Fuente: Porunsaharalibre, 14 de julio de
2017
Según información de Western Sahara
Resource Watch, la empresa estatal marroquí OCP decidió abandonar la defensa de
la carga mineral de conflicto retenida en Sudáfrica. El pueblo saharaui ganó
así una victoria de 5 millones de dólares antes de iniciarse el juicio sobre la
propiedad del fosfato.
El 1 de mayo de 2017, el buque a granel NM
Cherry Blossom fue detenido en Port Elizabeth, durante una parada para
reabastecerse camino de Nueva Zelanda. El buque contenía 55.000 toneladas de
fosfato de los territorios ocupados del Sáhara Occidental.
La ONU concluyó que cualquier explotación
de recursos en el Sáhara Occidental es ilegal si el pueblo saharaui no da su
consentimiento, así como lo estipulado en la sentencia del Tribunal de Justicia
de la UE el 21 de diciembre de 2016.
Marruecos, que ocupa ilegalmente parte del
Sáhara Occidental desde 1975, ha explorado y exportado fosfato de este
territorio diariamente en los últimos 42 años. En 2016, Marruecos ganó más de
200 millones de dólares con la exportación de fosfato del territorio.
El segundo mayor país importador es Nueva
Zelanda, siendo los clientes dos cooperativas de agricultores.
El 15 de junio, el Tribunal Superior de
Sudáfrica decidió que el caso fuera llevado a juicio. El tribunal concluyó que
el caso pasaría a juicio para concluir sobre quién era el legítimo propietario
de esta carga de fosfato.
La OCP, que defendió que tenía derechos
sobre la carga durante el proceso, el 13 de julio de 2017 declaró que no
avanzaría en este proceso, considerando los 5 millones de dólares de carga
perdida. El valor equivale a cerca del 15% de toda la ayuda humanitaria
multilateral donada a los refugiados del Sáhara Occidental, que huyeron tras la
brutal ocupación marroquí en 1975, siendo obligados a sobrevivir en medio del
desierto.
“El hecho de que Marruecos haya abandonado
este proceso demuestra cuán débil son sus argumentos. Sobre la base del
desarrollo del derecho internacional, Marruecos no tiene derecho legal a
explotar el territorio que tiene bajo ocupación. Ciertamente no tuvo interés en
permitir que sus argumentos políticos sean probados por un Tribunal independiente”,
afirmó Davide Contini, de Western Sahara Resource Watch.
“Es un paso notable para las personas del
territorio, y espero que éste pueda ser un primer paso para impedir las
exportaciones “sucias”. Ninguna exportación de fosfato debe ocurrir desde el
territorio mientras los saharauis sean impedidos de expresar su consentimiento
como es exigido por el Derecho Internacional, esperamos que esto también envíe
una señal a los importadores en Nueva Zelanda y en otros lugares. Deben
adquieren sus fosfatos a partir de tierras que no son robadas “, afirmó
Contini.
El gran buque con carga a granel está
detenido desde hace más de 70 días.
Desde el 1 de mayo, sólo otra embarcación
de roca fosfática dejó el Sahara Occidental ocupado, el Common Spirit, que llegó
a Nueva Zelanda esta semana.
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