Este ha sido el relato que a
través de Radio San Borondón ha hecho público el activista proderechos humanos
de la brutal represión que el ejército marroquí realiza contra la población
saharaui
SB-Noticias.- Radio San
Borondón comunicó con el activista proderechos humanos saharaui, Brahim
Sleimani, agredido por las fuerzas de ocupación marroquíes en las
manifestaciones llevadas a cabo en los últimos días en los territorios ocupados
aprovechando la visita del enviado especial de Naciones Unidas, Christopher
Ross, y que ha tenido que ser trasladado a las islas para que sea atendido de
las lesiones de las que ha sido víctima.
Brahim Sleimani explicó que
como consecuencia de la paliza sufrida a manos de las fuerzas de represión
marroquíes tiene la nariz fracturada, mucha contusión por todo el cuerpo y ha
perdido la visión de un ojo, razón por la que fue trasladado por su familiares
a Gran Canaria y allí atendido en el Hospital Doctor Negrín.
En este sentido, explicó que
como estaba en El Aaiún el enviado especial de la ONU, Christopher Ross, la
población saharaui decidió llevar a cabo una manifestación pacífica para que
Roos supiera de primera mano la postura saharaui a la que acudió junto con su
hermana. “Nosotros no llegamos a la manifestación. Dos individuos de paisano
nos cogieron por detrás en una calle, golpearon a mi hermana hasta tirarla al
suelo, donde le golpearon sin parar y cuando la socorrí, llegaron cinco
gendarmes que me dieron una buena paliza” dijo, para añadir que durante muchos
minutos no paparon de golpearle hasta que perdió el conocimiento porque uno de
ellos “me pegó con una gran piedra en la cabeza”.
“Solo dejaron de pegarme cuando
pensaron que estaba muerto” dijo Brahim, quien destacó que cuando se dirigía
con su hermana a la manifestación, la ciudad estaba tomada por el ejército y la
policía marroquí y cuando recuperó el conocimiento estaban todas las calles
vacías y ni siquiera recordaba por qué estaba allí, ni tan siquiera quién era.
Tras ser atendido por
ciudadanos saharauis, supo que a su hermana la dejaron marchar a su casa tras
castigarla duramente, pero no pudo ni tan siquiera verla porque fue traído a
Gran Canaria para que fuera atendido de la brutal paliza recibida.
Sobre su traslado a las islas,
explicó que no pudieron impedirlo porque tiene nacionalidad española. “Tuve
miedo cuando llegaba al control porque estaba muy mal y porque estaba
acompañado por mi madre, pero no me dijeron nada al ver mi pasaporte. Al final
salí sin problemas”, dijo para añadir que a partir de ahora sí que tendrá
muchos problema cuando quiera regresar a El Aaiún porque su denuncia ha
trascendido “porque Marruecos quiere pegar a la gente, pero que no se sepa”.