Foto: Ebbaba Hameida |
El jurista Manuel Ollé, la periodista Ebbaba
Hameida y el presidente del Observatorio de los Derechos Humanos en Castilla-La
Mancha, Javier Ruiz, analizaron las responsabilidades de Occidente con el
pueblo saharaui en Toledo
"Como jurista no lo entiendo, que nadie
reaccionase, ni siquiera las organizaciones internacionales más prestigiosas de
derechos humanos", afirmó Ollé, quien participó en la querella impuesta en
contra de los responsables del genocidio
EL DIARIO.ES Francisca Bravo; 22/11/2015 -
09:02h
La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui
reunió este fin de semana al jurista Manuel Ollé, la periodista saharaui
miembro de la Sahara Press League Ebbaba Hameida y al presidente del
Observatorio de los Derechos Humanos en Castilla-La Mancha, Javier Ruiz para
analizar las responsabilidades de Occidente con el conflicto saharaui que se
extiende todavía hasta estos días. En palabras de Ollé, quien fue uno de los
encargados de la querella presentada en contra de los responsables del
conflicto, la situación por la que pasa el pueblo saharaui sigue, pero se
siente ahora una esperanza de que va a ir cambiando.
"La idea es reivindicar el derecho a la
autodeterminación y también la dignidad que ha mostrado el pueblo saharaui al
mundo", señaló el jurista quien criticó duramente a la comunidad
internacional por haber "ignorado" los derechos humanos de este
pueblo. Y su pregunta: ¿Qué se puede hacer desde la Administración de Justicia
o desde los tribunales? Ollé trabajó como coordinador de la querella sobre el
genocidio sobre la población del Sáhara Occidental y tiene mucho que decir al
respecto. "Nuestra ley nos permitió que en 2014 pudiéramos salir de
nuestras fronteras, al ver los graves crímenes cometidos", señaló el
jurista.
La cercanía de Ollé con la causa es
conmovedora, pero también se ciñe a los fundamentos de la ley. "No es sólo
un tema de justicia universal, porque España tiene jurisdicción por el
principio de territorialidad. España tenía esa responsabilidad". La
querella produjo un auto firmado por el juez Ruz, y en ella se relatan diversos
hechos de violencia y agresiones contra el pueblo saharahui. "Se detectan
también hechos especialmente vejatorios, repugnantes, en forma de violencia de
género", relataba el jurista. "Denunciamos ataques contra la libertad
sexual de la mujer saharaui, que se usaban como un arma de tortura",
relató.
"¿Dónde queda el derecho internacional?
¿Por qué nadie exige la responsabilidad que tiene Marruecos en el cumplimiento
de derechos humanos? Son crímenes ante los que la comunidad tiene que
reaccionar", afirmó el jurista, quien reconoció en repetidas ocasiones el
"esfuerzo y sacrificio" del pueblo saharaui. Ebbaba Hameida,
periodista saharaui afincada en España, criticó duramente la posición que ha
tomado el Gobierno de España en el conflicto saharaui: "La posición del
gobierno no refleja lo que quieren los españoles. La sociedad civil pide un
apoyo incondicional, una hermandad y una solidaridad que cuarenta años después
sigue", afirmó la periodista.
En este sentido se muestra esperanzada de que
la situación para su pueblo cambie. Pero sin embargo, reconoce que se ha ido
acumulando un sentimiento de impotencia e ira desde el pueblo saharaui, tras
cuarenta años y con un auto judicial en la mano, ya que la comunidad
internacional sigue sin reaccionar. "Defiendo un territorio humano, donde
mi pueblo pueda vivir unido, porque es el único sitio en el que podremos vivir
en paz. Pero a veces parece que sólo nos queda llegar a las armas", señaló
Ebbaba
Por su parte, Javier Ruiz se unió a las
críticas de la pasividad de España. "Se está tomando la misma actitud que
en Marruecos, no se está haciendo nada", señaló el representante del
Observatorio de Derechos Humanos. Ruiz tachó la actitud del Gobierno español
como "vergonzosa" en referencia al conflicto, ya que "no sólo es
pasiva", sino que es también "diplomáticamente discutible".
"Los hechos son tozudos. No se está haciendo nada desde España para
favorecer la resolución del conflicto saharaui", concluyó Ruiz.
