IU Europa. 29/11/2017
La eurodiputada de IU trasladará la
petición de múltiples organizaciones internacionales al Intergrupo sobre el
Sáhara Occidental de la Eurocámara, para presionar desde Bruselas. Pide que se
conforme una comisión de observación internacional para analizar las
violaciones de derechos humanos que Marruecos está cometiendo en el Sáhara
Occidental.
La eurodiputada de Izquierda Unida Paloma
López ha anunciado este miércoles que trasladará al Intergrupo sobre el Sáhara
Occidental del Parlamento Europeo – del que
es vicepresidenta-, la iniciativa de numerosas organizaciones
internacionales para que la Cruz Roja Internacional pueda visitar a los presos
políticos saharauis de Gdeim Izik, condenados a penas que van de 20 años de
cárcel a cadena perpetua después de un juicio plagado de irregularidades.
En una rueda de prensa en la Eurocámara,
López ha señalado que espera que “haya una petición formal”, no ya sólo por
parte del grupo de la Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica,
“sino del máximo número de eurodiputados y de grupos parlamentarios posibles”.
Esta es una de las conclusiones surgidas de
la conferencia Violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental que
organizó ayer la eurodiputada de IU y a la cual asistieron una veintena de
juristas, activistas y familiares de presos políticos saharauis.
Además, según ha explicado López, “nos queremos
unir a la petición de que se conforme una comisión independiente de
observación, que haga un análisis completo y detallado sobre las violaciones
que se están produciendo en la zona” por parte del Reino de Marruecos.
Violaciones que van desde la represión constante, a la persecución, detenciones
arbitrarias y palizas que a diario someten las fuerzas de seguridad marroquíes
a la población saharaui.
Dichas jornadas han estado muy centradas en
el campamento de Gdeim Izik, la intervención brutal de Marruecos para
desalojarlo y el juicio a los detenidos, que se cerró el pasado mes de
septiembre con la repetición de las condenas que había dictado previamente un
tribunal militar en un proceso que fue considerado nulo.
En este sentido, López ha exigido el “reagrupamiento
de todos los presos políticos saharauis” ya que, por ejemplo, la dispersión de
los detenidos de Gdeim Izik es tal que en algunos casos están a más de 1.300
kilómetros de distancia de sus familias, lo que sumado a las trabas que pone
Marruecos para las visitas y el acceso a tratamiento médico, los coloca en una
situación extremadamente precaria. “No pueden estar dispersos. Se tiene que
posibilitar la visita de sus familias, la atención médica y por eso
consideramos que el reagrupamiento es fundamental hasta su liberación, que
esperemos sea pronto”, ha deseado.
También se ha referido al caso concreto de
Naama Asfari, preso político saharaui en el proceso de Gdeim Izik, al que se le
prohíbe la visita de su pareja, la ciudadana de nacionalidad francesa Claude
Maguin, “algo que es a todas luces ilegal desde el punto de vista del derecho
internacional”.
A su lado han comparecido ante los medios
la observadora internacional en el juicio al grupo de Gdeim Izik y
representante de Fundación Sáhara Occidental, Isabel Lourenço, y el joven
activista saharaui, Hassana Aalia, que pese a los problemas que puso el
Ministerio de Interior en la época de Jorge Fernández Díaz, consiguió el
estatuto de refugiado en el Estado español.
Lourenço ha analizado en detalle el juicio
de Gdeim Izik, que no ha dudado en calificar de “teatro” al violar “la Cuarta
Convención de Ginebra, la Ley internacional humanitaria e incluso la
legislación marroquí”. “Estuvo repleto de irregularidades, duró siete meses y
nunca supimos si estábamos en el tribunal de primera instancia o en el de
apelación y no se tuvieron en cuenta las pruebas de abusos y torturas
continuadas a los presos”, ha explicado. Esas torturas “se siguen produciendo a
día de hoy y los detenidos están siendo confinados durante 22 horas al día en
su celda, algo prohibido”.
Asimismo, ha denunciado que “por primera
vez en siete años aparecieran nueve autopsias” de las que, sin embargo, “no
consta que haya habido levantamiento del cadáver, no hay fotografías, no consta
el médico forense que hizo la autopsia, ni dónde se hizo, ni la hora y fecha
del fallecimiento, ni hay pruebas de ADN”.
Aalia, por su parte, ha relatado la total
impunidad con la que actúa Marruecos con el pueblo saharaui. “La zona ocupada
está bloqueada militarmente, no se permite el acceso a nadie, incluido el grupo
de europarlamentarios que fueron expulsados hace un mes. Las torturas, los
malos tratos, las desapariciones forzadas, el robo recursos naturales y los
ataques a nuestra cultura, nuestra juventud y nuestra identidad se producen a
diario”, ha afirmado.
El joven activista ha querido “pedir que el
PE presione más a Marruecos, que mande observadores y que abra una
investigación sobre el campamento de Gdeim Izik, donde entraron brutalmente
asesinando a tres saharauis, sobre los que no ha habido ningún juicio”.
“Esperemos que los presos puedan disfrutar
de su libertad, pero también todo un pueblo dividido por uno de los muros más
largos del mundo y lleno de minas antipersona”, ha sentenciado.
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