Madrid, 21 de julio 2017
Según la organización Amnistía Internacional, la sentencia del juicio marroquí a presos políticos saharauis
“empañada por la inacción para investigar denuncias de tortura adecuadamente”.
Denuncia Amnistía Internacional.
Un tribunal declaró hoy a 23 activistas
saharauis culpables en relación con los mortales enfrentamientos que tuvieron
lugar en el Sáhara Occidental, tras no excluir en las vistas judiciales pruebas
empañadas por denuncias de tortura, dijo Amnistía Internacional.
A primeras horas de esta mañana, el
Tribunal de Apelaciones de Rabat impuso a los acusados penas de entre dos años
de prisión y cadena perpetua en relación con los enfrentamientos desencadenados
tras el desmantelamiento forzoso en 2010 de un campamento de protesta pacífica
en Gdim Izik, en el Sáhara Occidental, en los que resultaron muertos 11
miembros de las fuerzas de seguridad y dos manifestantes saharauis.
“En el juicio la mayoría de los acusados
declararon ante el tribunal que los habían torturado para hacerlos ‘confesar’ o
autoincriminarse o incriminar a terceros. Si el tribunal realmente hubiera
querido darles un juicio justo, a estas alturas ya habría realizado una
investigación adecuada de las denuncias de tortura o excluido las pruebas
cuestionables en las vistas”, declaró Heba Morayef, directora de Investigación
de Amnistía Internacional para el Norte de África.
“El hecho de que durante más de seis años
las autoridades judiciales no hayan investigado de manera adecuada las
denuncias de tortura en esta causa empaña la sentencia de hoy.”
Personas que presenciaron el juicio en
calidad de observadores contaron a Amnistía Internacional que 8 de los acusados
fueron condenados a cadena perpetua y 11, a penas de entre 20 y 30 años de
prisión. A dos se les impusieron penas de seis años y medio y cuatro años de
prisión, respectivamente, y se espera que sean puestos en libertad hoy, dado
que ya han pasado ese tiempo recluidos desde su detención en 2010. Otros dos
fueron condenados a dos años de prisión, pena que en la práctica ya han
cumplido.
El tribunal aún debe hacer público el fallo
por escrito fundamentando en detalle la sentencia condenatoria de esta mañana.
En 2013, un tribunal militar marroquí había
impuesto a los acusados penas de igual severidad en un juicio manifiestamente
injusto. En julio de 2016, el más alto tribunal de apelaciones de Marruecos, el
Tribunal de Casación, anuló esta sentencia condenatoria por considerar que no
había pruebas concluyentes que vincularan a los acusados con la violencia de
2010 y ordenó nuevos procedimientos ante un tribunal civil.
Pese a las reformas judiciales recientes,
los tribunales marroquíes han dictado reiteradas sentencias condenatorias
contra los acusados basándose en sus declaraciones a la policía durante los
interrogatorios, sin investigar de manera adecuada las denuncias de que los
interrogadores utilizaron tortura u otros malos tratos para obligarlos a
autoincriminarse.
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