Foto: Naiz |
Fuente: EFE, 2 JUN 2016
La muerte del histórico líder saharaui,
Mohamad Abdelaziz, no supondrá cambio alguno en la actual estrategia política,
que seguirá ligada al diálogo y a la exigencia de que se cumpla la legalidad,
afirmó hoy el nuevo presidente saharaui, Jatri Adduh.
En una entrevista concedida a Efe, el
mandatario interino se descartó a sí mismo como sucesor permanente del
fallecido presidente e insistió en que la expulsión por parte de Marruecos de
parte de su personal en la misión de la ONU (MINURSO) constituye en realidad
una oportunidad para desbloquear el conflicto.
"Verdaderamente es una gran tragedia
la muerte de este hombre que nos ha acompañado, que nos ha liderado durante
estos cuarenta años. No obstante, el pueblo saharaui está más que nunca
decidido a transformar la tragedia en un estimulante para seguir la lucha, para
seguir el combate, la resistencia hasta lograr los objetivos", afirmó.
"Más que nunca hoy el pueblo saharaui está
unido, consensuado de seguir luchando. Más que nunca la dirección política del
pueblo saharaui está unida, estrechando los lazos, trabajando codo con codo
para salir de esta situación difícil y seguir la lucha", agregó.
A este respecto, Adduh que ha asumido las
riendas de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD) y del Frente
Polisario de forma interina en su calidad de presidente del Parlamento
nacional, afirmó que si se producen cambios será únicamente en la velocidad del
actual proceso.
"En cuanto a la estrategia no, es una
estrategia de lucha que va a tener que seguir. Si algún cambio podría sugerirse
sería en el ritmo de la manera y de los métodos en busca de la
autodeterminación y la independencia", afirmó.
La perdida de Abdelaziz se ha producido en
un momento político crítico, agudizado por la decisión adoptada por Marruecos
de expulsar a 73 miembros civiles de la MINURSO, la misión de la ONU que desde
1991 vigila el alto el fuego y prepara el referéndum de autodeterminación que
obstaculiza Rabat.
"El problema de la MINURSO no es ya un
problema propiamente saharaui, es problema de la comunidad internacional, de la
ONU, del propio Consejo de Seguridad, ya que fue quien tomó la decisión de
formarla", advirtió.
"Le corresponde al Consejo de Seguridad
exigir que vuelva la MINURSO con todo su potencial militar, político,
administrativo y civil, para que por consiguiente pueda seguir cumpliendo sus
funciones, sus tareas. Es una oportunidad para recordar al Consejo su
responsabilidad y para presionar a Marruecos", subrayó.
Al hilo de este argumento, Adduh advirtió
de que si el 30 de julio, fecha límite para que Marruecos acepte el retorno, el
citado cuerpo no regresa "le corresponde al Consejo de Seguridad tomar las
decisiones".
"La MINURSO no es un objetivo, es una
herramienta para que se cumplan las resoluciones de la ONU. Su finalidad debe
ser la organización del referéndum y por eso no solo exigimos que vuelva, sino
que se cumpla la misión y determine una fecha para organizar" la consulta,
resaltó.
"Es de suma peligrosidad el riesgo de
seguir manteniendo este status quo mientras prevalece en nuestro entorno una
situación de inestabilidad, de inseguridad, que si finalmente se le añade la
desesperación total de los saharauis y la frustración, conlleva riesgos
incalculables para la zona", agregó.
"Y en ese sentido es peligrosísimo
pensar que en cualquier momento se puede hablar de escenarios de generalización
de guerra en toda la zona magrebí, avisó.
Una advertencia que Adduh trasladó "a
las potencias responsables internacionales de la seguridad mundial (que) deben
tener en consideración que la estabilidad que Marruecos trata de vender
actualmente es gracias a la paciencia y la cooperación de los saharauis".
Afincado en la localidad de El Aiún hasta
la invasión marroquí de 1975, el político, que este verano cumplirá 61 años, se
descartó de la carrera por suceder a Abdelaziz, quien dirigió los destinos de
su pueblo durante 35 años.
Según los estatutos nacionales, pasados los
40 días de luto por la muerte del presidente, se celebrará un congreso en el
que se elegirá al próximo líder saharaui de entre un puñado de candidatos,
hasta la fecha desconocidos.
"Los estatutos no me excluyen, es que
yo no tengo la mínima intención de presentarme como presidente en el próximo
congreso" que se celebrará a principios de julio en los campamentos de
refugiados, concluyó.
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