Bruselas,
05 de diciembre 2013
El pasado
viernes se organizo en la sede del Parlamento Europeo en la capital Bélgica, Bruselas,
un seminario en contra del acuerdo de pesca firmado entre la Unión Europea y
Marruecos. Seminario en el que se han estudiado los aspectos jurídicos que
vulneran las leyes internacionales y las resoluciones de las Naciones Unidas
que define el Sahara Occidental como territorio en proceso de descolonización
aún pendiente.
El
seminario contó con la participación del coordinador saharaui con la MINURSO, Mhamed
Jadad, y Mohamed Sidati, responsable saharaui para la Unión Europea.
También
asistieron figuras internacionales que han insistido sobre su rechazo al
acuerdo de pesca que incluye aguas jurisdiccionales del Sahara Occidental, y
que consideran el atropello que Europa pude cometer con la firma. Entre estas
personalidades estaba el exresponsable de la MINURSO en el Sahara Occidental el
diplomático Francesco Bastagli, y otros representantes de varias organizaciones
internacionales; todos los participantes cerraron filas contra el ilegal
acuerdo.
Destacar la
presencia del representante de la Unión África ante el Parlamento Europeo,
quien estuvo presente para trasladar el rechazo de su organización y considerar
el acuerdo con Marruecos en el que
incluyen las aguas del Sahara Occidental una vulneración que transgrede el
derecho internacional y pone en juego la reputación de la Unión Europea, si el
Parlamento lo aprueba en un marco jurídico ilegal. Un acuerdo que será
presentado el próximo día 10 de diciembre al Parlamento en Estrasburgo para su
votación.
El
Parlamento de la Unión Africana ha enviado el pasado 4 de diciembre un mensaje
al Parlamento Europeo en el que le invita a abogar por los derechos humanos y
que se abstenga de lo que empañaría la imagen de Europa, y la implicaría en una
violación de los convenios y las normas internacionales, tras la firma de
convenio que realizó con Marruecos la Comisaria europea incluyendo las aguas
del Sahara Occidental, un territorio ilegalmente ocupado por Marruecos y se
encuentra bajo supervisión de Naciones Unidas.
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