En una ocasión, leí una
entrevista a un tuareg. El periodista le preguntó sobre el silencio del
desierto y él contestó lo siguiente: “Si estás a solas, oyes el latido de tu
propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo”. Quizá esto mismo
le haya ocurrido a nuestro invitado, el activista Antonio Velázquez (Sinaloa,
México). Su deseo de conocer a percusionistas le llevó a viajar al continente
africano, concretamente a Senegal. Antes de llegar al destino y mientras
cruzaba los Territorios Ocupados, conoció a un grupo de jóvenes saharauis que
le explicaron la tragedia que padece su pueblo. Poco tiempo después, tras su
regreso al lugar de residencia, Barcelona, Antonio decidió emprender de nuevo
su viaje a los campamentos de refugiados en Argelia. Desde entonces, no ha
parado de viajar a los territorios ocupados, sensibilizado e indignado al ser
testigo de las violaciones de derechos humanos que cometen las autoridades
marroquíes en el Sáhara con total impunidad. Gracias al activismo de personas
como Antonio y a la valentía de miles de saharauis que viven en la
clandestinidad, la memoria del desierto seguirá intacta en el tiempo…
- El Nuevo Fígaro: Salaam aleikum
- Antonio Velázquez: Aleikum salaam
- ¿Cuándo fue la primera vez que viajó al
Sáhara Occidental?
- Hace 5 años aproximadamente.
-¿Cómo recuerda aquel viaje?
-Tomé un vuelo de Barcelona a la ciudad de
Marrakech (Marruecos) con la intención de comenzar un viaje al sur y llegar
hasta Senegal. Mi idea inicial era conocer a percusionistas y qué mejor que
hacerlo en los países subsaharianos. Era la primera vez que estaba en Marruecos
y todo me sorprendía, la vestimenta, el idioma, la religión, estaba muy
receptivo y con ganas de emprender mi camino a Senegal. Estuve en varias
ciudades y aldeas dentro del territorio marroquí, pero una vez que entré en los
Territorios Ocupados del Sáhara Occidental, me percaté de que había una
seguridad mucho mayor por la carretera, retenes militares, gendarmería cada
determinados kilómetros y lo que se me hizo más extraño fue que al querer
entrar a la ciudad del Aaiún, los militares me impidieron la entrada.
Aunque todo era muy extraño,
como si escondieran algo, yo justificaba sus acciones pensando que era una
cultura diferente y que, a lo mejor, yo me estaba sugestionando.
Continué mi viaje hacia
Senegal, tenía que terminar de cruzar los Territorios Ocupados ó antigua Sáhara
Español, Mauritania y llegar hasta mi destino. Pero antes de llegar a la ciudad
de Dajla en el Sáhara Ocupado, tres jóvenes me llevaron de auto stop, se
trataba de chicos saharauis que estaban sorprendidos de encontrarme en la
carretera. Hablaban perfectamente bien el castellano y en el camino hicimos
buena amistad y es cuando hubo un poco más de confianza cuando les dije que era
de México, me contaron que ellos en realidad no vivían ahí, que estaban por
unos días de forma clandestina en una jaima (tienda de tela) cerca de la ciudad
de Dajla y que debido a la represión por parte de Marruecos hacia sus familias,
ellos tenían que esconderse en medio del desierto para encontrarse con ellas.
Ahí abrí los ojos por primera
vez, me enteré de las graves violaciones a los derechos humanos por parte del
régimen marroquí sobre la población civil saharaui. Escuché de la voz de las y
los protagonistas, las formas de tortura, como los perseguían, hablaron sobre
los presos políticos y los desaparecidos y también me hablaron de sus
familiares que estaban en los campamentos del honor y la dignidad, también
llamados los campamentos de refugiados saharauis en Argelia.
Escuchar a una madre hablando
de cuando le tumbaron los dientes, un joven que habló de cuando violaron a su
hermana, esposas que lloran por sus maridos o hijos en las cárceles marroquíes.
Eso realmente te cambia el enfoque de tu viaje. Al cabo de los días seguí mi
viaje y, en Mauritania, conocí a más saharauis que me hablaron de los años de
guerra contra Marruecos, de los bombardeos con napalm y fósforo blanco, y
también recordaban a sus familiares que vivían en los campamentos en Argelia.
