Más de 20 años de espera nos
han quitado hasta las ganas de alegrarnos. Pero esta vez, alegraos que hay
motivos para la alegría.
Aún no hemos ganados la
partida, pero el enemigo no sale de una derrota sino es para entrar otra. Ciertamente,
desde que Minetu Ali Haidar obligara al poderoso Majzen marroquí a tragarse el
sapo, Marruecos, no ha vuelto a levantar cabeza.
En su día y con todo el
acierto del mundo, el POLISARIO, había conseguido insertar la Causa Saharaui, en
la Agenda de NN.UU. Es decir, había conseguido dejar la pelota en el tejado de
la ONU. Hoy, después de tantos años de espera, el pueblo saharaui, está
cosechando los frutos de su lucha y de su paciente espera.
Hoy, después de tantos años de
tira y afloja, todo parece indicar que Marruecos ha quedado atrapado en la
telaraña de NN.UU.
Lo que siempre hemos esperado
que ocurra está empezando a ocurrir. Ya no es sólo el pueblo saharaui, sino la
Comunidad Internacional, en general, y la ONU, en particular, quienes se están
enfrentando a Marruecos. Y lo están haciendo por encima de la voluntad de
Marruecos.
Por primera vez en la historia,
una ley del Congreso de los EE.UU sale en ayuda del pueblo saharaui ((Inciso
‘g’ de la página H.R. 2055 441, de esta
ley: http://www.gpo.gov/fdsys/pkg/BILLS-112hr2055enr/pdf/BILLS-112hr2055enr.pdf).
Por primera vez en la historia,
el Departamento Estado Americano publica un Informe tan demoledor para con
Marruecos que casi parece un reconocimiento oficial a la RASD o algo muy
parecido, Informe accesible en, ‘scribd’, la librería online de San Francisco: http://es.scribd.com/doc/109746506/Report-to-Congress-on-Steps-Being-Taken-by-the-Government-of-Morocco-Related-to-Human-Rights-and-the-Western-Sahara).
Aún disfrutando con un asiento
no permanente en el Consejo de Seguridad, Marruecos, parece incapaz de revertir
el curso de los acontecimientos. A pesar de su rechazo inicial, Marruecos, no
ha tenido más remedio que recular y dar su brazo a torcer, aceptando la
continuidad de Ross en su papel de mediación y, además, aceptar su visita al
Sahara Occidental, donde el hombre se ha paseado como ha querido y se ha
entrevistado con quien le ha dado la gana. Vamos, por negarles, les ha negado
hasta la prioridad en el saludo protocolario en el aeropuerto de El Aaiún, lo
que revela que Ross se niega a cualquier acto del que pueda inferirse que
Marruecos ostenta la soberanía sobre el territorio, por lo que debe ser
Wolfgang Weisbrod-Weber y no el gobernador marroquí quien le reciba, primero, en
el aeropuerto de El Aaiún.
Todas las esperanzas, pues, están
puestas en el Informe que Ross presentará al Consejo de Seguridad, después de
concluir su gira por el Norte de África y Europa, a mediados de este mes de
noviembre.
Tradicionalmente, las
Resoluciones del Consejo de Seguridad, eran prefabricadas por el denominado
Grupo de Amigos del Sahara (un órgano sin cobertura legal que no hacía más que
robar las competencias de la MINURSO). Ahora, sin embargo, la elaboración del
borrador de esa Resolución no podrá hacer caso omiso del Informe de Ross.
Pero es que hay más. Incluso
la agenda de la ONU juega en contra de los intereses de Marruecos, porque en
marzo de 2013, un mes antes de que el Consejo de Seguridad se ponga a redactar
la Resolución sobre el Sahara Occidental, el Relator Especial de la ONU para la
Tortura, presentará su Informe a ese mismo Consejo de Seguridad. Informe que
tampoco pasará desapercibido a ojos de las potencias que elaborarán el borrador
de la Resolución.
A todo esto habría que
adicionar el hecho de que la Comunidad Internacional entera y, especialmente, EE.UU
y Francia están presionando a Argelia para que coopere en la previsible
intervención militar en Mali. Lo que sucede que Argelia, también, presiona en
Washington y París, para que esos países cooperen en el cumplimiento de las
Resoluciones de la ONU en el Sahara Occidental.
En fin, hoy, más que ayer, podemos
mostrar signos de esa alegría, que tanta falta nos hace.
Una anciana saharaui, Jdeiya
Ali, aborda al propio Christopher Ross durante la visita de éste a Tifariti y
le canta las cuarenta, ante la mirada atónita del personal de seguridad de la
MINURSO y de las propias autoridades saharauis. Todos, incluido Ross, reaccionaron
con una sonrisa ante tan clara expresión de sinceridad y espontaneidad (ver foto).
Haddamin Moulud Said.