*Fuente: Por un Sahara Libre, 06 de marzo de
2019
PUSL.- Según información de la familia de
Sidi Abdallah Abbahah, el preso político saharaui del Grupo Gdeim Izik, fue
objeto de acoso, de malos tratos, racismo y amenazas de muerte por parte de los
guardias de la cárcel de Tiflet2.
La abogada de Abbahah, Maître Ouled,
presentó en su nombre una queja al Comité de las Naciones Unidas contra la
Tortura (CAT) el año pasado.
El CAT emitió medidas provisionales
urgentes en mayo pasado exigiendo a las autoridades marroquíes:
· Liberación del prisionero con vigilancia;
· Acceso inmediato a un médico de su
elección;
· Fin inmediato del aislamiento.
Pasaron ya diez meses y Marruecos no
cumplió las medidas provisionales hasta el momento.
Las medidas provisionales se emiten en los
casos en que existe una amenaza inmediata para el detenido.
El propio Abbahah, así como su familia,
presentaron numerosas reclamaciones a todas las autoridades marroquíes y
exigieron atención médica, sin recibir ninguna respuesta.
El prisionero político está en aislamiento
prolongado hace un año.
A continuación el comunicado de la madre de
Abdallah Abbahah.
Comunicado
Ante la grave situación de mi hijo Sidi
Abdallah Abbahah, preso político saharaui del Grupo Gdeim Izik, actualmente
detenido en la cárcel de Tiflet2 e injustamente condenado a cadena perpetua,
informo, a quien pueda interesar, que él es continuamente víctima de acoso,
malos tratos, aislamiento, racismo y amenazas de muerte.
Mi hijo cuyo único crimen es ser un
SAHARAUI, como sus compañeros, todavía está, después de 8 años de prisión,
sometido a la tortura diaria.
Como castigo por denunciar a sus
torturadores delante de todo el mundo durante su juicio, mi hijo está en
confinamiento solitario desde su traslado a la cárcel de Tiflet2 el 7 de mayo
de 2018.
Después de su traslado, se le negaron
bienes esenciales, como mantas y una pluma y no vio ningún médico a pesar de
solicitarlo todos los días.
Como castigo por haber pedido al CAT
(Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura) proteger su vida, la semana
pasada esta situación escaló y Abdallah recibió amenazas de muerte.
Como represalia, tras la petición de la
ONU para liberarlo, está siendo presionado a interrumpir cualquier proceso que
confirme que fue torturado como denunció desde su arresto en 2010.
Como madre, estoy gritando al mundo
entero que no soporto ver a mi hijo sufriendo en las manos de sus verdugos
todos los días y que nuestra familia luchará hasta nuestro último soplo para
darle la libertad.
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