Asociaciones españolas de
solidaridad con el Sáhara han condenado este domingo la represión
"feroz" y "brutal" ejercida el viernes por agentes de
seguridad marroquíes durante una protesta en El Aaiún y han criticado al
Gobierno de España por "legitimar" y "consentir" la
política del régimen de Marruecos.
Cerca de una treintena de
personas, entre independentistas saharauis y policías marroquíes, resultaron
heridos en la protesta, convocada un día después de que Marruecos frenara en la
ONU una propuesta de EEUU para que la Misión de Naciones Unidas en el Sahara
Occidental tuviera por primera vez mandato para supervisar la situación de los
derechos humanos en la antigua colonia española.
En sendos comunicados, la
Delegación Saharaui para España y la Coordinadora Estatal de Asociaciones
Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) recriminan al Ejecutivo español que
defienda y consienta el talante "provocador" y "retador"
del régimen marroquí.
CEAS se dirige concretamente
al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, a quien critica
que se "emboscase" tras las posiciones de Rusia y Francia para
justificar su rechazo a la propuesta de EEUU.
La coordinadora estatal
atribuye a esa "falta de compromiso" la intervención "bárbara y
desproporcionada" de la gendarmería marroquí contra los manifestantes
saharauis.
"¿Acaso no se podía
imaginar el sr. ministro lo que podía pasar?", pregunta y advierte de que
"cada nuevo día que se produzca una coacción, un acto de violencia
desproporcionada, una detención ilegal, una tortura, una víctima (...), le
recordaremos a él y a todo nuestro Gobierno la responsabilidad contraída con su
apoyo a Marruecos".
También pregunta si
García-Margallo se preocupará a partir de ahora de los derechos humanos vulnerados
en los territorios saharauis ocupados o "¿seguirá callando
cínicamente?".
La Delegación Saharaui para
España se suma en su nota a la condena de estas "graves violaciones"
de los derechos humanos y las libertades de manifestación y reunión y apela a la
comunidad internacional a velar por el cumplimiento "escrupuloso y
cabal" de las resoluciones de Naciones Unidas respecto al Sáhara
Occidental.