Tersha Mint El Bakay una de las víctimas del bombardeo de la aviación militar marroquí al pueblo de Um Draiga en 1976 |
Su imagen quedó grabada en la Historia del
pueblo saharaui y en la retina de medio mundo el fatídico mes de febrero de
1976, la ignominia de las fuerzas aéreas marroquíes que durante semanas
bombardearon con napalm y fósforo blanco los asentamientos de los primeros
refugiados saharauis en el campamento de Um Draiga. Darcha y sus hijos fueron
una de las muchas familias víctimas de aquel horror y de la mayor atrocidad que
el pueblo saharaui haya conocido jamás.
Un crimen de lesa humanidad que el estado
invasor marroquí aún no ha pagado por ello, sigue impune a pesar de que la
comunidad internacional no le reconoce ningún derecho ni soberanía sobre el
Sáhara Occidental. España es también culpable y responsable de estas
atrocidades y crímenes de lesa humanidad cometidas contra el pueblo de la
Provincia 53 en aquel febrero de 1976, antes y hasta el día de hoy, porque
sigue siendo la potencia administradora ante la comunidad internacional como
así lo estipula la ONU. Los saharauis llevan cinco décadas sometidos a la mayor
injusticia cometida jamás contra un pequeño e indefenso pueblo y cuyo
responsable principal es un estado occidental" democrático" y se dice
defensor de la legalidad internacional y de los derechos humanos.
Con el fallecimiento de Darcha ayer en un
campamento de refugiados, al igual que otras víctimas ya fallecidas, la
impunidad vence a la justicia.
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