Por fin llegué a Senegal, pero no podía sacarme los rostros saharauis, me había
impactado y, sobre todo, me había sensibilizado de tal manera que me sentía
realmente indignado. No podía entender cómo era posible que yo no supiera nada,
siendo una situación tan grave y nadie de mi entorno en ese momento conocía la
realidad. Decidí salir de Senegal y regresar a los Territorios Saharauis. Pude
comprender muchas cosas a mi paso, entre ellas entendí porqué estaba
militarizado el territorio y porqué los saharauis no podían hablar su lengua,
el hassania.
Unas semanas después y ya en
Barcelona, estaba planeando un viaje a los campamentos de refugiados en
Argelia, necesitaba conocer a la otra parte del mismo pueblo que vive dividido
desde que Marruecos ocupó ilegalmente el Sáhara Occidental. Los años
posteriores hice varios viajes a los Territorios Ocupados por Marruecos en el
Sáhara Occidental, pero ya como observador internacional y debido a mi
vestimenta y mi gran barba, pasé desapercibido en el territorio, mientras documentaba
a las y los activistas saharauis defensores de derechos humanos.
Pero llega un momento que no
solamente te hablan de la represión, sino que eres testigo de ella y es cuando
decides tomar una decisión y dar un paso más. Me golpearon muy fuerte junto a
cinco activistas saharauis, por el simple hecho de estar con ellos, de
compartir sus casas, de tomar el té. A partir de ahí dejé de ser para Marruecos
el observador internacional para convertirme en un activista pro saharaui.
-En Octubre de 2010, cuarenta
familias instalaron sus ‘jaimas’ en el desierto, a 15 kilómetros de la
ciudad de El Aaiún. A los pocos días, ya eran 20.000 saharauis llegados de
diferentes lugares los que se concentraron en el campamento de Gdeim Izik, o
también conocido como ‘El campamento de la protesta y de la dignidad’. ¿Cuál es
la razón por la que el pueblo saharaui tomó dicha decisión?
-Es un grito de desesperación
hacia la comunidad internacional, es decirle al mundo que no soportan más vivir
bajo la ocupación marroquí, fue increíble ver cómo al paso de los días, iba
creciendo el campamento compuesto por niños, ancianos, mujeres embarazadas,
personas con necesidades especiales, fue muy especial para mi compartir con
ellos la manifestación pacífica más grande en la historia del Sáhara
Occidental. Tuvimos la oportunidad de grabar las únicas imágenes en HD sobre la
vida cotidiana dentro del campamento, el desalojo violento y días posteriores
en el Aaiún.
Pueden conocer la historia en:
www.documental-gdeim-izik.tk
-Allí estuvo usted junto
con su compañera Isabel Terraza. ¿Cómo accedieron al lugar?
-Mi compañera Isabel, junto a
otros compañeros de la Fundación Sáhara Occidental, asistimos a un juicio de
tres presos políticos saharauis en la ciudad de Casablanca y ahí planeamos
junto a unos amigos saharauis, poder entrar de forma clandestina Isabel y yo a
los Territorios Ocupados y una vez estando ahí, tratar de entrar al campamento.
Obviamente era y sigue siendo una zona controlada policial y militarmente por
Marruecos y ni un extranjero podía entrar ahí en ese momento, mucho menos
nosotros que un mes antes habíamos estado en el Aaiún e hicimos un trabajo de
difusión de la causa saharaui.
-¿Existe, por tanto, un
bloqueo informativo?
-Si, existe un bloqueo
informativo consentido por la comunidad internacional y un control sobre
cualquier extranjero que trate de entrar en el territorio.
-Un mes después, el 8 de
Noviembre, las fuerzas de ocupación marroquíes entran por la fuerza y desalojan
el campamento. ¿Cómo recuerda aquél día?
-Estábamos dentro del
campamento saharaui, a unos 15 kilómetros aproximadamente cerca de la
ciudad del Aaiún, nos encontrábamos dormidos y nos sorprendió ver un despliegue
militar y de gendarmería alrededor del campamento, helicópteros sobrevolando y
la gente desconcertada.
Nos atacaron con gases
lacrimógenos, chorros de agua caliente, piedras y posteriormente con armas de
fuego. Los miles de saharauis y nosotros, tuvimos que salir del campamento para
salvar nuestras vidas, las fuerzas de ocupación marroquíes destrozaron las más
de 7,000 jaimas del campamento, quemando las pertenencias de más de 20,000
personas.
Este campamento comenzó el
diez de octubre del 2010 y lo desmantelaron violentamente el ocho de noviembre
de ese mismo año, el campamento llamado Gdeim Izik, fue la chispa que encendió
las revoluciones del mundo árabe, es un parte aguas del conflicto del Sáhara
Occidental, fue un estímulo para todos los saharauis, un elíxir de esperanza,
es la unión del pueblo y la determinación para seguir luchando por su libertad.
-Tras el violento
desmantelamiento, tanto su compañera como usted solicitaron al Consejo de
Seguridad de la ONU que interviniese inmediatamente para garantizar los
Derechos Humanos de la población saharaui, la entrada de la Cruz Roja
internacional para atender a las víctimas de la represión y que la Comunidad
Internacional condenase el ataque violento de Marruecos sobre la población
civil saharaui. ¿Ha dado sus frutos?
-Lo único que hemos logrado es
que la sociedad civil internacional conozca un poco más sobre el conflicto del
Sáhara Occidental y que el Parlamento Europeo tome una postura justa al
respecto. Desgraciadamente, el tema del Sáhara no está en la agenda de los
países que pueden cambiar la historia.
Estamos hablando de un pueblo
que vive dividido por el muro militar más grande del mundo, que tiene entre 5 y
10 millones de minas anti-persona y minas para tanques, es el segundo muro en
extensión después de la muralla china, hablamos también de que la mitad de un
pueblo está exiliado en el desierto argelino llamado la hammada que significa
la nada, viviendo de la ayuda internacional y que en estos tiempos de crisis
están sufriendo bastante, a la espera de realizar el Referéndum de
Autodeterminación que la ONU ha prometido y la otra mitad del pueblo vive en
circunstancias lamentables debido a las graves violaciones a los derechos
humanos por parte de Marruecos, desapariciones, violaciones tanto para hombres
y mujeres, detenciones arbitrarias, asesinatos, entre otras.
-Un informe de 2002 de
Naciones Unidas señala que en el Acuerdo de Madrid (1975) España no transfirió
la soberanía sobre el territorio ni confirió a ninguno de los signatarios la
condición de potencia administradora. No obstante, el Gobierno saharaui afirma
que España ha sido y sigue siendo la potencia administradora del territorio y,
como tal, debe asumir la responsabilidad de conducirlo a su plena descolonización. ¿Qué opina al respecto?
-Hay que recordar que el
territorio saharaui sigue siendo una colonia de España, así de simple, porque
no hubo descolonización como lo exige el derecho internacional y la ONU. España
salió del Sáhara, siendo aún la provincia número 53 y cedió el territorio a
Marruecos y a Mauritania, pero estos acuerdos, llamados de Madrid firmados en
1975, son ilegales, porque no los reconoce ni la Haya, ni la ONU, ni siquiera
la comunidad internacional.
-El Sahara Occidental es
rico en recursos naturales, sin embargo, Marruecos no respeta el uso exclusivo
de esos recursos por parte del pueblo saharaui…
-Pareciera que el territorio
del Sáhara Occidental es sólo un puñado de arena, pero debajo de ella se
encuentran las bolsas de agua más grandes del norte de África, hay indicios de
uranio, petróleo, gas, tiene las minas de fosfato de las más grandes del mundo,
el banco de peces más importante del mundo, entre muchas otras riquezas y
acuerdos de energía con países como Francia y España. Según la ONU, el pueblo
saharaui tiene derecho a un Referéndum de Autodeterminación, mientras tanto
Marruecos y varios países de Occidente se benefician de manera ilegal, del
expolio de los Recursos Naturales de la región, sin que éstos reviertan en la
población autóctona saharaui.
-El 22 de Diciembre de
2010, Said Sidahmed Abdelwahab Dambar (26 años) fue asesinado a quema ropa por
un policía marroquí durante el toque de queda al cual es sometida la ciudad de
El Aaiún. Quienes le conocen dicen que era un joven “solidario y preocupado por
la situación que padece su pueblo”. Su familia ha estado exigiendo la verdad
sobre los hechos que rodearon su muerte, pero las autoridades marroquíes se
niegan a dar explicación alguna…
-Said Dambar fue un gran
compañero de la causa saharaui, hijo, hermano y amigo ejemplar. Pueden conocer
la historia en: www.said-dambar.tk
-Hasta el mismo día del
juicio, el 12 de Octubre de 2011, el cadáver de Said ha permanecido en la
morgue del hospital ‘Ben El Mehdi’, en El Aaiún, sin poder recibir sepultura.
¿Es posible que las autoridades marroquíes hayan estado amparando al policía hasta
el mismo día del veredicto?
-Tras dos años esperando una
investigación, el día 04 de junio del 2012, su cadáver ha sido enterrado sin el
consentimiento de la familia.
