La cuenta de Twitter “Le Makhzen” (palabra
árabe que designa el régimen de la dinastía alauita) se ha convertido en el
espacio virtual donde cada día se difunden los documentos secretos del gobierno
marroquí que datan desde 2012 a 2014. Nadie sabe qué o quién está detrás de
@chris_coleman24, lo que está claro es que sus revelaciones ponen de relieve
las duras líneas de actuación de Rabat en el contencioso saharaui. Marruecos ha
demostrado que no le importa jugar sucio para conseguir llevar a cabo su
‘solución definitiva’.
Las relaciones con países vecinos se han
visto afectadas, pero esto no parece preocuparle, al igual que no le preocupa
la injusticia e ilegalidad de la causa que apoya. En sus negociaciones
diplomáticas, marcadas por la arrogancia, Marruecos ha estado impidiendo el
trabajo de otros organismos sobre el terreno y manipulando a la opinión
pública. El gobierno no está dispuesto a debatir el plan marroquí de autonomía
para el Sahara Occidental forma abierta y transparente, precisamente por que no
piensa cumplir con su parte del plan, e incluso está dispuesto a comprar apoyos
de otras potencias.
En los documentos de ‘Coleman’ se demuestra
que Marruecos y la Secretaría General de la ONU, respaldada por EEUU, viven una
especie de ‘bronca permanente’ a causa del contencioso saharaui. Los informes
dan cuenta de un estado de ‘tensión’ entre Rabat y el enviado personal de Ban
Ki-moon, Christopher Ross, quien desde primavera está esperando que Rabat le
reciba para hacer una visita oficial por el Magreb. “Ross ha demostrado su
pronunciada hostilidad hacia Marruecos,” resalta el informe marroquí que marca
la línea a seguir sobre el Sáhara hasta abril de 2015. “Sin enfrentarse
abiertamente a él, se trata de desacreditarle” se aconseja en el mismo.
Marruecos también ha tratado de impedir que
la jefa de los cascos azules asuma sus funciones en el terreno. La canadiense
Kim Bolduc no ha podido tomar posesión de su cargo al frente de la MINURSO
(contingente de la ONU en el Sáhara Occidental), ya que el gobierno marroquí ha
vetado sus viajes al Sáhara. Hay que señalar que en abril del año pasado, la
embajadora de EEU en el Consejo de Seguridad, Susan Rice, propuso ampliar el
mandato de la MINURSO para que vigilase el respeto de los derechos humanos,
pero “París y, en menor medida, Madrid, evitaron que prosperase esa iniciativa
que disgustó a Rabat”, según comentaba Ignacio Cembrero en Orilla Sur.
Otra de las grandes revelaciones de Coleman
en torno al contencioso saharaui se enmarca en el acuerdo secreto alcanzado en
noviembre de 2013 en el Despacho Oval de la Casa Blanca, durante la visita del
rey Mohamed VI a Barack Obama. El presidente norteamericano dio entonces
abiertamente su respaldo al plan de autonomía previsto por Marruecos para el
Sáhara, si bien entre las condiciones secretas del pacto se encuentra la de
“legalizar ONG saharauis independentistas” lo cual no se está llevando a cabo.
Otra de las condiciones secretas del pacto, “poner fin a los juicios de civiles
[saharauis] por tribunales militares” se lleva a cabo de forma muy lenta, según
Rosemary Dicario, la embajadora adjunta norteamericana ante la ONU, le hizo
saber al gobierno. La tercera condición, “facilitar las visitas al Sahara de la
Alta Comisionada para los Derechos Humanos” es otra tarea pendiente de
Marruecos.
Además de los documentos diplomáticos, hay
también correos sobre sobornos del servicio secreto marroquí -la Dirección
General de Estudios y Documentación (DGED)- a periodistas y think-tanks para
que defiendan la posición de Rabat sobre la cuestión del Sáhara Occidental en
la prensa internacional y emitan duras críticas sobre Argelia y el Frente Polisario.
El jurista español Carlos Ruiz Miguel
escribe en su blog “Desde el Atlántico” que Ahmed Charai, director del
semanario L’Observateur du Maroc, (semanario donde acaba de ser portada nuestro
titular de interior, Jorge Fernández Díaz), reclutaba periodistas extranjeros
para trabajar con la DGED en la difusión de noticias falsas en medios de
comunicación (en ellas se acusa, por ejemplo, al Frente Polisario de establece
contactos con el “terrorismo yihadista”). Richard Miniter y Joseph Braude son
dos supuestos periodistas norteamericanos reclutados por Charai, mientras que
el profesor Henri Louis Védie y el periodista Vincent Hervouet actuaban en la
misma dirección desde Francia.
Para conseguir tener de su lado a la
opinión pública africana se ha creado la “Agence de Presse Africaine” (APA) y
Argelia Times, que pretenden convertirse en “referentes informativos” para la
cuestión del Sáhara en África. APA lanzó un portal llamado “Apanes”, que dio
difusión a la propaganda de la DGED.
Además, uno de los miembros del Consejo de Administración de esta “agencia” es
presidente de un portal de noticias mauritano “Sahara Medias”, que se dedica a
atacar a Argelia y al Frente Polisario. En un artículo de este sitio web puede
leerse que uno de los terroristas islamistas que secuestraron a tres
cooperantes españoles en Argelia, en octubre de 2011, era hijo del
representante del Frente Polisario en Cantabria.
Por otro lado, y como se ha publicado en la
web Western Sahara Resource Watch (WSRW), Marruecos utiliza los recursos naturales
del pueblo saharaui en su propio beneficio. Esta web cita un documento filtrado
por Chris Coleman según el cual, Marruecos estaría haciendo concesiones a
empresas multinacionales rusas para buscar el apoyo del kremlin en el tema del
Sáhara Occidental.
Bajo el título “cómo optimizar la posición
de Rusia”, se esboza su estrategia, que WSRW ha traducido del francés, y se
basa en “renovar, enriquecer y diversificar su cooperación estratégica con
Rusia, e implicarla en acciones en el
terreno de la pesca, la prospección petrolífera, los fosfatos, la energía,
etc.” Con ello Rabat pretende “que Rusia garantice un congelamiento del
expediente del Sáhara en el seno de la ONU, lo cual daría tiempo al reino para
llevar a cabo acciones fuertes con hechos irreversibles sobre la marroquinidad
del Sahara.”
Por ahora, el gobierno y los partidos
políticos no han dado ninguna explicación pública acerca de los documentos
revelados. Por otro lado, los servicios secretos marroquíes no han negado o
cuestionado los datos, y recientemente han abierto una investigación sobre la
filtración. ‘Chris Coleman’ ha afirmado que dispone de “más de 6 Gb de
documentos”, permanezcan atentos.
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