El Consejo de Derechos Humanos de Rabat
tiene la intención de recomendar al rey Mohamed VI que oficialice algunas
organizaciones en El Aaiún
Aminatu Haidar desmiente que Marruecos
negocie la legalización de ONGs saharauis
El Consejo Nacional de Derechos Humanos
(CNDH) de Marruecos, un órgano consultivo nombrado por el rey Mohamed VI, tiene
previsto recomendar la legalización de las dos principales organizaciones de
derechos humanos integradas por saharauis independentistas en El Aaiún, capital
de la ex colonia española. Así lo deja ver algún medio del país magrebí y lo ha
confirmado a la agencia Efe el secretario general de este organismo, Mohamed
Sebbar.
«No es verdad que nuestra ONG hay
entablado negociaciones con el CNDH», como ha publicado el diario marroquí
Ajbar Al Yaum, declara a ABC Aminatu Haidar, la más conocida de los activistas
saharauis y presidenta del Colectivo de defensores de Derechos Humanos
Saharauis (Codesa), una de esas dos ONGs que podrían ser legalizadas. «Nadie me
ha contactado sobre el tema» ni «según mis informaciones hay nada oficial»
aunque «se haya hablado mucho del tema» en la esfera pública.
El debate sale a la luz coincidiendo con
la llegada en la noche del martes de Mohamed VI a Washington, donde tiene
previsto un encuentro con el presidente Barack Obama. Ambos países
protagonizaron un agrio rifirrafe el pasado mes de abril precisamente por el
respeto a los derechos humanos en el Sahara Occidental.
Haidar, presa política durante varios
periodos en cárceles marroquíes, mide su optimismo con cuentagotas y recuerda
que «nuestro derecho es el de ser una ONG autorizada y legal».
Junto a Codesa podría recibir el
marchamo de legalidad la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones de
Derechos Humanos (ASVDH), presidida por Brahim Dahán, otro activista e
histórico preso político por luchar a favor de los derechos humanos y la
independencia de la colonia española.
Tanto Codesa como ASVDH llevan años
trabajando sobre el terreno no sólo a favor de la celebración del referéndum de
autodeterminación y la independencia sino denunciando los abusos que las
autoridades marroquíes cometen en el territorio que controlan desde la salida
de España en 1975.
El CNDH no tiene facultad ejecutiva y,
por tanto, no puede legalizar las organizaciones saharauis. Sí es un organismo
que ha ganado predicamento y con el que Rabat, que desde el próximo 1 de enero
formará parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, está tratando de
dulcificar la imagen del régimen.
«Engaño»
Haidar entiende que sacar este debate en
este momento a la luz pública puede tratarse de un «engaño», una especie de
globo sonda de Marruecos ante la llegada de Mohamed VI a Estados Unidos.
Estados Unidos y Marruecos
protagonizaron un desencuentro diplomático importante cuando el pasado abril
Washington trató de que la misión de la ONU en el Sahara Occidental (Minurso)
fuera dotada del mandato necesario para que vigile los derechos humanos, ya que
en estos momentos es la única del mundo que no lo dispone.
Finalmente la iniciativa no salió
adelante pero Rabat, tradicional aliado de los norteamericanos, lo tomó como
una afrenta. Ambos tratan ahora de que las aguas vuelvan a su cauce.
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