La familia ha conocido que su
hijo y hermano fue enterrado con la única presencia de agentes marroquíes en el
cementerio de Jat Eramla. Siendo éste hecho difícil de comprender dentro de la
cultura islámica. Diversos activistas saharauis consultados aseguran que el
cementerio estuvo cerrado y rodeado por fuerzas militares que impidieron
acercarse a la familia.
-La pena de prisión es de
15 años para el asesino de Dambar. ¿Ha tenido ocasión de hablar con la familia
al respecto?
-Tengo muy buena relación con
la familia Dambar y sabemos que en estos casos, los asesinos son acusados sólo
en papel, pero en los hechos, siguen trabajando en las calles de los
Territorios Ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental.
-Incluso los abogados
saharauis, Mohamed Bujale, Fadel Lili y Mohamed Erguibi, solicitaron una
investigación previa sobre las causas y circunstancias del fallecimiento de
Said Dambar, pero también ha sido rechazada por el Tribunal marroquí…
-Ha sido rechazada por una
sola razón, el Tribunal marroquí sabe que existen diferentes personajes ligados
a los Generales marroquíes involucrados en las desapariciones, torturas y
asesinatos de la población civil saharaui. Es como si el asesino juzgara a su
hermano asesino.
-El Co-presidente del
CORELSO (Comité para el respeto de las libertades y de los Derechos Humanos en
el Sahara), Enaama Asfari, afirmó que el Sáhara es “un pueblo que usa medios
pacíficos para reivindicar sus derechos”. ¿Cree que si se alzasen en armas,
conseguirían ser escuchados?
-Ennama Asfari es una persona
muy inteligente, con un gran corazón, fue el pilar dentro del campamento
saharaui de Gdeim Izik y, desgraciadamente, está junto a otros compañeros en la
cárcel marroquí de Salé, cerca de Rabat.
El pueblo saharaui desde el
alto al fuego entre Marruecos y el Frente POLISARIO, siempre ha empleado
acciones pacíficas para reivindicar su derecho a existir como pueblo. Creo que
hay que agotar todas las instancias pacíficas para que el pueblo saharaui sea
escuchado, porque el regreso a las armas no nos asegura que la situación va a
cambiar a nuestro favor y podemos caer en el juego de Marruecos y ser
etiquetados como terroristas, entonces lo habremos perdido todo.
Por otro lado reconozco el
legítimo derecho de volver a las armas, cuando la ONU y la comunidad
internacional han traicionado a los saharauis. He visto morir al padre de un
amigo saharaui por culpa de la policía marroquí, vi como desfiguraban a una
madre o como dejaban parapléjica a una joven, lo único que piensas en ese
momento, es en acciones directas que eviten la actual situación y que den una
lección a los torturadores marroquíes.
Pero analizándolo bien y con
cabeza fría, eso es lo que el régimen de Marruecos quiere, la reacción violenta
por parte de los saharauis para criminalizarnos ante occidente y así, tener el
pretexto perfecto para controlar todo el territorio.
He conocido a muchos políticos
y Embajadores saharauis en diferentes continentes y te puedo decir que están
haciendo un excelente trabajo diplomático, trabajo que no es muy reconocido por
el mismo pueblo, porque es lento y delicado si se difunde.
-Hablemos ahora de los
presos políticos. Marruecos dispone de cárceles en donde se encarcela a
saharauis que luchan por hacer justicia, por ser oídos. Un ejemplo es la cárcel
de Salé en donde al menos 23 saharauis están privados de libertad. ¿Conoce la
situación en la que se encuentran estos presos?
-Tuve la fortuna de convivir
con cada uno de ellos en mis diferentes viajes a los Territorios Ocupados y,
aún más, cuando estuvimos dentro del campamento Gdeim Izik, te puedo decir que
son grandes personas, con un corazón gigante y ejemplares en su vida diaria. Me
reunía con ellos todas las mañanas en el campamento porque estábamos divididos
en comités de información, limpieza, alimentación, organización de jaimas,
entre otros. Yo pertenecía al comité de información encargado de la prensa
internacional y tenía un jefe saharaui, convivía con ellos y la idea del
campamento que ellos tenían, era que el mundo viera que los saharauis son
capaces de manifestarse cívica y pacíficamente. Los compañeros saharauis que
están en las cárceles marroquíes son unos héroes que están viviendo bajo
torturas por el simple hecho de tratar de preservar el “ser saharaui”, su
cultura, sus raíces, su lengua el hassania, el ser un ciudadano del mundo del
desierto, capaz de construir una República en el exilio y ser un excepcional
vecino del norte de África. Los presos saharauis representan la lucha constante
por la libertad de todo un pueblo.