LA TRIBUNA DE TALAVERA. J. Monroy | TOLEDO - 22 de noviembre de 2015
La conferencia no podía ser más oportuna. La
crisis de los refugiados y los atentados en París están ocultando la catástrofe
humanitaria que ha vivido el campamento de refugiados saharauis en el desierto
argelino del Tinduf, con importantes inundaciones. En ese entorno, la
Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Toledo y el Observatorio de los
derechos humanos para el Sahara Occidental de Castilla La Mancha organizaron
ayer en la Biblioteca regional una serie de conferencias que bajo el título ‘El
Sahara Occidental, responsabilidad de los países involucrados en el conflicto’,
estudió el pasado, presente y futuro de este pueblo desplazado de su tierra y
las responsabilidades de países como España, Francia y Marruecos en su
situación.
En estos momentos, explicó Ana Garrido, los
campamentos del Tinduf se encuentran «recuperándose». Han pasado, advirtió la
presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Toledo, «una
temporada malísima, pero poco a poco están volviendo a la normalidad, gracias
al propio esfuerzo suyo y al de otros países y el movimiento solidario, que
estamos mandando todo tipo de ayuda a los campamentos».
La periodista saharaui Ebbaba Hameida abrió
el ciclo explicando la violación de los Derechos Humanos no sólo en los
territorios ocupados, sino también en Argelia. Aunque los saharauis viven
divididos entre los campamentos de refugiados y los territorios ocupados, todos
sufren un denominador común, como es la usurpación de su derecho a la
autodeterminación. «Se le ha privado al pueblo saharaui ir a las urnas y
decidir por sí mismos qué es lo que quieren ser, algo que es un derecho
inalienable, un derecho natural recogido en todas las castas de las Naciones
Unidas y del derecho internacional», explicó. En ese sentido, Hameida
responsabilizó a España en primer lugar. Pero aún hay más. Porque a raíz de
esta violación de su derecho de autodeterminación, «asistimos a una serie de
violaciones de los Derechos Humanos de los saharauis». Así, aquello que se
asientan en las zonas ocupadas por Marruecos, «viven en una situación de
Derechos Humanos inexistentes, se puede decir, no existen derechos humanos, hay
una aniquilación de la identidad saharaui, una prohibición del derecho a
manifestarse y a la propia identidad, por el propio hecho de ser saharauis».
Por otro lado, aquellos que viven en los campamentos de refugiados «sufren ya
de por sí una violación de derechos humanos por vivir en un territorio que no
suyo, en una tierra prestada, en aquellas condiciones tan inhóspitas, en uno de
los lugares más inhóspitos del planeta, donde nos encontramos con una tasa de
paro brutal, donde los jóvenes no tienen futuro, en unos campamentos
provisionales a la espera de volver a nuestra tierra». Durante su conferencia,
Hameida llegó a acusar a Marruecos de intentar en su día practicar un genocidio
con el pueblo saharaui. Advirtió que los actores responsables de esta situación
son Francia, España, Marruecos y la comunidad internacional en general, que han
mostrado su incompetencia al no saber resolver un conflicto así.
Atentados. Manuel Ollé, abogado, lleva el
caso de los crímenes contra el pueblo saharaui en la Audiencia Nacional,
explicó su experiencia. Finalmente, Javier Ruiz, abogado y presidente del
Observatorio de los Derechos Humanos de Castilla-La Mancha para el Sahara
Occidental, abordó la responsabilidad de las organizaciones internacionales y
países. Tras hacer una relación de hechos y estudiar la legislación
internacional, llegó a la conclusión de que son diversos los protagonistas con
responsabilidades en el conflicto. De esta manera, España, como potencia
administradora, y de acuerdo a todas las resoluciones de Naciones Unidas,
«España debería actuar de una manera más activa en favor de la celebración del
referéndum de autodeterminación». A su juicio, la fuerza más importante que
tienen los saharauis contra un país como Marruecos «es la fuerza más importante,
que es la fuerza del derecho». En 1991, recordó Ruiz, bajo los auspicios de la
ONU se firmó un acuerdo de paz y hubo un compromiso firme por parte de
Marruecos para que antes de febrero de 1992 se celebrara el referéndum. Pero en
2015 no se ha celebrado todavía. A pesar de todo eso, «el derecho internacional
es tozudo y ahí la razón, queramos o no, la tiene el pueblo saharaui»,
concluyó.
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