De la poetisa venezolana Siboney
del Rey
¡Los que mueren por la vida,
no pueden llamarse muertos! (Alí Primera-Cantautor Venezolano).
Ya se cumplen dos años, de uno
de los peores genocidios que en la historia del pueblo saharaui, se conozca en
pleno siglo XXI: "EL HOLOCAUSTO DEL CAMPAMENTO DE GDEIM IZIK", cuando
las fuerzas de represión policial y militar, ejecutadas por el gobierno monarca
de Mohamed IV de Marruecos, arremetieron ferozmente contra una población
indefensa (se calcula que fueron más de veinte mil habitantes saharauies -en su
condición de refugiados, incluyendo a niños, mujeres y ancianos-, y fundadores
de "El Campamento de la Protesta Pacífica
y la Dignidad GDEIM IZIK", como símbolo de resistencia y lucha en sus territorios ocupados e
invadidos por Marruecos, en la ciudad de
El-Aaiún), empleando armas de destrucción masiva, lanzados desde el espacio
aéreo como terrestre, causando la muerte de éstos seres, quienes han quedado
como mártires del pueblo saharaui. ¡Prohibido olvidar!
Para honrar la memoria de los
mártires de Gdeim Izik, un pequeño homenaje a ellos, con este poema de mi
autoría:
MALAINÍN: "EL MÁRTIR DE
GDEIM IZIK"
A Malainín nunca lo conocí.
Supe de él, a través de un
reportaje de Telesur
sobre el pueblo saharaui.
Al igual que sus camaradas,
amigos y familiares,
vivía en los territorios
ocupados
y fundaron los campamentos
de “Gdeim Izik”.
Malainín llevaba sangre
bravía
y la resistencia de su
pueblo sobre su corazón.
No soportaba la injusticia
al ver que morían muchos de
los suyos,
a manos del enemigo
deplorable:
“El marroquí con venganza
atroz”.
Soñaba con ser médico,
deportista
o quizás, educador.
Soñaba con prepararse en
Cuba,
y hasta en Venezuela,
¡Porque era la cuna de Simón
Bolívar,
El Libertador!
Malainín también era poeta
y sus versos clamaban paz,
justicia,
y de Dios, toda protección.
¡De su pueblo que le
arrancaron la risa,
la alegría y de sus ojos,
el resplandor!
¡Gdeim Izik poblado de
resistencia,
de valientes,
de luchadores,
de militantes por la vida,
por la firmeza y por el
amor!
Cuando el enemigo tan
diabólico y atroz,
acabó con sus vidas,
era recordar lo que pasó en
Guérnica,
en Auschwitz,
en Bosnia,
en Gaza,
en Trípoli,
en Afganistán,
en Ruanda,
en Somalia,
en Camboya,
en Siria o en Irak…
¡Pero el mundo entero,
nunca supo lo que pasó en Gdeim Izik!
¡Gdeim Izik,
el campamento que construyó
Malainín!
El holocausto y el genocidio
que acabó con miles de
seres,
en los territorios ocupados
saharauis,
es tan monstruoso que la
humanidad jamás puede olvidar.
¡Mataron el sueño de
Malainín de ser médico,
deportista y educador!
¡Soñaba con atender
y enseñar a su pueblo,
devolviéndoles la alegría
y curarles las heridas del
dolor!
(Poema realizado en Caracas,
el 14/10/12)