Entrevista de Isabel Fredes a
Bucharaya Beyun.
El representante del Frente
Polisario en España y primer ministro del Sahara Occidental en los años ochenta
visitó Zaragoza el pasado miércoles.
¿Qué tal es la relación con el
actual Gobierno de España?
La relación es buena, pero se
necesita un paso más para materializar la solución. A España le corresponde
actuar porque jurídicamente es la potencia colonizadora y administradora del
territorio. Debe defender ante Europa y a las Naciones Unidas que este
conflicto está pendiente de una solución y que el pueblo saharaui tiene derecho
a expresarse libremente en cuanto a su futuro. No deben limitarse a hacer
declaraciones cuando se les pregunte, con eso no se avanza.
Recientemente grupos por
saharauis de nuestro país denunciaron la venta de armas españolas a Marruecos.
A pesar de que la Unión
Europea prohíbe la venta de armas a países que violan los derechos humanos,
España ha estado haciéndolo todos estos años. Esas armas son usadas por las
fuerzas de represión marroquíes para reprimir al pueblo saharaui. Desde el
casco o el uniforme que llevan hasta las esposas que utilizan son
españolas. España debe convertirse en la
referencia europea en este conflicto, pero, lamentablemente, en los últimos
años ha estado a remolque de la posición francesa, que es quien está marcando
el camino. El derecho internacional deja claro que España sigue siendo
responsable mientras el proceso de descolonización no concluya. No pedimos que
se ponga a favor del Frente Polisario o en contra de Marruecos; pedimos que se
ponga del lado del respeto del derecho internacional.
¿La concienciación de la
sociedad española sí es la adecuada?
Sí. Contamos con alrededor de
400 asociaciones en España de apoyo a la causa saharaui. Existe una Federación
Española de Asociaciones que engloba también a ayuntamientos e instituciones,
una Conferencia de Intergrupos, la Asociación de Juristas, los actores, los
cineastas… En Aragón, contamos con la ponencia en las Cortes y acabamos de
constituir una Comisión de Información y Seguimiento del Sáhara Occidental en
el Ayuntamiento de Zaragoza que integra a todas las fuerzas políticas y las
asociaciones. Hay un movimiento solidario muy amplio y es así porque mucha
gente se siente defraudada y responsable
por lo mal que se ha llevado a cabo la política de descolonización. La
cuestión del Sáhara Occidental en España no es una cuestión de política
internacional, es una cuestión de política interna mientras no se termine el
proceso de descolonización. Es distinto de Iraq o Palestina.
Fue primer ministro saharaui
en los años ochenta ¿Cuáles son las principales diferencias entre la situación
actual y la de entonces?
Entonces estábamos en guerra y
la situación prioritaria era el frente militar, sin olvidar el grandísimo
trabajo social. Estábamos dedicados a crear la base gubernamental del país.
Pero la guerra armada concluyo cuando se aceptó el plan de paz y ahora reina la
búsqueda de una solución pacífica y democrática por la que hemos hecho muchas
concesiones.. Lamentablemente, la respuesta internacional recibida no
corresponde a aquellos esfuerzos. Después de 20 años de la presencia de las
Naciones Unidas en el territorio para llevar a cabo ese plan de paz, ha fracasado.
Ni ha hecho el referéndum que decreto para 1992 ni hace nada para que se
respeten los derechos humanos que constantemente viola Marruecos, ni para poner
fin al expolio brutal de los recursos naturales. Interpretamos que su presencia
en el territorio es solo un instrumento para legitimar la ocupación.. Hemos
perdido la esperanza y la confianza en la comunidad internacional.
¿La paciencia se les agota
solo a los dirigentes o es un sentimiento generalizado entre la población?
Sobre todo a los sectores más
jóvenes y al ejército. Los dirigentes siempre hemos tratado de imponer más
paciencia, más esperanza y arrastrar todo el proceso hacia una solución
pacífica. Los jóvenes saharauis ya no
confían en la ONU. Los dirigentes tratamos de convencerles de que hay que darle
más tiempo a la solución pacífica, pero no podremos mantenerlo mucho más. Ahora
mismo el proceso de negociación está roto por parte de Marruecos, que no quiere
negociar bajo los auspicios del actual mediador internacional, el americano
Cristopher Ross, en el que la ONU sigue renovando su confianza. Ya han sido
bloqueados tres procesos de intersolución: Marruecos no quiere aceptar hacer un
referéndum porque el cuerpo electoral no le era afín; boicoteó también el plan
Baker (que preveía cinco años de autonomía antes de hacer el referéndum) y, en
tercer lugar rompió el último plan de negociaciones hace un mes porque no le
beneficiaba: ¿Hasta cúando vamos a estar pendientes de esta negativa marroquí y
de la pasividad de la comunidad internacional?
Entonces, ¿cuál es la posible
solución al estancamiento del conflicto saharaui?
La solución definitiva debe
ser la democrática, que los saharauis decidan. Si no hay referéndum, el alto el
fuego pierde su sentido. La comunidad internacional intervino militarmente en
Kósovo, en Bosnia, pero justifican no hacerlo en nuestro conflicto porque en el
Sáhara no corre sangre. Nos están incitando volver a la guerra para lograr la
intervención. España está llamada a liderar esa lucha por la vía democrática.
No tiene por qué ser hoy, entendemos que la situación interna es muy
complicada, pero sí en dos o tres años.
¿La ayuda humanitaria se está
viendo afectada por la crisis?
La ayuda internacional siempre
fue deficiente. La crisis está golpeando duramente a España y por ende nos está
afectando también a los saharauis. Este año se ha reducido en el 48 % el apoyo
que recibimos de este país en todos los sentidos. Además del aspecto económico,
este año solo han venido 5.600 niños saharauis en lugar de los 8.000 o 9.000
que eran acogidos cada año. Otro claro ejemplo es que habitualmente salían
desde España 12 vuelos charter hacia los campamentos saharauis en Semana Santa
y este año fueron solo tres.
¿Ha visto el documental “Hijos
de las nubes”, de Bardem?
Por supuesto. Creo que refleja
bastante bien la realidad del pueblo saharaui y la mala descolonización que
hizo España en su día; muestra también el injusto apoyo incondicional que
ofrece Francia a Marruecos y deja clara la posición americana a favor de que se
respeten las libertades y los derechos humanos. El propio Jorge Moragas (actual
jefe del gabinete de Presidencia de Rajoy) defiende la posición política de
España, responsable del conflicto hasta que no termine.