martes, 6 de noviembre de 2012

Brahim Sleimani (activista saharaui): “Tengo la nariz rota y he perdido la visión de un ojo”


Este ha sido el relato que a través de Radio San Borondón ha hecho público el activista proderechos humanos de la brutal represión que el ejército marroquí realiza contra la población saharaui
SB-Noticias.- Radio San Borondón comunicó con el activista proderechos humanos saharaui, Brahim Sleimani, agredido por las fuerzas de ocupación marroquíes en las manifestaciones llevadas a cabo en los últimos días en los territorios ocupados aprovechando la visita del enviado especial de Naciones Unidas, Christopher Ross, y que ha tenido que ser trasladado a las islas para que sea atendido de las lesiones de las que ha sido víctima.
Brahim Sleimani explicó que como consecuencia de la paliza sufrida a manos de las fuerzas de represión marroquíes tiene la nariz fracturada, mucha contusión por todo el cuerpo y ha perdido la visión de un ojo, razón por la que fue trasladado por su familiares a Gran Canaria y allí atendido en el Hospital Doctor Negrín.
En este sentido, explicó que como estaba en El Aaiún el enviado especial de la ONU, Christopher Ross, la población saharaui decidió llevar a cabo una manifestación pacífica para que Roos supiera de primera mano la postura saharaui a la que acudió junto con su hermana. “Nosotros no llegamos a la manifestación. Dos individuos de paisano nos cogieron por detrás en una calle, golpearon a mi hermana hasta tirarla al suelo, donde le golpearon sin parar y cuando la socorrí, llegaron cinco gendarmes que me dieron una buena paliza” dijo, para añadir que durante muchos minutos no paparon de golpearle hasta que perdió el conocimiento porque uno de ellos “me pegó con una gran piedra en la cabeza”.
“Solo dejaron de pegarme cuando pensaron que estaba muerto” dijo Brahim, quien destacó que cuando se dirigía con su hermana a la manifestación, la ciudad estaba tomada por el ejército y la policía marroquí y cuando recuperó el conocimiento estaban todas las calles vacías y ni siquiera recordaba por qué estaba allí, ni tan siquiera quién era.
Tras ser atendido por ciudadanos saharauis, supo que a su hermana la dejaron marchar a su casa tras castigarla duramente, pero no pudo ni tan siquiera verla porque fue traído a Gran Canaria para que fuera atendido de la brutal paliza recibida.
Sobre su traslado a las islas, explicó que no pudieron impedirlo porque tiene nacionalidad española. “Tuve miedo cuando llegaba al control porque estaba muy mal y porque estaba acompañado por mi madre, pero no me dijeron nada al ver mi pasaporte. Al final salí sin problemas”, dijo para añadir que a partir de ahora sí que tendrá muchos problema cuando quiera regresar a El Aaiún porque su denuncia ha trascendido “porque Marruecos quiere pegar a la gente, pero que no se sepa”.