Zapatero y “La distancia de cuatro dedos”

DLRS y PPUSL, 29 de julio de 2019

En la filosofía popular de la sociedad saharaui y mauritana, cuando la gente reflexiona sobre un hecho que carece de rigurosidad, se suele decir “La mentira y la verdad están separadas por un espacio de cuatro dedos”, es decir la palma que separa el ojo y la oreja, lo que te dicen y lo que ves, la verdad y la mentira. También se dice “El mentiroso debe alejar sus testigos para no ser pillado”.

Traemos estos refranes saharauis a colación por la Tribuna de Opinión escrita por el ex presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y publicada hoy 29 de julio de 2019 en su diario de cabecera, El País. En el artículo Zapatero, reconocido lobbysta pro marroquí, realiza una loa a los veinte años de reinado de Mohamed VI, que se cumplen estos días. Zapatero habla en el artículo de la “voluntad modernizadora y reformista se refleja igualmente en la evolución política y social de Marruecos”, la “consolidación del pluralismo político y de los procesos electorales”, el “progreso en favor de los derechos de las mujeres”, y concluye alabando que el monarca haya “logrado estabilidad y marcar ese rumbo de reformas modernizadoras y de progreso”. No cabe una mentira más en tan poco espacio. El aumento de la miseria y la desigualdad social, la persecución de opinión, los presos políticos (ahí están los presos rifeños y los del Sahara Occidental, país que sigue siendo ocupado por Marruecos), la falta clamorosa de libertades, la expulsión de observadores internacionales de los territorios saharauis, el veto a la prensa y la persecución y encarcelamiento de los periodistas saharauis. Todo ello lo “olvida” Zapatero en su loa al monarca absolutista y ausente.

Y es una lástima que Zapatero “olvide” también la cuestión del Sahara Occidental. Tal vez no es extraño. El reconocido lobbysta pro marroquí, también lo es en la cuestión del Sahara Occidental, rompiendo todas las barreras al participar, de la mano del ocupante, en una actividad en territorio ocupado, el Foro Crans Montana en 2015. Un encuentro que contó con el rechazo de la Unión Africana, la ONU, la Unión Europea y la UNESCO. Incluso el entonces ministro español de Asuntos Exteriores, García-Margallo, calificó de “inconveniente” la presencia de Zapatero en un encuentro que calificó de “ilegal conforme al derecho internacional”.

La actuación del gobierno Zapatero fue claramente en contra de los saharauis en dos hechos muy relevantes que tuvieron lugar durante su mandato: la huelga de hambre de Aminetu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote en 2009 y la represión marroquí a la sublevación saharaui de Gdeim Izik en 2010. La actuación de Zapatero y su gobierno, con sus ministros de Exteriores Moratinos y Trinidad Jiménez y el de Interior, Pérez Rubalcaba, dio cobertura a la represión marroquí y validó el discurso marroquí sobre ambos casos.

Cabe destacar que el expresidente Zapatero fue premiado en 2016 por el propio Mohamed VI con una de las más altas condecoraciones del reino de Marruecos, la Orden del Trono, en su categoría excepcional, con la que se distingue “las acciones relevantes a favor del soberano alauí  y la nación marroquí”.

Si Zapatero no tiene más que alabanzas para el rey marroquí, la prensa de su mayor aliado, Francia, ve estos veinte años de reinado en términos mucho más negativos. En sendos artículos del 26 y 27 de julio, medios como Le Figaro y Le Monde se muestran más críticos y transparentes en relación a la figura del rey. Así, Le Figaro titula: “Mohammed VI, un rey en crisis de majestad” y subtitula: “Cuando ascendió al trono en 1999, el monarca de 36 años de edad levantó una inmensa esperanza al mostrar su disposición a reformar su país. Veinte años después, Marruecos sigue estancado”. Por su parte Le Monde titula: “El misterio Mohammed VI, tecno-monarca al frente de un Marruecos más desigual que nunca”.

Volviendo a la sabiduría popular, calificamos la servil postura del agradecido Zapatero con dos proverbios saharauis “El desprestigio del mentiroso anida en su lengua” y “La palabra verdadera llena un odre y cien palabras falsas no llenan nada”. La historia tampoco será benévola con Zapatero.