Por Hmad
Hamad, 4 de noviembre de 2018
En estos días se cumplen 43 años del inicio de
la Marcha Verde, que supuso la invasión marroquí a los territorios del Sahara Occidental.
El 6 de noviembre de 1975 es una fecha especialmente triste para los saharauis,
ese día el ejército marroquí irrumpió en nuestro territorio. La tristemente conocida
con el nombre de Marcha Verde fue la jugada política de la monarquía feudal
marroquí que se llevó a cabo con el propósito de ocupar el Sahara Occidental. Marruecos
envió a unos 350.000 civiles y 25.000 soldados para invadir el que por entonces
aún era territorio español. Toda esa barbarie la planificó y la ejecutó el Rey Hasán
II de Marruecos, durante la crisis política de España en los últimos meses del
franquismo. Los marroquíes cuando invadieron nuestra tierra llevaban el Corán
en las manos, de manera injustificada y cumpliendo las órdenes de su rey, el
dictador Hasán II, causante de las matanzas de saharauis en el territorio del
Sáhara Occidental.
Desde aquel entonces el 6 de noviembre de cada
año se ha convertido en un día sagrado para los marroquíes en el que festejan el
intento de exterminio del pueblo saharaui, que se encontraba huyendo de la
invasión militar. Durante la invasión se bombardeó a la población civil
saharaui con napalm y fósforo blanco, como en el caso de Um Draiga. Lo que es
un día de alegría para los marroquíes es un día de luto para los saharauis,
luto y pena por los desaparecidos, los enterrados en las fosas comunes o los
que fueron lanzados al vacío desde helicópteros en los famosos vuelos de la
muerte. Los marroquíes disfrutan de este día considerado como el día de la
victoria contra los saharauis.
Hoy en día los saharauis que vivimos en las
zonas ocupadas por Marruecos en el Sáhara Occidental tenemos que aguantar como
los colonos, los militares y los servicios secretos marroquíes están alegres y
de fiesta, alzando sus banderas por doquier mientras que los saharauis
contemplan en silencio y lloran a sus muertos y sus desaparecidos. Es
totalmente injusto lo que está pasando, realmente es una realidad muy dura que
el pueblo saharaui. Los asesinos festejan los crímenes que provocaron mientras
que los saharauis lloran las muertes de sus seres queridos. Es un escenario
trágico para la población saharaui que vive bajo ocupación y una realidad muy
dolorosa que tenemos que soportar año tras año. ¿Hasta cuándo la indiferencia
del mundo?
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