*Fuente: CuartoPoder. María F. Sánchez. 23 de julio de 2019
Más de 40 años
después de ser ocupado por Marruecos, el Sahara Occidental es uno de los
territorios con menos calidad democrática del planeta, según Freedom House.
Muchos de los saharauis que viven allí continúan un activismo pacífico por su
autodeterminación que pagan caro. El episodio trágico más reciente se produjo
el viernes, cuando la represión de las autoridades marroquíes sobre los
saharauis que celebraban la victoria de Argelia sobre Senegal en un partido de
fútbol culminó en el atropello mortal de una joven saharaui por un vehículo de
la Policía marroquí.
Ahmed Ettanji
(30 años) es cofundador de Équipe Media, un grupo de periodistas locales que se
creó hace una década para informar sobre lo que ocurre en este "agujero
negro informativo", tal y como lo ha definido recientemente Reporteros Sin
Fronteras (RSF) en un informe. A menudo la única información que llega que sale
de los territorios ocupados es la que ellos proporcionan. El joven saharaui ha
visitado recientemente España junto a otra activista del colectivo, Nazha El
Khalidi (27 años), quien fue multada por Marruecos a principios de este mes por
cubrir una manifestación. Conversamos con ambos sobre la situación del Sahara
Occidental y los obstáculos que encuentran a la hora de ejercer su labor.
– El viernes
una celebración por la final de la Copa de África en el Sahara Occidental acabó
en tragedia, con la muerte de una joven saharaui de 23 años de edad. ¿Pueden
decirnos que ocurrió?
Ettanji: Después
de la victoria de Argelia en la Copa de África la noche del viernes, los
saharauis salieron a las calles para celebrarlo, sobre todo en Smara, la
avenida principal de la ciudad de El Aaiún. Como estaba previsto, había un
despliegue policial muy fuerte. Intentaron a prohibir las marchas que los
saharauis empezaron a hacer. Algunas se quedaron en la avenida Smara, pero la
chispa incendió todo El Aaiun. Se levantaron banderas de la República Árabe
Saharaui Democrática (RASD) y se gritaron consignas políticas. Las fuerzas de
ocupación utilizaron cañones de agua, balas de goma, porras y palos contra los
saharauis. Atropellaron a la chica saharaui que murió, Sabah Ozman Hameida.
– ¿Cuál es ahora
mismo la situación en los territorios ocupados? ¿Se sabe cuántos heridos hay y
cuántas detenciones se han producido?
E: No tenemos
una cifra definitiva de heridos, pero hay más de 100. Por la noche allanaron a
muchas casas y detuvieron a muchos saharauis. Al día siguiente siguió una ola
de detenciones, con allanamientos de más casas. No sabemos cuántos detenidos
hay, pero sabemos que muchos son menores de edad. Hasta ahora se han estado
produciendo detenciones.
"No sabemos
cuántos detenidos hay, pero muchos son menores de edad"
– ¿Esta
represión es cotidiana? ¿Cómo es el día a día en el Sahara Occidental?
E: Puedo decir,
en pocas palabras, que el Sahara Occidental es una cárcel sin rejas... Es una
cárcel donde estamos vigilados, asfixiados por la policía y los militares. No
tenemos derecho a movernos ni a manifestarnos y los saharauis estamos muy
marginados. Incluso los marroquíes están intentando eliminar la identidad
saharaui y todo lo relacionado con nosotros.
– Y sobre esta
situación apenas nos llega información. ¿Por esto surge Équipe Media?
E: En el Sahara
Occidental vivimos bajo un bloqueo militar e informativo. Los marroquíes no
dejan entrar a los periodistas ni a los observadores. Debido a que el Sahara
Occidental es un agujero negro, en 2009 un grupo de periodistas decidió crear
la organización de Équipe Media. El objetivo era romper el bloqueo informativo
occidental y, además de eso, ofrecer fotos, vídeos e investigaciones para las
organizaciones internacionales y los medios de comunicación que tienen interés
en el territorio. También desmentir la propaganda marroquí, que dice que los
saharauis tienen garantizados todos los derechos. Eso es mentira porque en el
Sahara Occidental no existe ningún derecho fundamental. Desde entonces hasta
ahora estamos trabajando rompiendo barreras y abriendo caminos para mostrar al
mundo lo que está pasando.
– Los
periodistas y activistas que están intentando reportar lo que allí ocurre, ¿a
qué tipo de represión se enfrentan?
