El Alto Mando del Estado Mayor
del Ejército de Liberación Popular Saharaui (ELPS) ha decidido elevar su
capacidad combativa para responder a las “provocaciones marroquíes” tras la
expulsión el fin de semana de 84 funcionarios de la ONU del Sáhara Occidental
ocupado, decisión que para el Frente POLISARIO significa “el fin de la MINURSO
–la misión de Naciones Unidas en el Sáhara- y el retorno de la inestabilidad y
la guerra en la región”.
El Estado Mayor del EPLS,
reunido en Bir Lelhu, la localidad controlada por el Frente POLISARIO que fue
visitada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo que molestó
profundamente a Marruecos, ha tomado medidas “para elevar el nivel de
preparación, disposición y capacidad combativa para hacer frente a cualquier
tipo de eventualidades y amenazas”, según la agencia oficial saharaui Sáhara
Press Service (SPS).
El Buró Permanente del
Secretariado Nacional del F. POLISARIO, presidido por el primer ministro saharaui, Abdelkader Taleb
Omar, ha respaldado las medidas del Estado Mayor de su Ejército, que apoyará con
“todos los medios disponibles”.
El POLISARIO ha pedido la
intervención urgente del Consejo de Seguridad “para poner fin a la actual
escalada de Marruecos para socavar legitimidad internacional” y “proteger la legitimidad
internacional y los esfuerzos de la ONU encaminados a encontrar una solución
que garantice el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación”.
El Buró del Secretariado del
Polisario ha manifestado que la decisión de Marruecos “significa el fin de la
misión de la MINURSO y el retorno de la inestabilidad y la guerra en el
región”.
La MINURSO se estableció en el
Sáhara Occidental, tanto en la zona ocupada por Marruecos como en la controlada
por el movimiento de liberación saharaui por la Resolución 690 del Consejo de
Seguridad de 29 de abril de 1991, según las propuestas de arreglo aceptadas el
30 de agosto de 1988 por Marruecos y Frente POLISARIO. El plan establecía un
periodo de transición para preparar la celebración de un referéndum en el que
los saharauis elegirían entre la independencia y la integración con Marruecos.
Marruecos se niega ahora a la realización del referéndum y solo acepta un plan
de autonomía para la excolonia española que invadió hace 40 años.
El Consejo de Seguridad no
respaldó a Ban Ki-moon
EL 17 de marzo el Consejo de
Seguridad se reunió de urgencia para analizar la crisis provocada por los
ataque marroquíes al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tras su viaje a
la zona para buscar una solución al conflicto que tuvo en guerra durante 16
años a Marruecos con el Polisario, pero la conclusión a la que llegó el Consejo
fue expresar su “seria preocupación”.
Ban Ki-moon, que convocó la
reunión, lamentó la tibia postura del Consejo de Seguridad y su portavoz,
Stéphane Dujarric, dijo: “Habría sido mejor si hubiésemos recibido palabras más
claras del presidente del Consejo de Seguridad”. Según la información que
difundió desde las NNUU Efe, no se consiguió llegar a un acuerdo para respaldar
públicamente al secretario general.
El presidente de turno del
Consejo, el angoleño Ismael Abraão Gaspar Martins, habló de la “seria
preocupación” del Consejo y dijo que trataran el tema bilateralmente para
estabilizar la situación de la Misión de la Naciones Unidas para el Referéndum
en el Sáhara Occidental, a la que Marruecos decidió cortar su ayuda financiera
y dio un plazo de tres días para que saliesen 84 de sus funcionarios.
Las medidas de Marruecos fueron
calificadas por el portavoz de Ban Ki-moon como un “desafío” al Consejo, al que
pidió asumir sus responsabilidades. El secretario general mantiene que con las
acciones anunciadas por Marruecos el mandato de la MINURSO “no se hace
sostenible” y sus operaciones se vuelven “muy difíciles”.
Silencio del Gobierno de España
La función de la MINURSO recibió
el apoyo del Departamento de Estado de Estados Unidos, según manifestó su
portavoz John Kirby. La Unión Europea y
la Unión Africana expresaron también su respaldo a los esfuerzos del secretario
general de las Naciones Unidas para llegar a una solución que permita la libre
determinación del pueblo saharaui.
En España, que forma parta del
Consejo de Seguridad como miembro no permanente, el Gobierno en funciones
mantiene silencio sobre los ataques de Marruecos a Ban Ki-moon y las medidas
adoptadas contra la MINURSO, ante lo que EH Bildu ha anunciado que pedirá la
comparecencia urgente del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
La coordinadora que agrupa en
España a las Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) preguntó al
Gobierno si España será la comparsa “de un régimen posicionado ya abierta y públicamente
contra la legalidad internacional”: “¿Seguirá España, legalmente potencia
administradora del territorio, amparando con su silencio los ataques y
menosprecios a la labor del secretario general de la ONU? ¿Es ese el papel de
España en el mundo?
“En momentos en que se discute
un nuevo gobierno, e incluso una nueva forma de hacer política, España tiene la
oportunidad histórica de recuperar el papel de liderazgo que nunca debió
abandonar para culminar el último proceso de descolonización del continente
africano”, afirmó CEAS-Sáhara.
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