Fuente: KULTURAFRICA, 26 marzo, 2017 por
Eva Feito Casado
Los días 18 y 25 de marzo se presentó en
Sin Tarima Libros (c/Magdalena, 32) de Madrid el libro “La voz indómita (del
Sáhara Occidental)”. Escrito por Zazie Schubert-Wurr y Manuel Domínguez, alma
mater del sello madrileño especializado en músicas del mundo Nubenegra, es un
relato de las casi dos décadas que compartieron junto a Mariem Hassan,
embajadora universal del pueblo saharaui.
“Es un libro bonito: pido que los ojos se
utilicen para leerlo, pero que se lea con el corazón”. Con este deseo, Manuel
Domínguez comenzaba la presentación de “La voz indómita (del Sáhara
Occidental)”, una publicación que ve la luz tras 18 largos meses de parto. La
idea fue de Zazie Schubert-Wurr pero terminó arrastrando a ambos en la
elaboración de un proyecto que es mucho más que un libro: 18 años de
testimonios recogen las experiencias que la pareja compartió en compañía de la
cantante y activista por la libertad del pueblo saharaui Mariem Hassan. Un mes
por año para recordar, recopilar imágenes y diarios, revivir tantos momentos
agradables y también difíciles, trasladarlos al papel, con el agravante y la
motivación de que” la persona contada” ya no está aquí. Un relato en el que la
voz de Mariem -y a través de ella la del pueblo saharaui- permanece, sigue viva
entre sus miles de simpatizantes a lo largo de todo el planeta. La mayor
victoria posible.
¿Y quiénes son los saharauis?
La historia se remonta a junio de 1997
cuando Manuel telefonea a Zazie, que se encuentra en Alemania, para anunciarle
que ha recibido una invitación para asistir al Sexto Festival de Cultura y
Artes Populares de parte de Mohammed Tanny, ex-ministro de Cultura saharaui en
el exilio (pág. 17). Ambos se conocieron a partir de la publicación de
“Polisario vencerá”, uno de los 300 vinilos editados por Guimbarda entre 1982 y
1986, la serie de la Compañía Fonográfica Española (CFE) gestionada por
Domínguez “nacida para reivindicar ‘esa otra música’ que se había quedado un
poco al margen”, en sus propias palabras; un disco con “una música interesante,
folclórica, y unos textos cargados de política, pero ni yo ni la gente que los
escuchábamos entendíamos nada”, reconocía jocoso. El doble LP, a día de hoy
materia de coleccionista, se acompaña de un escrito del poeta José Agustín
Goytisolo (1).
“¿Y quiénes son los saharauis?”, le
contestó Zazie a Manuel al otro lado del aparato, pregunta totalmente legítima
aunque, a estas alturas, pueda resultar cómica. Las cinco primeras ediciones de
aquel festival se habían celebrado durante el tórrido mes de agosto sahariano,
mientras que la de ese año lo hacía en octubre.
Manteniéndose fiel a la historia y de
manera lineal en el tiempo, da comienzo el relato en primera persona de esta
aventura vivida desde Europa al corazón del Sáhara pasando por el mundo entero.
Manuel y Zazie la escriben, la voz del pueblo saharaui, a través de Mariem, la
guía.
Las personas se van pero su voz permanece
Marzo de 2015. La fe de Mariem en las
propiedades de la leche de camella le hizo mejorar en su lucha contra el
cáncer, como demostraron los resultados de sus últimas analíticas. A pesar de
ello, siente que es la hora de volver a su tierra, a los Territorios Liberados
del Sáhara Occidental, donde quiso reunirse con su familia.
Llegaba el momento de proyectar “Última
estancia en Meheiriz”, vídeo contenido en el DVD con material audiovisual
inédito que acompaña el libro. Elaborado con imágenes rodadas por Javier
Corcuera para su película “Voces de arena” sobre la música saharaui, los dos
primeros días de mayo de 2015, el vídeo enlaza el principio y el final del
libro. “En esos 15 minutos, se nota que Mariem está motivada -expresaba con una
mezcla de nostalgia y admiración un emocionado Manuel Domínguez- consciente de
la historia familiar y de las dificultades que atravesaba la lucha saharaui”.
Envuelta en una alegre melfa (2) de flores
verdes y turquesas sobre fondo amarillo, Mariem está sentada en la arena sobre
una tela a los pies de una acacia del desierto. Canta sobre la partida con la
intensidad y elegancia que caracterizan a su arte, recogiendo el poema saharaui
“Al widaa” (“Despedida”) de Lamín Allal, tema incluído en el cd que acompaña el
libro (3).
