El 14 de noviembre de 1975 se firmó en
Madrid el Acuerdo tripartito que transfirió a Marruecos y Mauritania la
administración del Sáhara Occidental, hasta el momento provincia española, en
contra de la legalidad internacional. Treinta y nueve años después de la
descolonización, la situación del pueblo saharaui apenas ha cambiado. El reino
alauí se mantiene como potencia ocupadora, mientras que España ha abandonado
sus obligaciones históricas, según las palabras del secretario general del
Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz. El también presidente de la República
Árabe Saharaui Democrática está en Madrid para participar en la Conferencia
Europea de Apoyo al Sáhara Occidental, donde se dan cita activistas, políticos
y simpatizantes de esta causa. El viernes, antes de acudir al Congreso para
reunirise con varios grupos políticos, nos concede veinte minutos para esta
entrevista.
¿Actualmente, ¿cuál es la situación
humanitaria que se vive en el Sáhara Occidental? ¿Se nota escasez de recursos
básicos?
El sufrimiento del pueblo saharaui se ha
alargado demasiado tiempo, concretamente 39 años. La opresión marroquí ha
provocado que la gente haya tenido que marchar al exilio, a países como España,
mientras que otros permanecen en los campamentos de refugiados, en las zonas
liberadas o también, en las ocupadas. Una situación que, desde luego, es
durísima. Hay familias separadas, privadas de sus tierras, con allegados en cárceles
marroquíes, heridos, o incluso, desaparecidos. Una tragedia.
Pero ¿la situación, a día de hoy, es
límite? ¿Ha empeorado respecto a los últimos años?
La crisis económica sí ha afectado al
Sahara Occidental. Especialmente, la crisis que se vive en España, provocando
una reducción de las ayudas humanitarias que recibimos.
¿Hasta qué punto se ha visto mermada la
cooperación española?
Unos dos tercios si lo comparamos con la
asistencia que ofrecía antes España.
Y en el plano político, ¿también se ha
reducido el apoyo del Gobierno de Mariano Rajoy a la causa saharaui?
Lamentablemente, la posición del Ejecutivo
español no encaja con lo que creemos que debería hacer. Se está alineando de
forma flagrante con la posición de Marruecos. Así que, hasta este momento,
España es parte del problema y no encarna la solución, a pesar de que es la
potencia administradora del Sahara, tal y como reconoce la ONU y la misma
fiscalía de la Audiencia Nacional. Por lo tanto, España es responsable de todo
lo que ha pasado en el Sahara desde que se retiró del lugar en 1975...
España, entonces, ¿debe asumir
responsabilidades?
No puede obviar su responsabilidad, no se
puede escapar. Lo que hizo España a los saharauis ha supuesto una vergüenza
para su propia historia. Una mancha que ahora debe limpiar. No hay cambio en la
actitud, así que somos de la idea de que España debe convertirse de una vez por
todas en parte de la solución para alcanzar la autodeterminación del Sáhara.
Sin embargo, Marruecos ejerce bastante
presión sobre el Gobierno español
El Gobierno de Mariano Rajoy no debe
esperar gestos o cambios por parte de Marruecos para buscar una solución justa.
Marruecos está en contra de la autodeterminación, cerrando las puertas a la
actividad de La Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara
Occidental (MINURSO), mostrándose como lo que es: una potencia ocupadora
ilegal.
Y en ese objetivo de autodeterminación,
¿cómo puede afectar que España haya conseguido un puesto en el Consejo de
Seguridad de la ONU?
Debe tomar posiciones, reconociendo la
República Saharaui. Que utilice el peso que le da ser miembro no permanente de
la Organización de las Naciones Unidas para que se pueda celebrar el referendum
de autodeterminación....
Pero, Francia, como miembro permanente,
podría bloquear cualquier iniciativa.
Francia no es España. La responsabilidad
recae en España. Si hubiéramos sido una colonia francesa ya seríamos
independientes. Lamentablemente, somos una colonia española.
El mandato de la Minurso, que no incluye
la vigilancia de los Derechos Humanos, acabará el próximo 30 de abril de 2015.
¿Qué esperan?
Todos los indicios manejados por el Frente
Polisario apuntan a que las relaciones de la ONU con Marruecos girarán a partir
de abril hacia una confrontación, posiblemente en aumento.
¿De qué tipo de confrontación habla?
De un rechazo de la ONU al papel que está
jugando el reino alauí.
Han salido a la palestra varias voces
reivindicando volver a las armas si la situación del Sáhara Occidental no da un
vuelco de 180 grados. ¿Es una opción viable en estos momentos?
El empeño de Marruecos en acabar con el
despliegue de la Minurso está empujándonos hacia la guerra. Si su intento tiene
éxito, no tendremos otra opción que volver a las armas como ya ocurrió en 1975.
Estaríamos defendiendo nuestros derechos nacionales. Las resoluciones internacionales
legitiman que un territorio acuda a la lucha armada para defenderse.
¿Existe alguna fecha límite que marque
el regreso de la actividad armada si no se producen avances?
Determinar una fecha es como trabajar para
la guerra, cuando nosotros estamos trabajando por la paz. Defendemos la
situación pacífica a la hora de alcanzar la autodeterminación. Son ellos,
Marruecos, los amantes de la guerra. Es por ello que España debe asumir su
responsabilidad, y darse cuenta de que claramente el Estado alauí está
conduciendo esta zona hacia la inestabilidad.
El Frente Polisario no se libra de las
críticas. Un informe de 'Human Right Watch' acusa al movimiento independentista
de restringir algunos derechos de los refugiados. Por ejemplo, incluye
entrevistas a disidentes que aseguran sufrir persecución.
El informe nos ha tratado como un estado
independiente, y eso lo hemos recibido con satisfacción. Además, la ONG ha
confirmado que el Frente, a pesar de que ser un grupo de liberación, no tiene
ningún preso político...
Pero el informe asegura que hay
opositores a los que se ha perseguido, según los testimonios recogidos.
No estamos persiguiendo a nadie. El que se
sienta perseguido puede decir su nombre, dónde está, les llamamos a que
aparezcan. Es Marruecos el que no les respeta. Estamos abiertos a que cualquier
organización que defienda los derechos humanos venga a los campamentos, pero
también a las zonas ocupadas.
Las organizaciones se quejan de que la
burocracia está frenando la entrega de visados por parte de España para que
saharauis enfermos puedan venir a España para ser atendidos. ¿Cómo está la
situación?
No solo los enfermos tienen problemas.
Desde hace tres años, ya no existen las mismas facilidades para que los
saharuis puedan viajar a España para participar en algún programa, como la
adopción temporal de niños o la formación de jóvenes. No obstante, creo que
existe un dialogo con las fuerzas españolas, con el deseo de agilizar la
documentación, aliviando el sufrimiento de nuestro pueblo.
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