Delegación europarlamentarios, octubre 2017 |
*Fuente: Faro de Vigo. Fito Álvarez Tombo. Ponteareas.
20.02.2019 |
El pasado 15 de febrero todos los medios de
comunicación se hacían eco de la expulsión de Venezuela del grupo de
eurodiputados encabezado por Esteban González Pons y acompañado por Esther
Lange, José Ignacio Salafranca, Paulo Rangel, Juan Salafranca y el miembro de
la Asamblea Europarlamentaria Latinoamericana Gabriel Mato.
Las reacciones de condena no tardaron en
aparecer. Francia y España rápidamente salieron al paso con sendas condenas
criticando duramente la medida adoptada y el presidente de la Eurocamara
también se apresuró a reclamar la adopción de medidas al respecto. Incluso el
eurodiputado González Pons llegó a reclamar la retirada de las credenciales a
los embajadores de la Administración de Maduro y la confiscación de sus bienes.
Sería de agradecer, y de justicia, la
adopción de tal fuerza en las condenas y petición de medidas cuando esto ocurre
en otros territorios como puede ser los territorios ocupados del Sáhara
Occidental. Territorios estos ocupados ilegalmente por Marruecos desde el abandono
del por parte de las autoridades españolas en 1975, dejando en manos de
Marruecos y Mauritania lo que hasta la fecha era su provincia número 53.
El cerrojo impuesto por Marruecos a los
territorios ocupados del Sáhara Occidental incluye, entre otras artimañas, la
expulsión de abogados, juristas, periodistas, investigadores, profesores
universitarios, activistas de DD HH, miembros de organizaciones y, como no
podía ser de otra manera, a políticos tanto a nivel local como nacional e
internacional.
A modo de muestra quisiera destacar la
expulsión de los eurodiputados Jytte Guteland (S&D) Paloma López Bermejo
(IU), Josu Juaristi (EH Bildu), Lidia Senra (Alternativa Galega de Esquerdas) y
Bodil Valero (Verdes/EFA) delegación que tenía como objetivo realizar reuniones
con la sociedad civil saharaui, con víctimas de violaciones de derechos humanos
y con activistas en la ciudad además de comprobar de cerca la situación bajo
ocupación marroquí. También fue expulsado el entonces eurodiputado de Izquierda
Unida Willy Meyer, llegando este a ser agredido por las autoridades de
ocupación marroquíes.
Al igual que los eurodiputados también son
víctimas de esta práctica miembros de los parlamentos regionales como en su
momento lo fueron los diputados del Parlamento Gallego Montse Prado (BNG),
Xabier Ron (AGE - En Marea), Noela Blanco (PSOE) y Consuelo Martínez (Grupo
Mixto) y Gonzalo Trenor (PP) que viajaban acompañados de dos periodistas y los
miembros de SOGAPS, Maite Isla y Henrique Porto, y concejales de diferentes corporaciones
municipales de España y otros países europeos.
Ante estas deleznables prácticas por parte
de las autoridades de ocupación marroquíes, las administraciones europeas no
solo guardan silencio si no que celebran diferentes acuerdos económicos y de
colaboración con el reino alauita, como la reciente aprobación del acuerdo de
pesca entre la UE y Marruecos, a pesar de ser este declarado ilegal por el
Tribunal de Justicia de la propia Unión Europea.
Mientras a Maduro se le exige respeto a
Mohamed VI se le rinden honores, como por ejemplo con la reciente visita de los
Reyes de España a Marruecos.
Repugnante hipocresía y doble vara de medir
la de las administraciones europeas.
Impecable tu planteo
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