*Fuente: Espía Digital; 24 DE JUNIO DE 2014
El pleno de la Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional ha decidido que continúe la investigación por el
asesinato del saharaui de nacionalidad
española Baby Hamday Buyema, ocurrido en El Aaiún en noviembre de 2010, al
entender que España sigue siendo potencia administradora de derecho sobre el
territorio del Sáhara Occidental, según
las normas de Naciones Unidas.
En contra de archivar el caso se manifestó
el fiscal Pedro Rubira, ya que considera que Marruecos no es competente para
llevar a cabo la investigación por no haberse producido en territorio de su
jurisdicción.
En la misma reunión de la Sala de lo Penal
de la AN, y como consecuencia de la reforma legal hecha por el Partido Popular
sobre la justicia universal, se ha acordado sobreseer la causa que se seguía
contra dos ex presidentes y otros seis ex altos cargos del Gobierno chino por
el presunto genocidio cometido en el Tíbet.
El asesinato de Baby Hamday Buyema, de 35
años, padre de dos hijos, un niño de cuatro años, Saad, y una niña de dos, Aya,
ocurrió el mismo día que las fuerzas de seguridad y el ejército marroquí
desmantelaron el campamento de Gdeim Izik, el campamento de la dignidad, en el
que 20.000 saharauis se encontraban
instalados en jaimas desde hacía tres semanas a las afueras de El Aaiún para
reivindicar mejoras sociales y laborales.
Baby Hamday Buyema iba a su puesto de
trabajo en FossBucraa, empresa en la que era ingeniero eléctrico desde hacía
más de 12 años. Según el relato que hizo la familia, Baby viajaba en un autobús
que fue interceptado por policías marroquíes del cuerpo especial GUS, creado
exprofeso para actuar en el Sáhara Occidental.
Al ser el único ciudadano saharaui que se
encontraba en el autobús, fue obligado a bajar y con extrema violencia fue
atropellado brutalmente con uno de los furgones de la policía, que pasó varias
veces por encima de su cuerpo. La ambulancia tardó cinco horas en llegar.
Después, ya por la tarde, los policías
incendiaron un vehículo propiedad de Baby Hamday, un Mercedes 190, matrícula de Alemania. A los
pocos días fue enterrado de noche y en secreto por las autoridades marroquíes.
Su hermano Lammad Mulud Ali, que vive en
España, presentó una querella por genocidio y lesa humanidad contra el ministro
del Interior de Marruecos, el jefe del grupo especial GUS y varios policías, investigación
que tramita el Juzgado Central de
Instrucción número 2, del que es titular Ismael Moreno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario