La
declaración conjunta solo recoge la visión española del conflicto
Ambos
países acuerdan revitalizar el proyecto de conexión ferroviaria en el Estrecho
Tras una
reunión entre don Juan Carlos, el rey Mohamed VI y los ministros de Exteriores
de España y Marruecos, ambos gobiernos han firmado una declaración conjunta en la que se
contempla, como ya avanzó ayer José Manuel García-Margallo, el conflicto del
Sáhara, aunque solo para decir lo siguiente: “España ha reiterado su apoyo a
los esfuerzos desplegados en el marco de Naciones Unidas para alcanzar una
solución política justa, duradera y mutuamente aceptable a la cuestión del
Sáhara Occidental, de conformidad con los parámetros definidos en el Consejo de
Seguridad”.
Pese a ser
una declaración conjunta, Marruecos no se pronuncia sobre este asunto en el
texto, que únicamente recoge la voluntad de española de insistir en una
solución al conflicto del Sáhara occidental.
Ambos
países, sí han acordado, en cambio, “la revitalización del proyecto del Enlace
Fijo entre ambos países”, como ya adelantó ayer este diario. Durante la reunión
que la ministra de Fomento, Ana Pastor, mantuvo con el titular marroquí de
transportes, ambos decidieron retomar los estudios realizados por las
sociedades Secegsa y Sned para reactivar este viejo proyecto —don Juan Carlos habló por primera vez de él
en 1979 con el fallecido Hassan II, padre del actual rey de Marruecos— para
lograr la conexión ferroviaria entre ambos países: 38,7 kilómetros de
los que 27,7 serían bajo el mar. La infraestructura uniría a África con Europa .
“Ambos países han saludado especialmente la dimensión bilateral e
intercontinental de un proyecto que a largo plazo tiene el potencial de transformar nuestra
vecindad”, dice la declaración conjunta.
En cuanto
al acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, en el que España lleva
años trabajando, la declaración conjunta solo asegura, por parte española, que
ha apoyado a las autoridades del país a “estrechar aún más sus relaciones con
la UE, mejorando la movilidad, profundizando la integración comercial y
avanzando hacia un nuevo acuerdo de pesca lo antes posible”. La parte marroquí
tampoco se pronuncia sobre este asunto en la declaración conjunta, pero el
funcionario español que lleva años
detrás de ese acuerdo declaraba ayer a este periódico que lo ve más cerca. Tras
un parón de cinco meses (la última vez
que ambas partes se sentaron a hablar fue en febrero pasado), las negociaciones se retoman hoy. Los
principales escollos eran el coste económico, que parece encauzado, y otro más
difícil relacionado, precisamente, con el Sáhara: la UE había puesto como
condición el respeto a los derechos humanos en la zona. Cerca de 70 buques
españoles se han visto afectados por el parón de esas negociaciones y dejaron
de recibir compensaciones por ello de la UE en 2012.
Tanto los
dos monarcas, como los ministros de exteriores han dedicado buena parte de sus
entrevistas en este viaje oficial de cuatro días a Marruecos a tratar la
situación en Oriente Medio, en Egipto y Siria, así como la seguridad en el
Sahel. “Se ha constatado una amplia convergencia de puntos de vista”, aseguran.
Ambos Gobiernos recuerdan su alianza en
la escena internacional “liderando iniciativas conjuntas en Naciones Unidas
para apoyar la mediación en el Mediterráneo y para prevenir el terrorismo
nuclear”.
Por lo
demás, el texto insiste en el “excelente clima de entendimiento” entre los dos
países, y la necesidad de establecer una “asociación estratégica” para crear
“un nuevo espacio de prosperidad compartida y fomentar nuevas oportunidades de
creación de empleo y riqueza”. Los dos Gobiernos se felicitan por la firma durante
el viaje de un acuerdo entre las patronales de ambos países que confían tenga
“un efecto multiplicador de los proyectos comunes”. Marruecos, recuerda el
texto, “está poniendo en marcha importantes proyectos de infraestructura y las
empresas españolas van a seguir aportando su capacidad tecnológica y su
experiencia en este campo”.
La
declaración no habla de grandes acuerdos, porque no los ha habido durante el
viaje. Esos se firman, dicen los diplomáticos, en las reuniones de alto nivel
entre ambos Gobiernos. La próxima será en otoño.