Argel, 3 dic 2019 (EFE).- Oficiales del alto
mando del Frente Polisario, responsables de seguridad de la Misión de la ONU en
el Sahara Occidental (MINURSO) y representantes de las ONG españolas se
reunieron hoy en los campamentos de refugiados para analizar la situación tras
la polémica alerta sobre el riesgo de atentados en los campos de refugiados
lanzada la semana pasada por el Gobierno en Madrid.
Unos sesenta cooperantes de Castilla y León se
desplazaron la pasada semana a estos campamentos para realizar labores de ayuda
al Pueblo Saharaui.
Fuentes de seguridad saharauis confirmaron a
Efe que el encuentro se celebró en la sede del ministerio saharaui de Interior,
en el campo de refugiados de Rabuni, y durante el mismo los responsables de la
MINURSO insistieron en que no han recibido aviso de atentados o secuestros
alguno "ni en sus oficinas en los campamentos, ni en su sedes regionales
ni siquiera en el cuartel central en Nueva York".
"La MINURSO dijo que no tenía
conocimiento de ninguna amenaza de seguridad para los extranjeros que trabajan
en los campamentos", detalló a Efe Bechir Lehsen, investigador saharaui
experto en la amenaza yihadista en el norte de África.
Las mismas fuentes de seguridad saharauis
confirmaron a Efe que la reunión fue presidida por el Secretario de Estado para
la Documentación y la Seguridad (Servicio de inteligencia) y miembro destacado
del Frente Polisario, Ibrahim Mohamad Mahmoud, quien subrayó que las medidas de
seguridad adoptadas en los últimos días son las misma que se realizan cada año
en estas fechas a causa del tradicional viaje de las familias de acogida
españolas.
Mohamad Mahmoud señaló, asimismo, que en ese
marco se estrechó igualmente la cooperación habitual con las autoridades
mauritanas y argelinas, responsables de la seguridad en el territorio que rodea
los campos de refugiados establecidos en 1975 al oeste de la ciudad argelina de
Tinduf, en pleno desierto.
"Estamos siempre en contacto con las
autoridades de Mauritania y Argelia para detectar cualquier amenaza",
subrayó el responsable.
Al margen quedaron, sin embargo, los preparativos
para el congreso del Frente Polisario, el primero que se celebra desde la
muerte del histórico presidente Mohamad Abdelaziz, ya que "se celebra en
la zona liberada de Tifariti y allí la seguridad es únicamente responsabilidad
del Polisario".
Las organizaciones españolas expresaron, por
su parte, su voluntad de seguir trabajando sobre el terreno para asistir a los
más de 150.000 saharauis que viven en condiciones precarias en el desierto.
El miércoles pasado, el gobierno español lanzó
una alerta, que dijo sostenida en información de servicios secretos
extranjeros, en la que sugería a los ciudadanos de su país que se abstuvieran
de viajar a los campamentos de refugiados saharauis ya que según la misma eran
objetivo preferente de los grupos yihadistas que actúan en el sur de Argelia.
La alerta fue calificada de
"injustificada" por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)
-reconocida por cerca de un centenar de países-, que la relacionó con la visita
del ministro de Exteriores marroquí a Madrid, ocurrida el mismo día, y con la
celebración el próximo 18 de diciembre del congreso del Frente Polisario, que
tendrá lugar en la ciudad liberada de Tifariti, próxima al muro.
En la misma línea se expresó el lunes el
portavoz del ministerio argelino de Asuntos Exteriores, Abdelaziz
Benali-Chérif, quien calificó de "falsas e infundadas" las
informaciones a este respecto publicadas en medios extranjeros y aseguró que
"han sido manipuladas con el objetivo evidente de perjudicar a Argelia, a
su pueblo y a sus instituciones".
"El momento elegido por los medios y sus
patrocinadores está lejos de ser fortuito dado el contexto regional, incluida
la proximidad de algunos asuntos importantes", agregó el portavoz en la
misma línea que han argumentado los propios saharauis para calificar la alerta
de "interesada".
Durante el congreso, que arrancará el 18 de
diciembre, se prevé que el Frente Polisario vote en favor de cambiar la
relación con Marruecos y sustituirla por una mucho más beligerante y hostil.
Marruecos y el Frente Polisario firmaron un
acuerdo de alto el fuego que puso un punto y aparte a la guerra iniciada en
1975 después de que las tropas marroquíes ocuparan los territorios de la
antigua colonia española del Sahara Occidental, rica en fosfatos y pesca.
La tregua incluía la convocatoria de un
referéndum de determinación que a día de hoy no se ha celebrado aún, en gran
parte por los obstáculos que pone Marruecos respecto al censo. EFE
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