Fuente: Diario La
Realidad Saharaui/DLRS, martes 30 de junio de 2020
La administración
marroquí en El Aaiun ocupada destruye la tumba de Meimuna Mint Larosi Uld Ekmash. Una violación sin precedentes en las religiones
Las autoridades
marroquíes en la ciudad saharaui ocupada El Aaiun destruyen el sepulcro de una
mujer saharaui fallecida en 2005 y erige un edificio en el lugar de su sepulcro
Un hecho sin
precedentes sacude estos días la conciencia de la población saharaui en la
ciudad ocupada El Aaiun. Se trata de la madre de la familia Ahel Ekmash,
Meimuna Mint Larosi Uld Ekmash fallecida en 2005 en Las Palmas de Gran Canarias
y trasladada a su ciudad natal saharaui, lugar donde reside toda su familia. En
palabras de su hijo “Meimuna antes de fallecer como último deseo que nos pidió,
fue enterrarle en un solar propiedad de su padre donde tenía construida una
casa desde hace varios años atrás. Y así fue su deseo y nosotros lo cumplimos,
un mes antes de fallecer también su padre. Las autoridades para cometer este
desagradable atropello aprovecharon el confinamiento del Coronavirus cuando
nadie podría salir y con sus máquinas llegaron al solar, destruyeron la tumba,
la casa y dejaron la tumba convertida en
un escombro. Todo para construir un edificio”.
Su hijo en un
video grabó el sepulcro convertido en un amasijo de piedras y losas. Y mientras lo filmaba y movía algunas de las
sagradas piedras de la tumba lamenta indignado, “En estas piedras convertidas
ahora en gravillas estaba su lápida con su epitafio y el ataúd. Ni los nazis ni
los más inhumanos de los seres pueden cometer algo semejante contra una tumba,
esta gentuza sí son capaces, y este acto solo lo hace un país de criminales”.
El hijo de
Meimuna Mint Ekmash ante la destrucción de la tumba de su madre explicó que su
madre lleva más de una década en este lugar. “En ninguna religión, ni fe ni en
cualquier otro credo sea como fuera esta barbaridad se admite”. Sin embargo
decía “los marroquíes fueron capaces de hacerlo, ya no se trata de humillar a los
vivos sino ahora a los muertos, quieren
destruir todo cuanto se presenta en su camino”. Y se preguntaba ante la tumba
de su madre, ¿Cómo los sentimientos de una familia pueden reaccionar ante este
hecho? Su hija que aparece su voz en el video decía que las autoridades
marroquíes cuando decidieron su macabro
plan, al menos, tenían que haber avisado a su familia para que la trasladen a
otro sitio y no profanar su tumba de la manera que se ha realizado. Y pide justicia
contra el responsable que haya sido el autor de la profanación y destrucción de la tumba.
El defensor de
derechos humanos y expreso político saharaui Hmad Hammad en un texto que
publico en su cuenta de Facebook, condenó este inhumano atropello que va en
contra de las religiones y los valores con que los humanos se identifican y
se respetan, y dijo “La cumbre de la
represión, la cumbre de la humillación y el menosprecio al ser saharaui, ha
alcanzado su punto limite en el que apenas nos quedan derechos, y ya no solo la
violencia contra nuestra identidad y nuestra libertad. Ahora nos persiguen
hasta bajo tierra, es muy triste lo que le está pasando a las familias
saharauis en las zonas ocupadas”. Y lamente el activista saharaui lo que
sucedió, “Ahora resulta que el estado invasor marroquí destruye su tumba bajo
el pretexto de que una empresa inmobiliaria quiere construir un edificio”.
Este medio puesto
en contacto con la vicepresidenta de la Asociación Saharaui contra las
Violaciones de Derechos Humanos Cometidas por el Estado Marroquí, ASVDH, la
expresa política Ghalia Djimi, dijo que la profanación y destrucción de la
tumba al preguntar a los familiares por
la profanación de la tumba nadie supo en qué fecha se ha cometido la
destrucción. Y que la familia se enteró del caso hace unos dos días. Ghalia
Djimi basándose en el relato de la familia dijo que la mujer tenía un solar
desde la época colonial en una zona al norte de El Aaiun que se llama Lemreyat
y que la finca era propiedad de su padre Larosi Uld Ekmash. Allí la familia
vivía junto a otras que tenían también sus propiedades de tierras con barracas y
jaimas. Tras la invasión marroquí
a la ciudad en 1975 Maimuna estuvo viviendo en el solar donde la finca que iban
manteniendo y cuando su familia se trasladó a la ciudad de El Aaiun, no dejó de
frecuentar su propiedad por el cariño que tienen al sitio. Y en el año 2005
cuando se enfermó pidió a su familia que en caso de su muerte que la enterraran
en esa finca con la que muchos sentimientos y recuerdos de su familia. La
administración de ocupación marroquí en estos últimos años ha ido apropiándose
de esos terrenos, destruyendo fincas y construyendo en ellas edificaciones, sin
respetar la propiedad privada de los saharauis. Según el portal de información saharaui Nushatta en sus
noticias de hoy 30 de junio la familia de Maimuna hizo un llamado a la población saharaui para ayudarle en encontrar
el lugar donde han sido trasladados los restos de Maimuna, si estos no hayan
sido quemados por la administración marroquí.
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