· El dinero recaudado con la venta del libro ‘La primavera saharaui’ irá destinada a las familias de los presos de Gdem Izik que tienen que viajar miles de kilómetros desde el Sahara ocupado hasta Rabat para poder asistir al juicio del 13 de marzo. Puedes comprarlo aquí. Ayudémosles. Un ‘ME GUSTA’ no sirve para nada; la compra sí:
MUGALARI, por CONX MOYA* 15/02/2017
La lucha de los saharauis por recuperar su
tierra es larga y difícil. ¿Es posible vencer a un enemigo tan poderoso con
poesía? ¿Podremos derribar el muro de la vergüenza con estribillos? ¿Serán
nuestras palabras más certeras que las balas? La escritura es una eficaz forma
de resistencia.
El próximo 13 de marzo tendrá lugar la tercera
sesión del juicio civil a los presos políticos saharauis de Gdeim Izik, el
campamento de la dignidad que durante un mes, entre octubre y noviembre de
2010, mantuvo en jaque al ocupante marroquí en las proximidades de El Aaiun
(Sahara Occidental ocupado). Decenas de miles de saharauis levantaron sus
jaimas y trasladaron el estado saharaui en el refugio también a la zona
ocupada.
El grito de Gdeim Izik por la libertad del
Sahara Occidental fue violentamente sofocado el 8 de noviembre de 2010. Las
fuerzas marroquíes de ocupación asesinaron durante aquellos días a varios
ciudadanos saharauis, como el menor Nayem El Garhi o Babi Hamdai, ciudadano
saharaui nacionalizado español, asesinado por agentes marroquíes en El Aaiun el
mismo día que se desmantelaba con extrema brutalidad el campamento. En aquellos
tortuosos días hubo decenas de detenidos, torturados, desaparecidos.
Tres años después veinticuatro activistas
saharauis fueron condenados por participar en el campamento a penas de entre
veinte años y cadena perpetua el 13 de febrero de 2013. Se trataba de civiles
condenados por un Tribunal militar en un juicio farsa, en el que los
observadores internacionales independientes denunciaron que se habían fabricado
ridículas pruebas para inculparlos.
Si en mayo de 2005 el inicio de la Intifada
saharaui en los territorios ocupados inspiraba un libro de combate a los
escritores de Generación de la Amistad, “Aaiun, gritando lo que se siente”, en
2011 se planteó la posibilidad de sacar una antología con textos de homenaje al
campamento de Gdeim Izik. Con ambos títulos los escritores saharauis pretenden
mostrar la dura realidad que acontece en los territorios ocupados, utilizando
la palabra como arma. Decidimos editarlo nosotros mismos y en abril de 2012 el
libro se ponía a la venta. Desde entonces se han realizado decenas de
presentaciones y actividades con “La primavera saharaui”, cuyos beneficios se
han destinado íntegramente a los presos políticos. Se trata de un libro de
denuncia y activismo, que recoge poemas, relatos, análisis y una detallada
cronología de la manifestación pacífica más grande en la historia del Sahara
Occidental.
Ahora que se acerca la nueva sesión del juicio
a los presos de Gdeim Izik retomamos la difusión del libro. Con lo recaudado en
estos días, pretendemos ayudar a las familias de los presos que tienen que
viajar miles de kilómetros desde el Sahara ocupado hasta Rabat para poder asistir
al juicio. Os animamos a leerlo y a difundirlo.
Ojalá que nuestras palabras den voz a los
presos políticos y a los saharauis que participaron en el campamento durante
aquel mes que nos conmovió y nos llenó de orgullo saharaui. Que los versos de
los poetas recarguen el ánimo de quienes defendemos la causa saharaui. Que el
libro sirva para combatir las mentiras del ocupante y sus esbirros a sueldo.
Que “La primavera saharaui” mantenga encendida la llama de Gdeim Izik. Y como
decía el escritor saharaui Bachir Lehdad en el tercer aniversario de aquella
gesta: “La lucha continua de la mano de la vida. Han pasado tres años de
aquella acción, sin precedente en la historia de la lucha de los pueblos por su
libertad, su dignidad y su independencia. Gdeim Izik. Un lugar que apenas unos
cuantos saharauis conocían, hasta el nueve de octubre del año 2010. Solo era
una pequeña explanada de la gran meseta del glorioso Izik, con sus exuberantes
graras que dan cobijo a muchos roedores, leña a los panaderos, hierba fresca a
pequeñas manadas de cabras y regocijo a alguna que otra familia, con deseos de
paz y tranquilidad, lejos del bullicio de la ciudad, algún que otro fin de
semana. A partir de aquel nueve de octubre, Gdeim Izik, se convirtió en un
santuario de libertad, un foco de primaveras, tan necesarias y tantas veces
reprimidas”.
*Conchi Moya (Madrid, 1971) es periodista
licenciada por la Universidad Complutense
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