La primera vez fue expulsada nada más
llegar a El Aaiún, el 6 agosto.
La abogada madrileña iba como observadora a
un juicio contra 8 jóvenes saharauis y uno marroquí, detenidos tras las
manifestaciones por la victoria de Argelia en la Copa de África de fútbol.
Cristina Martinez informó al Ministerio de
Asuntos Exteriores de su viaje y pidió protección.
Alfonso Lafarga.-
Por segunda vez en dos semanas la policía
marroquí ha impedido a la abogada madrileña Cristina Martínez Benítez de Lugo
llegar a El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, para asistir a un juicio
contra jóvenes saharauis.
Si el pasado 6 de octubre no se permitió a
la abogada entrar en El Aaiún, esta vez, el 18 de agosto, ha sido interceptada
en la zona de control del aeropuerto de Casablanca, donde ha recibido la
comunicación de que no es bienvenida en Marruecos, para ser devuelta a Madrid
Cristina Martínez iba comisionada por una
organización de Derechos Humanos para asistir el día 19 al juicio contra 9
jóvenes, 8 saharauis y uno marroquí, que fueron detenidos tras las
manifestaciones de júbilo del 19 de julio por el triunfo de Argelia en la Copa
de África de fútbol, en las que murió la joven saharaui de 23 años Sabah Mint
Ozman, atropellada intencionadamente, según testigos presenciales, con un
vehículo de las fuerzas auxiliares marroquíes,
El juicio tenía que haberse celebrado el 7
de agosto, un día después de ser expulsada por primera vez la letrada madrileña,
pero fue aplazado hasta el 19.
Para asistir a este nuevo señalamiento del
juicio Cristina Martínez ha hecho escala en Casablanca, el 18 de agosto, donde
ha sido interceptada por la policía y comunicado que no podía continuar viaje,
sin más explicación.
“Les he dicho que yo no soy una
delincuente, que por qué no me dejaban entrar, y la respuesta ha sido que no
soy bienvenida en Marruecos, no les he sacado de ahí. He dicho al policía que
deberían ser un poco más abiertos y dejar ver lo que pasa allí, porque si no
vamos a pensar muy mal”, ha relatado la abogada.
Con motivo de su primera expulsión, la
abogada se dirigió el 13 de agosto a la Subdirección General de Protección y
Asistencia Consular del Ministerio de Asuntos Exteriores para contar lo que ocurrió
y la falta de atención que tuvo por parte del consulado de Casablanca.
Informó al Ministerio que iba a volver a El
Aaiún el día 18 y pidió que hicieran lo posible para no tener problemas: “Les
pido que me defiendan, que Marruecos no me prive de mi libertad de circulación
ni de mi pasaporte”, concretó, y abogó
por un “dialogo de España con Marruecos para que no se produzcan estas
expulsiones, 34 en lo que va de año entre activistas de derechos humanos,
periodistas y observadores extranjeros”.
La respuesta de la Subdirección de
Protección y Asistencia Consular fue remitir a la abogada a un consulado de
Argelia: “Lamentamos el incidente ocurrido durante su viaje. En relación con su
consulta, le informamos que hemos dado traslado de la misma a nuestro consulado
General de España en Orán para que contacten con Ud. y le informen sobre cómo
proceder en este caso”.
Ante la segunda expulsión la letrada se ha
dirigido al consulado de Casablanca y la respuesta ha sido que no podían
mediar.
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