Fuente: Algerie Patriotique. Kenzi Adam, 26
de marzo de 2018. Traducción: EIC Poemario por un Sahara Libre
El presidente de los Estados Unidos, Donald
Trump, anunció el jueves el nombramiento de John Bolton para el importante cargo
de consejero de seguridad nacional, en lugar del general H. R. McMaster. El
anuncio provocó un verdadero terremoto en Marruecos, que siempre ha considerado
a este ex embajador de Estados Unidos ante la ONU como un “enemigo”. De hecho,
las autoridades marroquíes lo perciben de alguna manera como la copia exacta de
Christopher Ross, el predecesor de Horst Köhler como enviado especial del
Secretario General de la ONU en el Sáhara Occidental.
En otras palabras, el Majzen sospecha que
el diplomático de 69 años es cercano al Frente Polisario. “Este antiguo
representante de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, desde el 1 de
agosto de 2005 hasta el 9 de diciembre de 2006, era hostil a los intereses del
reino. En particular, defendió una extensión del mandato de Minurso para el
monitoreo de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y la organización de
un referéndum sobre autodeterminación”, escribe una web marroquí que se queja de
que, además, sus posiciones “no son diferentes a las de su mentor James Baker”.
“John Bolton, de hecho, había trabajado en el equipo del primer enviado
personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara
Occidental. También es miembro del Instituto Baker”, escribe el sitio web de
Yabiladi, dejando entrever su decepción.
Desafortunadamente para el Majzen, el jefe
del NSC (Consejo de Seguridad Nacional) no necesita ser confirmado mediante
votación del Senado para asumir el cargo. Los lobbies que (Marruecos) suele
pagar generosamente para proteger sus intereses no podrán hacer nada por esta
vez. Parece seguro que Mohammed VI debe pensar en este momento que Donald Trump
– que es sabido que les guarda rencor - ha devuelto a John Bolton a la Casa Blanca
solo para que se arrepienta de haber apoyado financieramente a su rival Hillary
Clinton durante la última campaña presidencial o por su comportamiento con
Christopher Ross. En cualquier caso, ahora sabe que Trump no lo considera un
amigo. Y solo con esta idea entra en pánico el Majzen.
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