Fuente: Equipe Media (23/03/17) Equipe
Media 10:20 minutos de la mañana, en la sala del Tribunal de Salé (Rabat. Marruecos),
se empieza a oír al fondo una voz que sobresale sobre las demás presentes, “¡El
estado Saharaui es una realidad irreversible!”, es la voz de Hassan Dah
profiere las mismas mientras el magistrado lee los cargos que pesan sobre él.
Un poco después, el mismo se encarga de
negar las falsas acusaciones que le han sido imputadas, en el juicio-farsa que
las autoridades de ocupación marroquí celebran contra los presos políticos
saharauis de Gdeim Izik, el activista y preso político saharaui, Hassan Dah,
expresó su profundo compromiso con los derechos humanos, lo cual lo motiva a
denunciar las violaciones que se cometen contra los civiles saharauis por parte
de las autoridades de ocupación marroquí.
También, expresó sus condolencias a las
familias de las victimas tanto saharauis como marroquíes. Y aprovechó para
rendir homenaje a los que dieron sus vidas en defensa de los pueblos, tales
como Luali Mustafa y Mohamed Abdelaziz. Transmitió su agradecimiento a los
abogados y observadores, así como a la Asociación Marroquí de los DDHH,
calificándola como plataforma digna en la defensa de los DDHH.
El preso político saharaui puso en duda la
legitimidad del juicio, según las normas y principios del derecho internacional
humanitario. Y a pesar de los intentos de la fiscalía de boicotear la
intervención del activista al pretender limitar sus respuestas al marco del
interrogatorio (pregunta-respuesta), el abogado, Lehbib Rguebi, alegó que si se
quiere llegar a la verdad, la fiscalía ha de permitir dilucidar sobre todos los
aspectos.
Al tomar la palabra de nuevo, el activista
saharaui, subrayó que siendo el Sahara Occidental territorio sujeto a la
resolución 1415, la justicia marroquí no tiene el derecho de juzgar a los
ciudadanos saharauis y que la presencia de Marruecos en este territorio es
totalmente ilegal y por ello lo es este juicio y las acusaciones que le
atribuyen a él y a los otros activistas.
Al respecto del Campamento de Gdeim Izik,
el preso político Saharaui, afirmó que ha sido una mecha que encendió la
conciencia de los pueblos árabes. Una manera civilizada, a través de la cual
las y los saharauis expresaron su rechazo a seguir viviendo bajo la ocupación.
“Acudimos al Campamento huyendo de la salvaje y sistemática represión, el
empobrecimiento, las violaciones de los derechos humanos. Acudimos en busca de
la dignidad”, sentenció.
Una vez estando ahí, “el gobierno marroquí,
decidió agredir de forma salvaje y cobarde, cuando todos estaban dormidos,
poniendo al descubierto así el rostro colonialista de Marruecos”.
En su alegato, el activista saharaui de
DDHH relató que no fue arrestado, sino secuestrado, recibiendo un trato salvaje
e infrahumano. Fue arrestado por sus ideales políticos, comprometidos con los
derechos de los pueblos de decidir sus propios destinos y disfrutar de las
riquezas naturales de sus territorios.
Después del secuestro durante el cual fue
víctima de toda clase de violaciones físicas psíquicas, fue entregado a la
gendarmería marroquí. Irónicamente, esta no le interrogó sobre su estancia en
el campamento de Gdeim Izik, sino de su visita a Argelia, donde participó en
una conferencia internacional sobre el derecho de los pueblos.
Más tarde fue traspasado al tribunal
militar, donde fue acusado falsamente de múltiples delitos, sin poder acceder
de ninguno de los derechos que le asisten a cualquier acusado de esta
naturaleza.
Negó todas las falsas acusaciones que le
han sido atribuidas y denunció que su arresto es por su militancia por el
derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación de su destino.
Relató que durante las torturas a las que
fue sometido como parte del “interrogatorio” fue fotografiado por los
torturadores como una forma de tratar de ridiculizarlo y humillarlo.
Según el corresponsal de Equipe Media,
quien se encuentra informando desde la sala del Tribunal de Salé, reino de
Marruecos. El preso político Abdalahi Lajfauni, entro gritando “que viva la
lucha del pueblo saharaui”. Luego el Fiscal paso a leerle los cargos que se
tienen en su contra.
Lajfauni, comenzó, dando las gracias al
movimiento de solidaridad que hay en el mundo en apoyo a los presos políticos
de Gdeim Izik; y como estos se han solidarizado con el pueblo saharaui contra
la opresión que viven desde 1975. También saludo a la defensa y a los
observadores internacionales allí presentes e hizo llegar sus saludos a todos
los saharauis que vinieron apoyarles.
El acusado prosiguió, condenando los
crímenes cometidos por parte del ocupante marroquí en el campamento de Gdeim Izik
y mostro su solidaridad con las víctimas de ambos pueblos, tanto del pueblo
marroquí como del pueblo saharaui. Aclaro, que el Tribunal de Casación, les
prohibió defenderse y que este juicio viola el derecho de los presos políticos,
porque ellos fueron detenidos en El Aaiún, y deben entonces ser juzgados allí.
El ataque al campamento vino al mismo
tiempo en que se daba la ronda de negociaciones, entre el Frente Polisario y el
reino de Marruecos.
Cuenta que sufrió torturas salvajes,
durante cinco días después de su detención. Que el día del desmantelamiento
estaba dormido y que despertó cuando se produce el desastre del campamento por
parte del ocupante marroquí; vio en ese momento como mujeres y niños se
desmayaban. En ese momento, el acusado pregunto al Juez “¿Cómo, y esto es
propaganda marroquí, cómo puede salir rápido la gente del lugar, si allí había
30.000 personas. Como puede esa cantidad de gente salir toda al mismo tiempo?”.
Y siguió contando: “Después de las torturas, exigí atención médica”.
En ese momento, negó que recibiera órdenes
del exterior. Y aseguro que las actas verbales que le tomaron, son manipuladas
por el estado marroquí, que él firmo bajo la tortura y las amenazas.
“Marruecos, es el responsable de los asesinatos de los saharauis y los
marroquíes. Durante mi detención fui tirado desde la primer planta, de la casa
donde me detuvieron”.
Lajfauni agregó además un saludo al pueblo
marroquí, y señaló: “nos une el idioma árabe, la cultura y el Islam, pero el
régimen marroquí eligió invadir el Sáhara Occidental y oprimirlo.”
Negó las acusaciones, y que el estado
marroquí no pudo mostrar, ninguna evidencia contra los acusados.
Del mismo modo hizo saber, que él fue al
campamento el 10 de octubre, para huir de la opresión, y de la marginación que
viven a diario. Él fue a un campamento muy organizado, civilizado donde el
mundo puede asegurar que fue así, y que ese campamento ha mostrado la unión del
pueblo saharaui. Pero el 8 de noviembre de 2010, vino el ataque violento que
llevo adelante el ejército de ocupación marroquí.
“El estado marroquí a través de nuestro
juicio intenta tapar los crímenes de los dos pueblos y además hace una
manipulación de la opinión pública, para ganar puntos en la política, por
encima de violar los derechos de ambos pueblo”.
Al final expresó: “Viva el Frente
Polisario, viva la República Saharaui y viva el pueblo saharaui”.
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