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Video ATLAS / EFE
Se
saludaron a pie de pista, con dos besos y unas palabras en francés. Mohamed VI
acudió este lunes a recibir al Rey al aeropuerto con su hermano Mulay Rachid y
su hijo, el príncipe heredero Hasán, de 10 años, al que don Juan Carlos también
dio dos cariñosos besos. Tras saludar a las autoridades presentes, el monarca
alauí ofreció a su invitado dátiles y leche, pero ninguno de los dos probó
bocado porque a esa hora, las 17.30 en Marruecos, las 19.30 en España, aún era
perfectamente posible distinguir un hilo blanco de uno negro, el momento a
partir del cual se rompe el ayuno durante el Ramadán.
En las
inmediaciones del aeropuerto decenas de personas les esperaban con pancartas de
bienvenida a don Juan Carlos e imágenes de Mohamed VI, quien hizo poner
banderas de España en todo el trayecto del Rey hacia el palacio de huéspedes,
donde se hospedará los próximos tres días.
Después, se
fueron a cenar al palacio de Dar Essalam, la residencia habitual de Mohamed VI.
Ni el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, que viajó
ayer con don Juan Carlos a Rabat, les acompañó. Ambos querían mantener “una
cena privada”, según La Zarzuela. Una conversación de rey a rey; y de hermano a
hermano porque cuando el padre de Mohamed VI, Hassan II, murió, don Juan Carlos
se ofreció a actuar como su “hermano mayor”. Y el Rey quiso reservarse ayer un
día de los cuatro que durará su estancia en Marruecos, en su primer viaje
oficial desde su operación de columna, el pasado marzo, para charlar sin
testigos, de forma familiar, con su homólogo marroquí, al que sí acompañaba su
mujer, sus hermanos y el príncipe heredero.
El resto de
la delegación española llegará el martes: nueve exministros de Exteriores de la
democracia española, cuatro del actual Gobierno —Jorge Fernández Díaz, de
Interior, Alberto Ruiz-Gallardón, de
Justicia, José Manuel Soria, de Industria, y Ana Pastor, de Fomento—, y casi una
treintena de presidentes de las principales empresas españolas, que
participarán en un encuentro empresarial en el que se busca establecer
relaciones de partenarido con compañías marroquíes. Margallo, Fernández Díaz,
Soria y Pastor mantendrán encuentros con sus homólogos marroquíes y Gallardón se
reunirá con un representante del titular de justicia, ya que el ministro está
fuera del país. En ese encuentro intentará cerrar definitivamente el bloqueo de
kafalas (modalidad islámica de adopción), que ha mantenido en vilo a 61
familias españolas durante más de un año. A finales de junio, ante la inminente
visita del Rey a Marruecos se aprobaron 26 adopciones, pero otras 25 familias
españolas siguen esperando na sentencia favorable de los jueces marroquíes, quienes
paralizaron las kafalas desde la llegada de los islamistas al poder.
Amnistía
Internacional ha enviado una carta al Rey para expresarle su preocupación por
“la libertad de expresión”, “la violencia contra las mujeres” y “las
violaciones de derechos humanos en el Sáhara”. Pero ninguno de estos temas está
en la agenda de un viaje que busca, sobre todo, tejer una malla de intereses
comunes e interdependencia entre ambos países para afianzar unas relaciones muy
sensibles, con periodos de encuentro salpicados de periódicas crisis.