Juan Carlos Gómez, alumno de la Universidad
Pablo Olavide de Sevilla, ha estado retenido en el aeropuerto de El Aiún
durante más de 20 horas. Su intención era a realizar el practicum de su carrera
en Derecho y Ciencias Políticas
Las autoridades marroquíes han impedido al
estudiante sevillano Juan Carlos Gómez entrar a la ciudad de El Aiún, capital
de la antigua colonia de España en el Sáhara, donde iba a permanecer 25 días para realizar un trabajo para sus
prácticas de la carrera en Derecho y Ciencias Políticas que cursa en la
Universidad Pablo Olavide de Sevilla.
Según ha explicado a Público Gómez, que
ahora se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria, a su llegada al aeropuerto de
la ciudad marroquí, las autoridades le retuvieron durante más de 20 horas sin
darle ningún tipo de explicación hasta que, finalmente, fue deportado la mañana
de este miércoles.
"Cuando fui a sellar el pasaporte
empezaron a hacerme preguntas. Después me llevaron a la zona de equipajes y
registraron todo lo que llevaba", ha asegurado el estudiante. Le
requisaron su ordenador, su Ipad y su pasaporte, que no le devolvieron hasta el
momento de su deportación, y le obligaron a pasar la noche en las dependencias
policiales del aeropuerto.
Marruecos alegó para impedirle el paso que
llevaba poco dinero y que no tenía billete de vuelta, pero Juan Carlos sostiene
que disponía de 600 euros, una tarjeta de crédito y un billete de vuelta para
el próximo 14 de marzo. "No me cabe duda de que me han deportado por
razones políticas, aunque me lo hayan negado en varias ocasiones", explica.
"Dicen que el Sáhara es un territorio marroquí normal, pero es obvio que
las medidas de seguridad no son las habituales. No quieren observadores
extranjeros que puedan constatar cómo ellos reaccionan ante protestas del
pueblo saharaui", afirma.
El joven sevillano es miembro del Grupo de
Estudios e Investigación de la Universidad Pablo de Olavide (Saharupo) y
secretario general de la Asociación de Juristas Andaluces por el Sáhara (AJASAHARA),
por lo que a su llegada, la Policía del Reino alauí consideró su llegada a El
Aaiún inaceptable por su supuesto apoyo al Frente Polisario y su contacto con
activistas saharauis.
"Desamparado"
Tanto Gómez como su grupo de estudios han criticado la
actuación de las autoridades españolas, que no han hecho nada ni para evitar la
deportación ni para impedir la retención y el aislamiento que ha sufrido en
Marruecos. "La embajada me derivó a un consulado en Agadir, ese cónsul me
dice que no podía hacer nada. Luego me dicen que llame al consulado de Rabat, donde
me dieron un teléfono de urgencia en el
que me dicen que tampoco podían hacer nada. Al final, hablé con el ayudante de
un depositario en El Aiún que vino al aeropuerto, tomó mis datos y me dijo que
me iban a echar", ha relatado a Público.
"No quieren observadores extranjeros
que puedan constatar lo que ocurre en el Sahara"
Juan Carlos iba a recabar información y a
realizar entrevistas para completar las prácticas curriculares de su carrera
realizando una investigación sobre los Derechos Humanos en la zona ocupada por
Marruecos tras la independencia del Sáhara de España.
"Muchos saharauis fueron españoles y
quería recopilar información sobre algunas de estas personas que habían
desaparecido temporalmente o de forma definitiva", ha aclarado. "Hay
que tener en cuenta que el Sáhara es una zona legalmente el conflicto, donde la
MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental)
está presente pero no investiga el respeto de los Derechos Humanos. Es la única
misión de la ONU en el mundo que no vela por su cumplimiento y mi intención era
redactar un informe para que empezase a hacerlos", ha dicho.
Desde Saharupo han condenado la expulsión
de Juan Carlos de los Territorios Ocupados y han criticado en comunicado que el
"único fin [de Marruecos] es impedir que tanto desde las organizaciones
como desde el ámbito académico se puedan dar a conocer las continuas
violaciones de Derechos Humanos que sufren los y las saharauis en los
territorios ocupados por desde 1976".
Comunicado de Saharaupo sobre la
expulsión del estudiante español de El Aaiún por las autoridades de ocupación
marroquíes
JUAN CARLOS GÓMEZ JUSTO (ARCHIVO) /
SAHARAUPO, 19 de febrero de 2014
19/02/14, (VSOA).- En la tarde de hoy, ha
llegado a la redacción de Voz del Sahara Occidental en Argentina, un comunicado
de Saharaupo, en el que se manifiestan respecto de la retención en El Aaiún del
estudiante universitario Juan Carlos Goméz Justo en el aeropuerto de El Aaiún.
