Foto: Correo Diplomático |
José Luis Navazo, director del 'Correo
Diplomático' y residente en el país desde hace 17 años, y su colaborador
Fernando Sanz Moreno, fueron trasladados a Ceuta por la policía sin previo
aviso
A la lista de periodistas sancionados por
las autoridades marroquíes por su cobertura de la rebelión del Rif se añadieron
anoche los primeros españoles: José Luis Navazo, director del “Correo
Diplomático”, una publicación digital dedicada a cubrir Marruecos, y su
colaborador Fernando Sanz Moreno.
Sobre las ocho de la tarde del martes tres
agentes de paisano la Dirección General de Seguridad Nacional se presentaron en
el domicilio particular en Tetuán de Navazo donde se encontraban ambos
periodistas, a los que pidieron que les acompañaran a la comisaría central de
la ciudad, según relata el “Correo Diplomático”. Tras pasar por las
dependencias policiales les condujeron en coche hasta el Tarajal, la frontera
de Ceuta con Marruecos, donde a las once de la noche les acompañaron hasta el
control policial español. No les dieron ningún motivo para justificar su
expulsión ni tampoco les permitieron recoger algunos enseres personales antes
de cruzar la frontera.
La expulsión es especialmente dolorosa para
Navazo porque no solo reside de hecho en Marruecos desde hace 17 años sino que
está casado con una mujer marroquí con la que tiene dos hijos que ostentan esa
nacionalidad. Para que pueda verlos estos deberán ahora trasladarse a España.
Aunque se trata de un medio de comunicación
pequeño, el “Correo Diplomático” es el que, en lengua española, ha cubierto más
exhaustivamente la revuelta del Rif. Esta empezó a finales de octubre y se ha
agravado después de que a finales de mayo las autoridades de Marruecos trataran
de acallarla reprimiendo las manifestaciones y deteniendo a cientos de
activistas, de los que 184 están encarcelados cumpliendo ya condena o
pendientes de juicio.
Navazo se muestra desconcertado por la
decisión que le afecta. “Es incomprensible porque tratamos de hacer una
cobertura equilibrada del Rif recogiendo obviamente el punto de vista de las
autoridades, como el alcalde de Alhucemas, al que entrevistamos, o los
comunicados del Gobierno civil”, comenta al teléfono. El “Correo Diplomático”
entrevistó también en marzo al primer ministro Saadedine el Othmani.
La animosidad hacia Navazo por su cobertura
del Rif afloró, sin embargo, a principios de la primavera cuando desde perfiles
anónimos se le acusó en las redes sociales de ser nada menos que el jefe en
Marruecos del servicio secreto argelino que estaría instigando la revuelta
rifeña. Poco antes el director de “Correo Diplomático” había entrevistado a
Nasser Zefzafi, el líder de las protestas en Alhucemas, detenido el 29 de mayo
y a la espera de ser juzgado por atentar contra la seguridad del Estado.
Las autoridades marroquíes no acostumbran a
expulsar a periodistas residentes en el país. A Luis de Vega, corresponsal en
Rabat del diario madrileño “ABC”, le retiraron, por ejemplo, en 2012 su
acreditación como periodista, pero no su permiso de residencia, por lo que en
teoría podía permanecer en Marruecos, pero sin trabajar. El Ministerio de
Comunicación puede argumentar así que no se ha producido una expulsión sino una
mera retirada de acreditación.
Al margen de la expulsión de un periodista
argelino en junio, las autoridades de Rabat se han cebado con la propia prensa
marroquí, nacional y rifeña. La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció a
principios de semana que ocho informadores marroquíes habían sido detenidos o
estaban desaparecidos. Uno de ellos, Hamid Mahdaoui, director del diario
digital Badil, ha sido incluso ya condenado a tres meses de cárcel, que está
cumpliendo, por incitar a los rifeños a manifestarse.
Yasmine Kacha, responsable del área de
África del Norte en RSF, aseguró que el “régimen marroquí está convirtiendo esa
región del Rif, de forma gradual, en una zona sin acceso a información
independiente mediante ataques físicos a periodistas presentes en las
manifestaciones, detenciones de informadores y bloqueo de telecomunicaciones”.
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