La Guera, 15 sept 2012, José Antonio Navegante |
Días atrás, fuerzas mauritanas patrullaron
las calles vacías de la ciudad saharaui de La Güera llegando a levantar la
bandera de Mauritania, según informa Equipe Media Sahara. La decisión se
produce después de la celebración en la capital mauritana, Nuakchot, de la 27
Cumbre de la Liga Árabe, tras haber renunciado Marruecos a organizarla, y donde
se han evidenciado de nuevo las frías relaciones entre ambos países. Por
ejemplo, en el mapa de Marruecos no incluyeron el Sahara, lo que indignó a la
delegación marroquí.
El pasado diciembre de 2015 ya hubo
polémica tras una reunión de los dos países en que Marruecos amenazaba por la
presencia mauritana y también, como ahora, por la posible izada de su bandera
en la ciudad fantasma. Mauritania justifica su presencia con el fin de poner
orden al caos de la zona, con presencia de contrabando de drogas, armas y
bandas criminales.
Pero hay que recordar la historia y lo que
supone La Güera. La ciudad conocida como La Güera ó La Agüera, fue fundada por
los españoles hace casi un siglo, en 1920, aunque nuestra presencia se remonta
al siglo XV. El nombre de La Güera procede de la palabra española “agüera” que
identifica las zanjas hechas en un terreno para encaminar el agua de lluvia a
los campos de cultivo.
En la etapa del Sahara español tenía unos
1500 habitantes según el censo de 1974 que vivían de la pesca. Está ubicada en
Cabo Blanco, en una estrecha banda de tierra de 50 kilómetros, que tuvo un
aeropuerto, los restos abandonados de una pista de arena suponen un total de
1,5 kilómetros que ya ni se distinguen.
Fue ocupada, tras una resistencia de diez
días del Frente Polisario, por Mauritania en diciembre de 1975 tras los
Acuerdos Tripartitos de Madrid. La Güera quedó integrada en la provincia
mauritana de Tiris al-Gharbiyya, constituida sobre el territorio anexionado del
Sahara Occidental. Mauritania abandonó la zona sur del Sahara Occidental en
1979 y posteriormente reconoció a la República Árabe Saharaui Democrática
(RASD) en 1984. Hoy se plantea abrir una embajada de la RASD.
La ciudad fue entonces ocupada y
militarizada rápidamente por Marruecos pero estaba mal defendida y, ante las
incursiones repetidas del Frente Polisario, Mauritania pidió al Gobierno
marroquí que la abandonase a causa de la estrangulación económica que sufría su
puerto más importante y capital económica, Nuadibú, ubicada justo enfrente de
La Güera, apenas a 15 kilómetros. Mauritania tenía un interés evidente en que
esa zona no se viera envuelta en la guerra.
El gobierno marroquí intentó, en su
momento, construir diversas infraestructuras pero la arena se encargaba de
hacerlas inservibles. No existiendo actividades, ni habitantes —ya que todos se
desperdigaron por zonas y ciudades próximas—, Marruecos decidió evacuarla en
1989 y quedó fuera del muro de 2700 kilómetros que construyó y divide al
Sahara, estableciendo el último puesto al norte de La Güera, en Guerguerat, a
11 kilómetros de Mauritania.
Cuando se retiró Mauritania, junto al
acuerdo público, se incluyó una cláusula, al parecer secreta, en virtud de la
cual, aunque no se anexionaba esa pequeña parte del territorio saharaui, la
misma quedaba bajo su control, reconociendo, no obstante, su pertenencia a la
RASD, por lo que el Frente Polisario renunciaba a ocuparla.
Deshabitada, el ejército mauritano instaló
en sus proximidades un pequeño destacamento militar para regular el paso de
extranjeros, sobre todo en la parte norte, donde aún existe peligro de minas en
las proximidades del extremo meridional del citado muro de separación marroquí.
La armada marroquí observa las aguas territoriales y admite ‘de facto’ que la
autoridad la mantiene Mauritania quien también vigila a través de dos patrulleros
adquiridos recientemente a China.
Se encuentra pues, prácticamente
deshabitada y semienterrada por la arena, siendo poblada por algún pescador de
la tribu Imraguen y por el citado campamento militar mauritano, siendo
necesario un permiso especial para visitarla. La situación en esta ciudad
fantasma dista mucho de ser segura. No obstante, es el único lugar desde el
cual los saharauis –con permiso o con la ‘vista gorda’ mauritana- pueden
acceder de forma libre a su propia costa.
En 2014 se realizó el documental ‘La Güera,
mi pueblo olvidado’ de los directores, Gilberto Mastromatteo, periodista, y
Fiorella Bendoni; Está producido por la Asociación de Solidaridad con el pueblo
saharaui ‘Ban Slout Larbi’ de Sesto Fiorentino, en Italia. Se ha proyectado en
varias ciudades de las Islas Canarias y Buenos Aires, entre otros lugares.
También El Puerto de Santa María, en la
provincia de Cádiz, ratificó en 2013 su compromiso de hermanamiento con la
daira de La Güera, perteneciente a la wilaya de Auserd (uno de los cuatro
campos de refugiados saharauis en Tinduf administrados por la RASD). El
Ayuntamiento portuense, regido actualmente por el socialista David de la
Encina, en un acto oficial renovó el 20º aniversario del hermanamiento entre El
Puerto y La Güera, que se materializó en 1993.
Otras localidades que están hermanadas con
La Güera son Almansa, Crevillente, Guadix, Leganés, Gorliz, Santa Lucía de
Tirajana, Vitoria y Valle de Llerri en España y las italianas Monteriggioni y
Piteglio.
La propaganda marroquí siempre cita que el
Reino jerifiano en su costa atlántica llega de Tánger a La Güera aunque en esta
población ya hace mucho, mucho tiempo que no ondea la bandera de cinco puntas.
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