En el mismo, el grupo relata que “durante la tarde del martes 18 de febrero,
Juan Carlos Gómez Justo, estudiante de último curso de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), miembro de Saharupo
-Grupo de Estudios e Investigación de la Universidad Pablo de Olavide- y
secretario general de AJASAHARA -Asociación de Juristas Andaluces por el
Sáhara-, fue retenido en el aeropuerto de El Aaiún cuando llegó desde un vuelo
procedente de Las Palmas pasadas las 16 horas. El objetivo del viaje era
realizar una investigación de 25 días en el territorio saharaui con el fin de
completar sus prácticas curriculares”.
El comunicado continúa explicando que “una
vez allí, según declaraciones del propio estudiante, la policía marroquí le
confiscó el pasaporte y aparatos electrónicos y le acusó de pertenecer a
diversos grupos pro-saharauis, considerando así su llegada a El Aaiún
inaceptable por su supuesto apoyo al Frente Polisario y su contacto con
diversos y diversas activistas saharauis. Sobre las 20 horas pudo comunicarse
con sus contactos en El Aaiún y en Sevilla, y fue trasladado desde la oficina
policial a la sala de espera del aeropuerto, donde se le proporcionó agua y
alimento, y ha pasado la noche, vigilado en todo momento por ocho guardias marroquíes”.
Además, el texto expresa que, según fuentes
de la Universidad Pablo de Olavide “desde el Consulado marroquí en Sevilla
afirmaban no poder hacer nada, mientras que el Cónsul español en Rabat, Jacobo
González-Arnao informaba, ya hacia las 14:30 horas de hoy, que las causas de la
expulsión se basaban en considerar sus “actividades no aptas e incluso
subversivas” y el que no llevar el dinero suficiente como para pasar un mes
allí ni billete de vuelta, el cual tenía”.
Es por ello, que los firmantes expresan que
“es así como Marruecos sigue haciendo uso de la misma estrategia de silencio
que llevan manteniendo en todas las expulsiones de los Territorios Ocupados del
Sáhara Occidental. Juan Carlos afirma que intentó también contactar anoche con
la Embajada Española en Marruecos, que se mostraba inoperativa. Después, fue
siendo remitido desde el Consulado de Agadir al Consulado de Rabat, y a
sucesivos números de emergencias desde los
que no obtuvo respuesta. Los contactos en El Aaiún del estudiante confirmaban
que Juan Carlos iba a ser expulsado en el vuelo de las 13:20, hora insular, y
que se esperaba su llegada al aeropuerto de Las Palmas sobre las 15:30 hora
peninsular, así como su buen estado, el cual él mismo ha asegurado al ponerse
en contacto con sus compañeros y compañeras de la Universidad, a pesar de haber
recibido amenazas verbales por parte de la policía marroquí”.
Asimismo, los miembros de Saharaupo
afirman: “condenamos la expulsión de Juan Carlos de los Territorios Ocupados,
cuyo único fin es impedir que tanto desde las organizaciones como desde el
ámbito académico se pueda dar a conocer las continuas violaciones de Derechos
Humanos que sufren los y las saharauis en los territorios ocupados por
Marruecos desde 1976, invisibilizados por dicho gobierno y por el estado
español desde el abandono de la que fue colonia española hasta 1975″.
Saharaupo denuncia “la violencia ejercida
por el gobierno marroquí a los y las saharauis y a aquellas personas que
intentan acceder al territorio con el fin de visibilizar y realizar labores de
investigación académica y de observación internacional, evidenciando la censura
y la represión ejercida sobre aquellos y aquellas que intentan dar a conocer la
causa saharaui, impidiéndoles su acceso al territorio. Consideramos inaceptable
la continua opacidad propia del gobierno marroquí, cuando a la vez que niega
estas violaciones de los Derechos Humanos impide la realización de un estudio
científico y objetivo como el que iba a realizar el compañero Juan Carlos”.
También denuncian “la pasividad de las
instituciones españolas, que se han mostrado ajenas a la situación y
“desinformadas” e indiferentes ante el estado del compañero retenido,
priorizando siempre sus acuerdos políticos y económicos con Marruecos sobre los
derechos de los y las activistas saharauis que llevan años sufriendo la
represión marroquí, y de los y las activistas españoles y españolas a quienes
se persigue y limita el acceso y la libre circulación, contraviniendo todo
derecho fundamental.
Finalmente, exigen “el cese de la
criminalización y persecución que sufren las organizaciones, movimientos y
personas que luchan por los derechos y la dignidad del pueblo saharaui, así
como la ampliación de las competencias de la MINURSO en cuestión de Derechos
Humanos en el Sáhara Occidental”.
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