*Fuente: Reporteros Sin Fronteras.
12.06.2019
La deportación se produce el
mismo día en que RSF publica su informe sobre la represión al ejercicio del
periodismo en el territorio.
La fotoperiodista Judith Prat fue
expulsada ayer por la noche de El Aayún (Sáhara Occidental) por las fuerzas de
seguridad marroquíes, cuando regresaba de impartir un curso sobre fotoperiodismo
al colectivo de reporteros saharauis Equipe Média, en la ciudad de Dajla.
Prat, que volvía en autobús de
Dajla con rumbo a Agadir, hizo parada en El Aayún para pasar la noche antes de
proseguir su viaje y se alojó en el domicilio del periodista Said Amidan,
también perteneciente al mismo equipo de periodistas saharauis. “Al llegar a la
estación de autobuses procedente de Dajla, me vinieron a recoger sin problema
unos compañeros de Equipe Média y nos fuimos a cenar a casa de uno de ellos”,
explica a RSF España la fotógrafa. “Cuando llevábamos dos horas juntos
charlando relajadamente, la policía empezó a aporrear la puerta de la casa,
profiriendo gritos, amenazas y causando un tremendo alboroto. Había una mujer
embarazada con nosotros y sufrió una crisis de ansiedad”, añade.
Los agentes de policía no
uniformados que habían acudido al lugar obligaron a los periodistas de Equipe
Média y a Judith Prat a salir de la casa y permanecer separados. Hicieron que
la fotoperiodista subiera en uno de los cuatro vehículos con los que se habían
personado y la condujeron de regreso a la estación de autobuses para expulsarla
rumbo a Agadir. Los periodistas de Equipe Média lograron seguir a la caravana
policial sin ser vistos y capturaron la llegada a la estación y el
interrogatorio de la policía a Judith Prat (ver fotos).
“Fue cuando nos bajamos ante la
estación de autobuses que los agentes empezaron a interrogarme primero en un
tono suave, que fue tornándose en más hostil. Me pidieron el móvil para ver su
contenido y me hicieron preguntas sobre los periodistas de Equipe Média y mi
trabajo. Me negué, expliqué que estaba ahí como turista y que consideraba que
eran preguntas que no debía contestar. Pedí hablar con el consulado y la
Embajada española y fue cuando se moderaron y me dejaron marchar”, explica a
RSF España Judith Prat.
La expulsión de la fotógrafa se
produjo el mismo día que, en Madrid, Reporteros Sin Fronteras presentaba su
informe “Sáhara Occidental, un desierto para el periodismo”, en el que
precisamente se denuncia, entre otras acciones represivas de Marruecos contra
la libertad de información, la política de deportaciones sistemáticas de
periodistas extranjeros por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes.
Impidiendo con una persecución implacable el ejercicio del periodismo saharaui
y, a la vez, la entrada de reporteros extranjeros en el Sáhara Occidental, el
territorio ha acabado por transformarse en un “agujero negro informativo”, que
solo rompen -de ahí que sean vigilados y perseguidos- periodistas locales, como
los de Equipe Média.
El objetivo de las incautaciones
de móviles e interrogatorios a periodistas extranjeros cuando son deportados
tiene, de hecho, como objetivo extraer información que pueda ayudar a
incriminar y detener a los periodistas saharauis que colaboran en la
realización de los trabajos de sus compañeros venidos de otros países.
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