Contramutis / 28/03/2018
AL.- La Delegada saharaui para España, Jira
Bulahi, da la voz de alerta en un comunicado dirigido a la sociedad española y
a los medios de comunicación: Los presos políticos saharauis en cárceles
marroquíes se encuentran en un estado de salud extremadamente crítico.
Desde el 9 de marzo los presos saharauis
del Grupo de Gdeim Izik de la cárcel de Ait Melloul Brahim Ismaili, Mohamed
Mbarek Lefkir, Sidahmed Lemjeyid y Mohamed Bani; los de la prisión de Kenitra
El Bachir Boutanguiza, Mohamed Bourial, Abdallahi Lakfawni y Sidi Abdallahi
Abbahah, así como Salah Eddin Lebsir, de la cárcel de Tata, se encuentran en
huelga de hambre para reclamar el fin de las medidas ilegales e inhumanas que
aplican contra ellos. Justo al día siguiente de iniciar la huelga, los cuatro
presos de la cárcel de Kenitra fueron aislados, tal y como había amenazado el
director de la prisión.
Estos
presos políticos, que ya protagonizaron otras huelgas de hambre, fueron
detenidos arbitrariamente en 2010 en relación con el campamento reivindicativo
de Gdeim Izik y padecieron tortura, malos tratos, un juicio militar ilegal y un segundo juicio
civil sin garantías basado en actas de la policía firmadas bajo la tortura y
por las que fueron condenados a penas de hasta cadena perpetua.
Jira Bulahi dice que en el campamento de
Gdeim Izik, desmantelado violentamente, “se protestó pacíficamente por la continua y persistente marginación de
la población saharaui en su propia tierra”.
Además, exigían “el cumplimiento
y respeto de los Derechos Humanos, incluido el derecho a la libre
determinación que de conformidad con
numerosas resoluciones de las Naciones
Unidas le corresponde al pueblo saharaui”.
El 16 de septiembre de 2017, los 19
detenidos de Gdeim Izik que permanecen en prisión fueron dispersados por varias prisiones de
Marruecos, lejos de sus lugares de origen en el Sáhara Occidental y de sus
familias.
El 26 de marzo las madres de Abdallahi Lakfawni y El-Bashir
Boutanguiza, en la cárcel Kenitra, y la familia de Brahim Ismaili, en
Ait-Melloul 2, visitaron a los presos y el relato de lo que vieron es
estremecedor: “Están recluidos en celdas de castigo, conocidas como células
kacho o ataúd, infectadas de insectos y gusanos; no pueden moverse, tienen
dolores por todo el cuerpo, dificultad para ver y náuseas frecuentes; no hay ventilación ni
higiene y las celdas son frías y húmedas. No se les permite añadir azúcar o sal
al agua del grifo”.
La Delegada del Polisario para España señala
que, después de haber sufrido en febrero pasado el fallecimiento del
miembro de Gdeim Izik Mohamed Alayoubi, se enfrentan ahora al agravamiento de
la salud de estos presos “lo que sin duda producirá secuelas permanentes en su
ya delicado estado”, tanto físicas como mentales, “tras años de confinamiento
en terribles condiciones de aislamiento”.
La Delegada saharaui denuncia “el desprecio
a los Derechos Humanos de los presos políticos saharauis por parte de las
autoridades penitenciarias de ocupación, tales como la asistencia médica,
alimentación adecuada o el derecho a ser visitados regularmente y coacciones
hacia sus familiares directos, política tendente a la aniquilación de estos
héroes de la causa saharaui”.
Jira Bulahi hace un llamamiento a la Misión
de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO),
presente en el territorio ocupado por Marruecos, y al representante especial
del Secretario General de las Naciones Unidas, Horst Kohlere, “para que velen por el estricto cumplimiento
de la legalidad internacional en
relación al tratamiento de las personas presas y el cumplimiento del Derecho
Humanitario Internacional”.
“El Sáhara Occidental, Territorio No
Autónomo bajo ocupación extranjera, no es un limbo jurídico y por consiguiente sus habitantes, incluidas
las persona presas, deben disfrutar de unos derechos que son inherentes a todo ser humano”,
concluye la delegada saharaui para España, que es miembro del Secretariado
Nacional del Frente Polisario.
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