En
el momento en que se produce la liberación de Ainhoa, Enric y
Rosella y se pone fin a su injusto y arbitrario cautiverio quisiera
dirigirme a vosotros para haceros llegar mi satisfacción personal,
como representante saharaui en el Estado español, y la de las
autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática uniéndonos
a la común alegría que sentimos ante el final de este siniestro
acto de violencia que no buscaba sino deteriorar la confianza y la
solidaridad que se ha construido entre todos nosotros a lo largo de
muchos años de sufrimiento y lucha.
Podéis
estar seguros de que su sacrificio no ha sido en vano y que su dolor,
unido al que venimos soportando a lo largo de todos estos años, ha
reforzado nuestra hermandad y agradecimiento mucho más de lo que ya
era; pues hoy por hoy sabemos que forman, formáis, parte de nuestra
sociedad, unidos más íntimamente por esta imprevisible desgracia.
Donde habite un saharaui allí estarán los tres y todos vosotros en
nuestra memoria y nuestro reconocimiento para siempre.
Ante
la noticia, todo el pueblo saharaui ha vibrado de contento y, tanto
en los campamentos como en los territorios ocupados, hoy es un día
de fiesta y de gozo en el que se siente más cercana nuestra propia
liberación. Todo el mundo ha comenzado a festejarlo como el
acontecimiento feliz que todos los días se espera y no parece
llegar, con un entusiasmo enorme que yo también querría haceros
llegar y sentir. El calor aplastante que golpea en estos días a la
hammada no ha podido impedir este momento de alegría, satisfacción
y contento.
Nuestro
agradecimiento expreso también para vosotros, sus familias y las
organizaciones que habéis apoyado y posibilitado su trabajo
solidario. A éstas por el constante apoyo que nos dáis, incluso en
la dificultad o en la crisis. A aquellas, muy en especial, por su
silencioso sacrificio y por saber fortalecer a quienes nos han
mostrado con creces su espíritu y entrega fraternal. Sin unas y
otras nuestra resistencia y nuestra lucha se haría más costosa.
Quiero
pensar que Alguien más allá de nosotros recompensa los sacrificios
pasados; algo que no podremos hacer en nuestra situación y de
acuerdo con las limitaciones y carencias que padecemos. Pero poco
seríamos si nuestra gratitud no durase tanto como la memoria de
nuestro pueblo.
Con
el saludo fraterno y más cordial de
Bucharaya
Ould Beyoun
Delegado
Saharaui para España