jueves, 18 de octubre de 2012

El holocausto en el campamento de "Gdeim Izik" (territorios ocupados en el Sahara Occidental): ¡Prohibido olvidar!


De la poetisa venezolana Siboney del Rey
¡Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos! (Alí Primera-Cantautor Venezolano).
Ya se cumplen dos años, de uno de los peores genocidios que en la historia del pueblo saharaui, se conozca en pleno siglo XXI: "EL HOLOCAUSTO DEL CAMPAMENTO DE GDEIM IZIK", cuando las fuerzas de represión policial y militar, ejecutadas por el gobierno monarca de Mohamed IV de Marruecos, arremetieron ferozmente contra una población indefensa (se calcula que fueron más de veinte mil habitantes saharauies -en su condición de refugiados, incluyendo a niños, mujeres y ancianos-, y fundadores de "El Campamento de la Protesta Pacífica  y la Dignidad GDEIM IZIK", como símbolo de resistencia  y lucha en sus territorios ocupados e invadidos  por Marruecos, en la ciudad de El-Aaiún), empleando armas de destrucción masiva, lanzados desde el espacio aéreo como terrestre, causando la muerte de éstos seres, quienes han quedado como mártires del pueblo saharaui. ¡Prohibido olvidar!
Para honrar la memoria de los mártires de Gdeim Izik, un pequeño homenaje a ellos, con este poema de mi autoría:
MALAINÍN: "EL MÁRTIR DE GDEIM IZIK"
A Malainín nunca lo conocí.
Supe de él, a través de un reportaje de Telesur
sobre el pueblo saharaui.

Al igual que sus camaradas, amigos y familiares,
vivía en los territorios ocupados
y fundaron los campamentos de “Gdeim Izik”.

Malainín llevaba sangre bravía
y la resistencia de su pueblo sobre su corazón.
No soportaba la injusticia
al ver que morían muchos de los suyos,
a manos del enemigo deplorable:
“El marroquí con venganza atroz”.

Soñaba con ser médico,
deportista
o quizás, educador.
Soñaba con prepararse en Cuba,
y hasta en Venezuela,
¡Porque era la cuna de Simón Bolívar,
El Libertador!

Malainín también era poeta
y sus versos clamaban paz,
justicia,
y de Dios, toda protección.
¡De su pueblo que le arrancaron la risa,
 la alegría y de sus ojos,
el resplandor!

¡Gdeim Izik poblado de resistencia,
de valientes,
de luchadores,
de militantes por la vida,
por la firmeza y por el amor!

Cuando el enemigo tan diabólico y atroz,
acabó con sus vidas,
era recordar lo que pasó en Guérnica,
en Auschwitz,
en Bosnia,
en Gaza,
en Trípoli,
en Afganistán,
en Ruanda,
en Somalia,
en Camboya,
en Siria o en Irak…

¡Pero el mundo entero,
 nunca supo lo que pasó en Gdeim Izik!
¡Gdeim Izik,
el campamento que construyó Malainín!

El holocausto y el genocidio
que acabó con miles de seres,
en los territorios ocupados saharauis,
es tan monstruoso que la humanidad jamás puede olvidar.
¡Mataron el sueño de Malainín de ser médico,
deportista y educador!
¡Soñaba con atender
y enseñar a su pueblo,
devolviéndoles la alegría
y curarles las heridas del dolor!

(Poema realizado en Caracas, el 14/10/12)