Según ha informado la página
arabófona “Sahara Ahora” (www.saharanow.com) y de acuerdo con sus fuentes, el
Representante Especial de Naciones Unidas para el Sahara Occidental y máximo
responsable de la Minurso, Wolfgang Weisbrod-Weber, acaba de anunciar que pone fin al servicio
que venían prestando trabajadores de nacionalidad marroquí empleados en la sede de la MINURSO
en El Aaiún, alguno de los cuales lleva más de dos décadas contratado por esta
misión.
Esto ocurre después de que se
supiera que las relaciones entre Marruecos y las Naciones Unidas experimentaran
una tensión que desembocó en la retirada de la confianza de Marruecos hacia el
Enviado Personal del Secretario General para el Sahara Occidental, Christopher
Ross. Las fuentes consultadas añadieron que el Representante Especial de la
ONU, Weisbrod-Weber, que previamente trabajó en Timor Oriental, decidiera
licenciar a los trabajadores de la sede central de la MINURSO en El Aaiún y en
otras ciudades saharauis, basándose en informes internos que aseguran que
algunas personas realizan labores de espionaje sobre todos los movimientos de
los miembros de la Misión Internacional y que llevan más de dos décadas en el
Sahara Occidental.
Esto ya fue advertido
previamente por Christopher Ross que imputó a las autoridades marroquíes el
“corte de comunicaciones” entre la sede de la Misión de Naciones Unidas para el
Referéndum en el Sahara Occidental en El Aaiún y la sede de la ONU en Nueva
York. Este espionaje a la Misión elevó el nivel de la crisis convirtiéndola en
una crisis entre Marruecos y las Naciones Unidas y se transformé en una condena
directa a la parte marroquí.