Bajo el sol de los Territorios Liberados
(4), la artista habla en árabe sobre el valor de la música en la transmisión
del mensaje, los recuerdos familiares, la guerra y sus tres hermanos que se
fueron a luchar; sobre el exilio y la importancia de la cultura en la identidad
y la lucha saharauis: “la cultura es la identidad de la persona (…) Mi mensaje
a la juventud saharaui es el de preservar nuestra cultura y nuestra
identidad”.
“La cultura es el D.N.I. de la persona
(…) Mi mensaje a la juventud saharaui es el de preservar nuestra cultura y
nuestra identidad”. Mariem Hassan
Las palabras de admiración hacia su madre
nos trasladan al interior de una jaima. Al ritmo de las cuentas del rosario que
la anciana pasa entre sus ajados dedos teñidos de henna, madre e hija mantienen
una animada conversación en la que recuerdan viejas historias y algún poema de
la antigua tradición oral saharaui.
Mariem afirma que todo el mundo conoce las
ansias de libertad que caracterizan a su pueblo, y habla de la dominación a la
que le somete Marruecos, un país supuestamente musulmán como ellos pero que no
respeta los Derechos Humanos: “Los marroquíes quieren llevarse lo que
construyeron, ¡que se lo lleven! Nos bastan nuestras acacias”.
“Los marroquíes quieren llevarse lo que
construyeron, ¡que se lo lleven! Nos bastan nuestras acacias”. Mariem Hassan
Tres mujeres más se suman a la escena
cotidiana: una partida de sig, juego de cálculo mental en el que los lanzadores
de madera van pasando de mano en mano, de generación en generación, al tiempo
que las jugadoras los arrojan sobre el suelo y avanzan posiciones sobre un
tablero de arena que recuerda al costillar abierto de un camello. Metáfora de
un Sáhara ocupado en el tablero de la geopolítica mundial. Ese río que está
seco, el uad que tantas veces ha cantado la voz de Mariem.
Embajadora universal del pueblo saharaui
Como cuenta Manuel tras la proyección, la
música de este tema está compuesta por un judío neoyorquino que escuchó a
Mariem en Finlandia y se quedó prendado de su voz, solicitando a Nubenegra su
colaboración. Algo que “nos habla de la universalidad de Mariem, y de cómo ha
llegado a dominar el mawal (5), a falta de guitarrista que le acompañara”,
reconoce el padre del libro.
Con el corazón encogido por los
sentimientos despertados por el rastro de la gran ausente de la cita, es
precisamente su hija menor, Agaila Mohamed, quien lee las últimas líneas del
libro (pág. 249). Desde 1997 hasta el día en que Mariem viajó a los
campamentos, el 6 de agosto de 2015 (pág. 245), Zazie y Manuel estuvieron junto
a ella. Decidieron no acompañarla en su último viaje y respetar así ese momento
familiar íntimo. Esta es la razón de que Agaila sea la narradora del relato de
los últimos días de Mariem, resumidos en las tres páginas finales del libro.
Agaila no tiene más que palabras de
agradecimiento hacia Zazie y Manuel, si bien reconoce con espontaneidad ‘darle
rabia’ “no haber pasado con ella [Mariem] tantos momentos como vosotros, pero a
través del libro podré revivirlos”. Ahora esta bella joven es una mujer adulta
que vive y trabaja en Barcelona; ya han pasado casi veinte años desde que el
destino quiso que Zazie y Manuel la conocieran de niña, junto a su madre, en
una jaima en las inmediaciones de Smara (pág. 41). Corría el año 1998 y la
pareja de melómanos se dirigía al Sáhara por cuenta propia, dos meses después
de que la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) rechazara su
apoyo al proyecto “Música saharaui, ayer y hoy de una tradición” “por no considerar
importante este territorio”, según explicó Manuel. De ese viaje saldrían las
primeras grabaciones de Mariem, entre ellas la del célebre canto “La Intifada”,
uno de sus temas más importantes.
Manuel cuenta en el proemio de la obra que
la idea de escribirla partió de Zazie: “voy a escribir un libro para que en
Alemania sepan quién era Mariem” (pág. 12). De momento se ha publicado en
castellano e inglés, a falta de terminar la versión alemana, que se ha
retrasado por su mayor extensión. Una primera versión del libro fue presentada
en la última edición de la feria WOMEX celebrada en Santiago de Compostela el
pasado mes de octubre.