-¿Qué significó para el
pueblo saharaui la huelga de hambre llevada a cabo por la activista Aminetu
Haidar
-Aminetu Haidar es una gran
activista que logró contradecir a la monarquía marroquí y enfrentó a Francia,
España y Marruecos en menos de un mes.
-Haidar pidió a la
Comunidad Internacional que presionase al gobierno marroquí para que respetase
principalmente los derechos humanos en el Sáhara, antes de llegar a una
solución política del conflicto. De hecho, Amnistía Internacional ha conseguido
que el Consejo de Seguridad de la ONU renueve un año más el mandado de la misión de Naciones Unidas
para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO). Sin embargo, esta
resolución no incluye el mecanismo de supervisión de derechos humanos que pueda
documentar las violaciones de derechos
humanos que están ocurriendo tanto en el Sáhara Occidental como en los campos
de Tindouf. ¿Por qué tanta impunidad?
-Francia, por medio del
Consejo de Seguridad, veta que la MINURSO pueda vigilar y atender las
violaciones a los derechos humanos en los Territorios Ocupados, debido a la
relación estrecha que mantiene con el rey de Marruecos Mohamed VI y los
intereses entre ambos países. He vivido varios meses en diferentes ocasiones en
los campamentos de refugiados en Argelia y en los Territorios Liberados de la
República Saharaui y te puedo asegurar que no existen violaciones a los
derechos humanos en éstos dos territorios. Sin embargo tengo documentadas
distintas violaciones a los derechos humanos por parte de Marruecos en los
Territorios Ocupados del Sáhara Occidental.
-Las Naciones Unidas
reconocen al Frente Polisario (movimiento de liberación nacional del Sáhara
Occidental) como la única fuerza política dominante en el territorio. ¿Ha
tenido ocasión de conocer su política?
-Conozco su política y a sus
dirigentes. La política es apegada al derecho internacional, iniciaron como un
movimiento independentista que a lo largo de los años han tenido que adecuarse
a las necesidades políticas y diplomáticas, convirtiéndose en un movimiento que
alberga una infraestructura ministerial con representantes en casi todo el
mundo. Han sabido crear y mantener una República en el exilio, la actual República
Árabe Saharaui Democrática, reconocida por más de 80 países.
-Pese al bloqueo
informativo, muchos saharauis han contado en numerosas conferencias, cómo
policías y militares marroquíes entran en las casas por la fuerza y torturan a
hombres, mujeres y niños. Muchos mueren víctimas de estas torturas. Si me
permite el símil, me recuerda a la injusticia que está sufriendo el pueblo
palestino…
-Hay similitudes muy grandes
con el pueblo palestino de acuerdo a las técnicas de represión ejercidas sobre
los dos pueblos. Hay que recordar que el muro que divide el Sáhara Occidental,
conocido como el muro de la vergüenza marroquí fue diseñado por Israel.
Palestina sufre una guerra
constante a los ojos de todo el mundo y los saharauis viven una guerra
silenciada. Es por eso que digo que el regreso a las armas por parte de los
saharauis no garantiza que sean escuchados, a veces las tragedias se normalizan
ante la opinión pública internacional, como muchos pueblos en resistencia en
todo el mundo.
-Dice un proverbio saharaui
que una sola mano no aplaude; los seres humanos necesitamos el apoyo y la
solidaridad de los demás para conseguir que nuestra lucha obtenga sus frutos.
Dígame, ¿conserva aún la esperanza de que el Sáhara sea libre y su gente viva
en paz algún día?
-Si no tuviera la seguridad de
que la paz y la libertad total del pueblo saharaui llegará algún día, tal vez
estaría en este momento luchando junto a un pueblo indígena de mi país o en
algún lugar de Latinoamérica. Pero hay mucho por hacer, para conservar entre
nosotros a un pueblo ancestral del desierto, si tuviéramos la oportunidad de
luchar por la vida de los mayas, incas, aztecas, te aseguro que millones de
personas estarían dispuestas a dar la vida por estas civilizaciones, con los
saharauis es igual, es un pueblo que tiene mucho que enseñarnos, con un corazón
enorme y del cual tenemos mucho que aprender y por el cual luchar, solo pido
que lo conozcas, que te quites el velo que occidente pone ante nuestros ojos y
seamos capaces de comprender su cultura, sus tradiciones, su religión.
Descubriremos a un pueblo pequeño en número de habitantes, pero enorme en
valores y costumbres.
Una sola mano no aplaude, por
eso necesitamos la tuya.