Ayer a horas tempranas arrancó el nuevo
Bubisherito, arrancó un nuevo y antiguo amigo de los niños saharauis, apenas se
veía la luz de la mañana Y en esas horas
tan tempranas en que solo el imam de la mezquita está terminando su segundo y
primer rezo de la mañana, nos embarcamos rumbo a Bojador. Una nueva esperanza y
un nuevo lugar en los campamentos, éste era nuestro objetivo y nuestra meta.
Apenas hace unas semanas que empezamos a preparar lo que otros han venido
sembrando y éste era el momento: una mañana iluminada, una mañana llena de vida
y esperanza, un mañana en la que viajaban el bubisherito y Ragueb junto con los
180 libros de cuentos y fantasía con rumbo a los(as) niños(as).
Nos han recibido con alegría y mucho amor;
al poco tiempo de llegar ya empezaron las preguntas, eran muchas y las respuestas
fueron las que han estado esperando. Poco tiempo compartido con niños, pero de
gran imaginación y cuentos que nos han vuelto a recordar nuestra entrada y
nuestras horas compartidas junto con las compañeras voluntarias que han estado
ayudando: María e Inés (qué estuvo ocupada en darnos ánimo). También los
compañeros de Ausserd que no dejaron aburrir al ambiente: un Alghailani que es
un verdadero compa y un gran bibliotecario y un Hamad Mahmud que sólo nos da
una sonrisa tras otra.
Es nuestro comienzo y nuestra meta…inch
alah…
Crónica enviada desde los campamentos por
Ragueb Salama. Monitor y conductor del BubisherIII
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