“Marruecos me persigue hasta en Perú, no
quiere que se sepa que el Sáhara es un país ocupado”. Con estas palabras la
enviada especial saharaui Jadiyetu El Mohtar resume el trasfondo de su
retención desde el 9 de septiembre en el
aeropuerto de Lima.
Jadiyetu El Mohtar, que se encontraba en
una oficina de Migraciones del aeropuerto internacional Jorge Chávez, en la
madrugada del 23 de septiembre se vio desplazada a un pasillo y allí permanece
en el suelo, vigilada por policías.
Esta última medida contra la embajadora
saharaui motivó que hiciese una huelga de hambre durante el fin de semana “en
protesta por la actuación de abuso de poder del jefe de migraciones interino,
un déspota machista llamado Dennys Manrique”.
“Aprovechando que salí al servicio la madrugada del sábado, sacó mi
maleta de la oficina de migraciones y me dejó en el pasillo con la clara
intención de acobardarme y obligarme a embarcar, pero no lo va a conseguir”, ha
dicho a Contramutis El Mohtar.
Jadiyetu en pasillo aeropuertoEn la
decisión de la Superintendencia Nacional de Migraciones de impedir su entrada
en el país, tras la petición de dos congresistas de la Liga de amistad con
Marruecos, la enviada saharaui ve un
objetivo muy concreto: “Queda claro qué
y quién hay detrás del impedimento de mi ingreso, de todo este abuso: que no se
sepa en Perú que el Sáhara es un país ocupado por Marruecos, un estado
dictatorial y violador de los Derechos Humanos que, junto con Birmania, ha sido
incluido en Ginebra en la lista de los 29 países que persiguen a activistas de
DDHH”.
Jadiyetu El Mohtar ya viajó el 14 en julio a Perú y en aquella
ocasión “pasó sin problemas los controles migratorios mostrando su pasaporte de
turista y durante su permanencia cumplió una serie de actividades sin
problemas: fue invitada al Congreso para conmemorar un aniversario de la firma
del Acta de la Independencia, viajó a Junín y participó de un desfile por la
batalla independentista”, como publicó el diario La República.
Sin embargo, desde Migraciones, y tras la
acusación de congresistas fujimoristas de hacer “proselitismo político” con
visa de turista, se consideró que El Mohtar en su visita entre el 10 de junio y
el 18 de agosto ingresó con su pasaporte español y “realizó diversas actividades
de carácter político, atribuyéndose la condición de embajadora de la República
Árabe Saharaui Democrática, con la que el Perú tiene suspendidas las relaciones
diplomáticas”.
En el diario La Mula Jorge Millones ha
relatado las distintas formas de actuar en Perú: “Hace unos meses llegaron dos
esperpénticos fascistas argentinos a derramar su conservadurismo por todo Lima
generando indignación y polémica. Agustín Laje y Nicolás Márquez presentaron un
libro anti-izquierdista cargado de odio y machismo celebrado por sus pares
peruanos de “Con mis hijos no te metas” y demás adictos a esa ideología. Fueron
invitados por el propio Congreso y ninguna autoridad o institución del Estado
los retuvo o expulsó pese a estar haciendo activismo político en el país”.
La resolución judicial que no llega
La situación de Jadiyetu El Mohtar sigue
pendiente de un juez que debe decidir sobre el recurso de habeas corpus que
interpuso y la diplomática saharaui siente “indignación” por haber pasado ya
más de dos semanas, cuando “en el peor de los casos se resuelve en cinco días”.
Denuncia el acoso, intimidación y
presiones que sufre para que ceda:
“Migraciones podía haberlo resuelto el primer día reconociendo que la alerta es
infundada y nula, pero lo que hace es ratificar su absurda postura”.
En el tiempo que lleva retenida en el
aeropuerto Jadiyetu El Mohtar, que ha sido visitada en varias ocasiones por el
Cónsul de España, ha recibido el apoyo de congresistas peruanos de diferentes
grupos: han pedido a Migraciones que se permita su ingreso en el país y han
recordado que, en 1984, Perú reconoció oficialmente a la RASD como “Estado
soberano e independiente”, reconocimiento que es “incondicional e irrevocable,
tal y como se precisa en el artículo 6 de la Convención sobre Derechos y Deberes
de los Estados”.
Para Carlos Ruiz Miguel, catedrático de
Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela, “un Estado
constitucional como el peruano se juega su prestigio internacional en este
asunto” y “no puede avalar una práctica que constituye un atropello a las
solemnes obligaciones internacionales en materia de derechos contraídas por el
Estado peruano.”
Asegura que el impedimento a El Mohtar “es una clara
violación de la Convención Americana de Derechos Humanos” y “aun cuando no haya
entrado en su calidad de diplomática, ello no es óbice para que una vez dentro
del país pueda llevar a cabo actividades diplomáticas oficiosas”. “El hecho de
que el servicio de Migraciones haya impedido a una ciudadana española el acceso
al Perú no sólo constituye un acto arbitrario que afecta a la Sra. Mojtar.
Introduce una inseguridad jurídica absoluta en el sistema jurídico peruano”.
Jadiyetu El Mohtar, natural de Dajla
(Antigua Villa Cisneros), tuvo que salir del Sáhara Occidental por la ocupación
marroquí y dejó allí a su madre y hermanos. Con una larga trayectoria en la
lucha por la causa saharaui, fue designada por el presidente saharaui, Brahim
Gali, embajadora en misión especial en Perú y tenía prevista una entrevista con
el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, según asegura acordaron ambos
mandatarios cuando coincidieron en la toma de posesión del presidente de
Ecuador, Lenín Moreno. La anterior representante en España de la
Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) es contundente: “Marruecos me
persigue hasta en Perú”.
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