorar el informe preceptivo del Abogado
General. Afirmaba que al negociar y concluir acuerdos con Marruecos para la
explotación de los recursos naturales saharauis sin el consentimiento de su
población, la UE viola el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui».
El dictamen del TJUE dejó de esta manera la
puerta abierta para que el pasado viernes la Unión Europea (UE) y Marruecos
cerraran un nuevo acuerdo de pesca después de tres meses de negociaciones.
Un acuerdo que para Soroeta es «una
barbaridad». Y es que el TJUE estableció que para que este convenio sea
conforme al Derecho Internacional, debe contar con el consentimiento del pueblo
del Sáhara Occidental. Pero esta consulta al pueblo saharaui tiene su trampa,
según el profesor de la UPV/EHU. «La mayor parte de la población en el Sáhara
Occidental en la actualidad son colonos marroquíes que han sido trasladados por
Marruecos al territorio en violación de los Convenios de Ginebra, que prohíben
el traslado de personas del territorio del Estado ocupante al territorio
ocupado», sostiene Soroeta.
Soroeta recalca que «ya que el territorio y
las aguas jurisdiccionales del Sáhara Occidental no están bajo soberanía
marroquí, el acuerdo no es aplicable en ellos. Pese a ello, también en este
caso era evidente que este acuerdo, al igual que los que se han sucedido desde
que España abandonó el territorio, se aplica a las aguas del Sáhara
Occidental». Los datos muestran la importancia de estas aguas donde según los
datos aportados por la Unión Europea, se lleva a cabo el 95% de las pescas.
Pero Soroeta aún no pierde la esperanza. Queda
el último paso por dar: el Parlamento Europeo debe autorizar la firma del acuerdo.
«Es el momento de que nuestros parlamentarios hagan oír la voz de la sociedad española
y demuestren que realmente nos representan, desautorizando al Consejo, aunque
no hay muchas razones para pensar que lo vayan a hacer». La entrada del nuevo
Gobierno socialista de Pedro Sánchez en la Moncloa no entusiasma demasiado a
Soroeta. Calma a quien piense que pueda ser un paso adelante. «Los socialistas
han sido los peores compañeros de viaje que han tenido los saharauis todos estos
años. La bestia negra de todos ellos fue Felipe González», denuncia el profesor
de la UPV/EHU.
A pesar de las piedras que se están
encontrando en el camino, Soroeta no pierde las ganas de luchar por el pueblo saharaui.
Está cada vez más convencido de que la solución a este conflicto poco a poco se
va acercando. «La solución no vendrá por los tribunales, pero si Marruecos sigue
presionando a la UE, a lo mejor algún día les obligarán a sentarse y hablar».
No hay comentarios:
Publicar un comentario