E: Es aún más
complicado, porque Marruecos no quiere que salga información desde el
territorio. Nosotros desafiamos a las fuerzas de ocupación y sacamos estas
informaciones. Por eso, la represión está aumentando muchísimo contra los
periodistas como el caso de Nazha, tambien de Walid Batal, otro periodista que
está en la cárcel ahora mismo.
– Usted mismo
ha estado detenido en varias ocasiones. ¿Cómo es una cárcel marroquí para un
saharaui?
E: Estar en la
cárcel significa entrar en un laberinto. No sabes si vas a salir o vas a
entrar. Cuando se produce la detención suele ser en la calle, sin ningún aviso.
De repente, te ponen una venda en los ojos, te llevan, no sabes a donde, te
torturan, te maltratan, con el propósito de aterrorizarte o sacarte
información. Utilizan muchos tipos de tortura y de malos tratos. Mientras
tanto, la familia no sabe dónde estás.
– Hemos
pasado de un Gobierno del PP a un gobierno del PSOE en España. ¿Se ha notado
algo el cambio en el Sahara?
E: Desde que
comenzó la democracia, entre comillas, los gobiernos de España no han hecho
nada por el Sahara. Al revés, han apoyado a Marruecos y violado el derecho
internacional y sus obligaciones con Naciones Unidas, que tienen que
descolonizar el territorio y además violaron las leyes internas de España. La
Audiencia Nacional ha sacado sentencias en las que dice que España tiene que
responder a sus obligaciones jurídicas en su colonia porque no descolonizó el
territorio. Esperamos que haya un cambio político en España que, primero,
beneficie a España y después a los saharauis, porque estos son víctimas de la
abogacía que hace España por Marruecos. España y Francia hoy en día son
abogados de un torturador.
"Los
saharauis son víctimas de la abogacía que hace España por Marruecos"
– Nazha,
usted ha enfrentado recientemente un juicio por grabar una manifestación sin
tener el título académico de periodista. ¿Cómo fue su detención?
N: El 4 de
diciembre estaba previsto organizar una manifestación en El Aaiún ocupado por
el motivo de las conversaciones entre el Frente Polisario y Marruecos. Había un
despliegue militar y policial muy grande. Estaba grabando un vídeo para
Facebook y me detuvieron cuando no llevaba ni cuatro minutos. Llegaron cuatro
policías vestidos de paisano y me confiscaron el móvil, me golpearon, y cuando
protesté, me llevaron a la comisaria. Estuve cuatro horas bajo interrogación,
malos tratos y amenazas.
– ¿Cómo
calificaría el juicio al que se ha enfrentado recientemente, en el que ha sido
condenada a pagar una multa de 4.000 dirhams --unos 400 euros?
N: Es un
juicio-farsa porque cuando me detuvieron, me robaron el móvil y no me han dado
ninguna justificación de por qué me lo robaron. Salí sin cargos y en marzo me
acusaron con cargos. Después empezó el juicio, dijeron que era público y era
mentira porque expulsaron a todos los observadores que intentaron acudir al
juicio y además los saharauis que intentaron acudir al juicio fueron agredidos
y les prohibieron entrar. Para mí es un juicio injusto.
– El pueblo
saharaui lleva décadas practicando una resistencia pacífica, ¿qué situación
viven allí las generaciones más jóvenes y cuál es su actitud ante el conflicto?
N: Hay muchos
jóvenes frustrados. En los campamentos de refugiados la naturaleza es muy dura.
Viven lejos de su tierra y gracias a la ayuda humanitaria. Nosotros, en los
territorios ocupados, vivimos un saqueo diario de los territorios naturales y
represión. La causa de todo esto es la ocupación. Marruecos ocupa nuestro
territorio, pero nos reprime. No nos trata como seres humanos, no nos garantiza
ningún derecho: ni educación ni sanidad ni vivienda. En los territorios
ocupados, ves a muchos jóvenes que no hacen nada durante el día y hacen mucha
vida por la noche porque no tienen nada que hacer bajo la ocupación.
Marruecos
expolia los recursos naturales, y paga a los lobbies y estados que son sus
aliados. También mantiene a los colonos y al Ejército para perpetuar la
colonización. Eso ha llevado a muchos jóvenes a reivindicar la lucha armada,
pero a pesar de eso, nosotros nos mantenemos pacíficos. Por la mañana, un
torturador te agrede en una manifestación en la calle, por la tarde, lo ves en
el mercado, y no lo atacas porque crees en la lucha pacífica.
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