“Siempre que Rabat tiene problemas en el Sáhara, intenta desviar la atención”, asegura
Es la mayor protesta desde que España se retiró del Sáhara en 1975. Más de 20.000 saharauis han abandonado la ciudad de El Aaiún para instalarse en 7.500 jaimas en un pedregal a 18 kilómetros de la ciudad. Lo llaman el campamento Gdemlzik, pero es más conocido como el de la dignidad. Y esa chispa de dignidad ha enfurecido a Rabat, que ha cercado militarmente el asentamiento. Para Ahmedu Mojtar, representante del Frente Polisario en Galicia, la protesta ciudadana desmiente la propaganda marroquí que asegura que Rabat ha mejorado las condiciones de vida “con grandes inversiones” en estos territorios y se “ha ganado los corazones de los saharauis”. Y es la demostración de que los saharauis ya no pueden aguantar más. La protesta se produce a unos días de que la ONU reactive las conversaciones entre Marruecos y el Frente Polisario para buscar una salida a un conflicto enquistado desde hace más de tres décadas.
-¿Qué es lo que Marruecos no quiere que la prensa vea en Gdemlzik?
Lo que Marruecos no quiere que la prensa vea es todo. Lo que Marruecos lleva a cabo en esos territorios, que están cerrados a cal y canto desde que Rabat ocupó el territorio en 1975. Marruecos no quiere testigos incómodos. Quiere seguir actuando con total impunidad y ocultar las prácticas inhumanas que se llevan a cabo contra esa población: desapariciones, encarcelamiento y violación sistemática de los derechos humanos más elementales, la humillación que sufren a diario en su propia tierra, la marginación que también padecen, la carencia de recursos, la pobreza, la falta de educación y sanidad, de trabajo, de expectativas... La vida es imposible allí sin unas condiciones. La gente está harta, cansada de la ocupación y lo que ocurre estos días es la máxima expresión de rechazo a esa política de ocupación. Los saharauis han dicho basta ya.
-La prensa española que informa desde el Sáhara ocupado por Marruecos es objeto también de críticas y ataques. ¿Se siente acosado Rabat por la mirada internacional?
Marruecos nos tiene acostumbrado a este tipo de declaraciones. Y no solo dice que la “óptica es equivocada”. Se han inventado también un falso muerto en Melilla la semana pasada. Toda la prensa marroquí se lanzó a una campaña para difundir una información totalmente falsa. Cada vez que Marruecos tiene un problema en el Sáhara, uno de sus objetivos es desviar la opinión pública extranjera, porque en Marruecos no hay opinión pública. Alli no hay ciudadanos, hay súbditos. Y, por consiguiente, España es una diana fácil porque el Gobierno [español] nos ha acostumbrado a aceptar todo lo que diga Marruecos.
-¿Tiene España una posición de debilidad frente a Marruecos?
Totalmente. Ha quedado en evidencia a lo largo de estos años. No ha habido ni una denuncia por mínima que sea de los atropellos que Marruecos comete contra la población saharaui. Y nunca se ha ejercido ningún tipo de presión para que los observadores internacionales o incluso la propia prensa española acreditada en Rabat pueda cubrir e informar de lo que ocurre en el Sáhara Occidental. Evidentemente, ha habido una política de debilidad o de mutuo acuerdo, para mantener los intereses comerciales en Marruecos. Una parte de esos intereses es la pesca, que no está en las aguas de Marruecos, sino en el banco saharaui. El informe del departamente jurídico de la ONU en 2002 a cargo del secretario general adjunto, Hans Korel, deja claramente establecido que esos recursos solamente se pueden explotar si sus beneficios redundan en su población. La Unión Europea venía diciéndonos que parte de ese dinero iría a mejorar las condiciones de vida y ha resultado falso. Marruecos nunca ha invertido un céntimo en la población.
-Con el telón de fondo de las protestas, el Frente Polisario denunciaba la semana pasada el intento de Marruecos de volver a vincularlo con Al Qaeda...
No es un tema nuevo. No es la primera vez que Marruecos intenta vincular al Polisario con movimientos extremistas. La trayectoria del Polisario es archiconocida por todos los servicios de inteligencia. Nosostros no tenemos nada que ocultar, nunca hemos tenido una vinculación con movimientos terroristas. Y no solo no tenemos conexión con estos grupos, sino que los combatimos.
-La ONU quiere retomar la próxima semana el diálogo entre el Polisario y Marruecos ¿Qué espera el Frente Polisario de estas negociaciones?
Personalmente, soy un poco pesimista. Hasta ahora, Marruecos ha actuado con total impunidad contra las resoluciones de Naciones Unidas que el propio régimen marroquí en su momento aceptó. Mientras se vea envalentonado por la postura de ciertos países occidentales, Francia y España entre ellos, es difícil que ese régimen dé un paso más decidido y tenga una voluntad real de entrar en unas negociaciones sinceras y que puedan ofrecer una solución definitiva de este problema.
-Rabat ofrece la autonomía para el Sáhara. ¿La posibilidad de un referendo de autodeterminación sigue existiendo?
Marruecos ha pasado por varias etapas. En un primer momento, aceptó la celebración de un referendo de autodeterminación. Pero ahora lo ha cambiado por el término autonomía. Marruecos podría hacer esa propuesta, pero se debería recoger también la del Frente Polisario para que se admita la opción de la independencia. De tal forma que la población saharaui pueda elegir en una consulta democrática, transparente y con todas las garantías internacionales. Además, Marruecos no tiene ninguna soberanía sobre el Sáhara Occidental como para ofrecerle a su población autóctona esa propuesta. Marruecos puede ofrecer la autonomía a cualquier región de Marruecos, pero partimos de que el Sáhara no es un territorio marroquí. La potencia administradora de iure es España, no Marruecos. Nosotros estamos dispuestos a ir a una consulta en la que se recojan tres opciones: la autonomía, la opción de la integración y la independencia.
-¿La implicación de EE UU es fundamental para resolver el problema?
Es la superpotencia. Su punto de vista es muy importante. No hemos constatado que haya un rechazo a la posibilidad de que pueda surgir un estado independiente. EE UU firmó un acuerdo de libre comercio con Marruecos, pero excluyó todos los productos que provienen del Sáhara Occidental porque no reconocen la soberanía marroquí sobre ese territorio. Ese es un punto muy importante sobre el que deberían tomar nota España y Francia. Los EE UU tienen una visión global y tienen un interés en toda la zona. Puede que durante la guerra fría la visión fuese diferente. Pero hoy tienen interés en todo el Magreb.
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