Llegado su turno de palabra, una emocionada
Zazie reconocía “estar demasiado cerca de la historia” y confesaba encontrarse
aún descubriendo a Mariem. Una vez superada la emoción, compartió con el
público cómo emprendió este trabajo ella sola y que, llegado un momento, se dio
cuenta de que no podía continuar así: le faltaba Manuel porque lo habían vivido
juntos. La coautora también expresó su deseo de hacer muy bien la versión
alemana: “me parece muy raro cómo un pueblo tan vivo está tan invisibilizado”,
se extrañaba.
“Me parece muy raro cómo un pueblo tan
vivo está tan invisibilizado”. Zazie Schubert-Wurr
La primera intervención de parte del
público vino de Jira Bulahi Bad, representante del POLISARIO en España y amiga
cercana de Mariem, cuyas primeras palabras fueron de gratitud, ya que “es de
agradecer este trabajo porque Mariem es patrimonio de los saharauis”. Recordó
también a la madre de Mariem en Smara y reconoció que “a Mariem le faltó ese
uad, a todos nos falta el uad”. También destacó el papel de las mujeres en la
sociedad saharaui -“la mujer es la base principal de la jaima”- y de Mariem en
concreto, a quien considera como un símbolo para todos los saharauis. Bulahi
habló de cómo la artista saharaui se despidió de su gente como no podía ser de
otra forma, cantando, y de cómo el primer grito de Gdeim Izik fue suyo.
Por último, la representante del POLISARIO
reseñó la paradójica situación según la que los saharauis son refugiados en
España, porque “duele de la misma manera en que se agradece”, así como el hecho
de ser invisibles y la lucha de Mariem por visibilizar al pueblo saharaui en
todo el mundo.
De nuevo salió a colación la universalidad
del mensaje de Mariem, al ser la primera saharaui en cantar en Australia (en el
Womad de Adelaida de 2010), en la misma gira que acaba de hacer Aziza Brahim.
Este año se cumple el 25 aniversario del pionero festival de las músicas del
mundo, y para celebrarlo la revista británica de músicas del mundo “Songlines”
ha publicado “Womadelaide 2017”, un disco conmemorativo en el que -junto a
temas de Nusrat Fateh Ali Khan, Totó la Momposina, Youssou N’Dour o Toumani
Diabate- aparece el blues del desierto “La Tumchu Anni” del disco “Deseos”
(Nubenegra, 2005) de Mariem.
Como coincide en señalar una asistente del
público, “lo que queda es la voz porque es la que construye un pueblo, como
hizo Miriam Makeba en Sudáfrica, Joan Baez en Estados Unidos o Oum Kalthoum en
Egipto”.
Siguiendo con la universalidad alcanzada
por la cantante saharaui, Manuel comentó cómo, entre las estadísticas de uso de
la música recibidas de las plataformas digitales, mil usos de la música de
Marien se ubican en Marruecos. Corresponden a los saharauis que allí viven
porque dichas estadísticas incluyen al Sáhara Occidental dentro de Marruecos.
Pero curiosamente, donde más discos de Mariem se venden es en Estados Unidos.
De hecho, la crítica de “Shouka” (Nubenegra, 2009), firmada por un periodista
estadounidense es -para Manuel- la más maravillosa que se ha escrito sobre
Mariem.
La primera edición de “La voz indómita” se
terminó de imprimir en 27 de febrero, 41 aniversario de la creación de la
República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
La música crea fans mientras que la causa
crea simpatizantes.
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(1) El escritor había viajado junto con un grupo de intelectuales
españoles a los campamentos saharauis en 1981, cuando el POLISARIO se
encontraba en plena guerra frente a Marruecos:
http://blogs.elpais.com/donde-queda-el-sahara/2017/01/leyuad-un-viaje-al-pozo-de-los-versos.html
consultado el 18 de marzo de 2017.
(2) La vestimenta femenina tradicional saharaui, es una ligera tela de
vistosos colores y estampados con que las mujeres se envuelven, y una de sus
señas de identidad.
(3) “La voz indómita” (Nubenegra, 2017). También disponible en las
plataformas digitales.
(4) Meheiriz es una localidad cercana a Smara, donde nació Mariem,
próxima a la frontera con Mauritania.
(5) Canto a capela de libre interpretación.
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